Suspiré y volví a recostarme. No pude evitarlo y solté algunos gemidos de dolor. Aún mis músculos estaban débiles e inútiles.-Linda, con cuidado.- Nicola me ayudó a subir mi pierna a la cama y me cubrió con la sábana- ¿Ves? Necesitas ayuda.
-Yo podía sola.- dije mirando hacia otro lado... evitando ser hipnotizada por su mirada.- Pero gracias.
-¿Necesitas algo?- preguntó el-
-No gracias.- dije fríamente- Quiero estar sola.
-No, no quieres.- hiso la sábana a un lado y se metió a la cama conmigo. Se tapó y se quedó a mi lado- Nadie quiere estar solo.
-Pues yo sí. Nicola... por favor, vete.- esta vez lo miré a los ojos- No es buen momento.
-¿Por qué?- el también adoptó seriedad.- Angie, linda, yo nunca te lastimaría de nuevo. Quiero volver a ser lo que éramos antes. Los locos amigos que se cuentan todo, se ríen de cualquier estupidez y se ayudan mutuamente. Necesitas mi ayuda ahora.
-¿Crees que es fácil volver a lo que nosotros mismos destruimos?- no quería llorar, pero es demasiado difícil evitarlo- Yo también quiero... pero por más que lo intentemos, no volverá a ser lo mismo.
-Tan solo intentémoslo...- tomó mi cara entre sus manos delicadamente.- No quiero perderte.¿Qué debo de hacer? Antes le diría que si a todo. Pero hoy... ya no confío tanto en él... por más que lo quiera, por más que extrañe todo y en verdad quiera regresar a eso.
-Está bien... sin presiones.- dice él mientras se pone de pié- Piénsalo ¿si? No tengo prisa. Se que no he sido el mejor amigo, pero en serio necesito más de ti de lo que tu me necesitas a mí.
Sin decir nada más, salió de mi habitación. Y se que lo hizo para que yo pensara las cosas. Lo conozco. Ese brillo de esperanza en sus ojos lo tenía cuando me habló de Francesca, cuando me ha platicado sobre las cosas que desea tener con toda el alma. Sus ojos no mienten. Tal vez lo considere.
Cuenta Nicola.
En definitiva soy un completo imbécil. Lastimé a mi mejor amiga por estar con alguien que no es lo suficientemente natural consigo misma. Es decir, Francesca es linda, honesta e inteligente. Pero no se compara con la divertida Angie. Ella está orgullosa de ser ella misma, no piensa en cosas materiales y no solo se preocupa de sí misma.
Si por mí fuera, le daría una eternidad para pensarlo. Pero mi corazón no está de acuerdo con mi cerebro y la quiere cerca lo más pronto posible.La dejé sola en su cuarto para no presionarla. Tomé el control remoto de la televisión de la sala y empecé a dar vueltas en los canales sin encontrar algo interesante. Escuché el sonido del celular de Angie varias veces y me puse de pié para ver en donde estaba, si necesita ayuda o algo así. Entro a su habitación y ella no estaba.
El celular vuelve a sonar. Miro la pantalla y se trataba nada más y nada menos que de Alex. La rabia llegó más rápido que otras veces y contesté.-¿Hola?- mi tono de voz solo indicaba ironía- ¿Y ese milagro que llamas Alex?
-¿Dónde está Angie?- preguntó fríamente- No quiero hablar contigo, quiero hablar con ella.
-¿Para qué?- seguía sin cambiar mi tono- Ella está descansando de ti. Tan solo dale unos días para que... se... desintoxique.
-¡Nicola!- de pronto Angie apareció detrás de mí quitándome el celular.-
-Eh, el no quiere hablar contigo, sino conmigo.- dije mientras salía de la habitación, cerraba la puerta y me pegaba a ella para escuchar la conversación.-
-Disculpa eso- escuché decir a Angie- Es solo que el es... difícil.
-¿Qué?-susurré detrás de la puerta- ¿Difícil yo?
-Si lo sé.- suspiró- Bueno estoy mucho mejor que hace unos días... ¿Y tu como estás?... oh, lo siento mucho...
-¿En serio Angie?- susurré de nuevo-
-Si, yo también quiero verte- mi pulso se aceleró al escucharle decir eso- ¿Mañana? Claro. Llego ahí a las once... ¿Cómo? Ah lo entiendo... entonces a las seis nos vemos.
-Es tan poco hombre, que hasta le cambia la hora de cita.- susurré molesto mientras seguía escuchando- ¡Auh!La puerta se había abierto y me había ido de frente hacia Angie mirándome divertidamente y soltando unas carcajadas.
-Lo sabía... no cambiarías nunca. Ni por que lo "juras"- comentó después de reír.- Así haces más difíciles las cosas. No confías en mí.
-Yo si confío en ti.- dije algo apenado- Lo que pasa es que no confío en él.
-Sea como sea.- suspiró- Tienes que conocerlo para poder decir algo bueno o malo de él. En serio es muy buena persona.
-Como digas.- ella no tiene remedio. La dejé sola de nuevo y me fui de nuevo a ver televisión.-Cuenta Angie:
El día pasó rápido. Nicola ya no me causó problemas y yo tampoco quise molestarlo. Entablamos un par de conversaciones distantes y solo eso. Cuando se fue me sentí algo aliviada. Me di un baño y ahí fue cuando me di cuenta de que ya no estaba tan adolorida como hace unas horas. Seria cuestión de descansar esta noche y mañana todo volvería a la normalidad. Como debe de ser. Adiós Nicola.-¿Qué crees que debo ponerme?- le pregunté a Nicola mientras rebuscaba entre mi ropero- No hace frío ni calor, es un día perfecto.
-¿A dónde irán?- preguntó el evadiendo mi pregunta anterior- Es decir... depende del lugar. No vas a ir a la playa con pantalones de invierno.
-Oh...- lo miré raro- No pensaba en ponerme unos así...
-Ah.Se quedó mirando al suelo mientras jugueteaba con sus manos. Lo noto algo raro, pero sigo alistándome para mi cita con Alex.
Cepillo mi cabello, mi miro por última vez al espejo y decidida salgo de mi habitación y me encuentro a Nicola en el pasillo.-¿Quieres que te cubra?- preguntó serio mientras evitaba mirar mis ojos-
-Te lo agradecería.- dije algo culpable- No me tardo. Es solo un helado.Salí de la casa pensando en Nicola. Pobre. En serio estoy siendo algo... mala con él. Pero es que no quiero terminar como hace tiempo con él. O sea, ahora somos algo así como amigos y no quiero arruinar eso.
Estoy un poco temprano de lo que habíamos planeado. Falta media hora para encontrarnos pero no importa. Tengo muchas ganas de verlo. Me siento en una de las mesas de la heladería a la que fuimos la primera vez y me pongo a ver a mi alrededor. Espero varios minutos y luego veo a un chico conocido, abrazando a una chica, besándola y hablando con ella lleno de sonrisas. Es Alex. Con otra chica. (hijo de puta)
Me levanto sin poder creerlo, mis piernas tiemblan y se quedan en un solo lugar. No responden. Como puedo, me muevo antes de que se de cuenta de que estoy ahí. Todo el mundo se mueve como si estuviera en el ojo de un huracán y poco me falta para vomitar.
Camino hacia ningún lado mientras me abrazo a mi misma con el cabello tratando de cubrir mi cara. Las lágrimas comienzan a salir dejando un rastro negro de maquillaje. Ríos negros salen de mis ojos.
Ya no me quedan fuerzas para seguir caminando. Me detengo y apoyo mi cabeza en un árbol que hay cerca. Sigo llorando. Tal vez no lo amaba, tal vez no era el indicado... pero si lo quería. Muchísimo. Pensé que era distinto. Pensé que esta vez no me había equivocado. Pero ya veo que es como el resto. Solo le interesa hacer sufrir a las personas sin importarle los sentimientos.-Angie ¿Estás bien?- sentí una mano en mi hombro y su voz... era él. Nicola, justo en el momento indicado para salvarme de este enorme problema, como siempre lo hace-
-Yo...- tartamudeé-
-No, no digas nada.- me abrazó con fuerza y me besó la frente.- Vámonos.Continuará
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The Story Of Us ♥
Teen Fiction¿Por qué te enamoras? es decir... siempre es de la persona equivocada. Haces todo por ella y te paga con lo peor del mundo. eso me pasa con Nicola. Es mi mejor amigo desde pequeños y desde que recuerdo he sentido algo especial por el y no se da cuen...