Bajé hacia el lobby, y mi madre ya estaba lista esperándome. Desde que me vio casi aplaudía por verme con vestido. Yo honestamente no estaba muy cómoda. Pero tenía que hacerlo solo una vez. Solo una. Y mi mamá estaría feliz.
Cuando subimos al crucero, no veía a Nicola por ningún lado. ¡Se supone que es una cena familiar por favor! ¿Dónde está? Suspiro y me acomodo el cabello mientras mamá va a ver algunas cosas de nuestra mesa en la cena.
Me quedé recargada en la pared mientras veía mucha gente elegante pasando de un lado a otro, tomándose fotos, y tratando de quedar bien. Eso me molesta... existiendo tantas cosas bellas en el mundo, tantas personalidades únicas... las personas tiene que actuar todas iguales.
A lo lejos veo a un chico lindísimo... se ve espectacular con su ropa normal. El único de muchos que está vistiendo como realmente es... creo yo. Me mira y sonríe. Con razón se me hiso tan increíble. Es Nicola. No se tomó la molestia de vestirse elegante. Con solo usar una camisa negra, y unos pantalones blancos está más que bien consigo mismo. Por un momento me siento ridícula al usar un vestido. No estoy siendo yo misma, pero tampoco trato de aparentar nada... solo quiero hacer sentir bien a mi madre.-Hola.- llegó y me dio un abrazo- Casi no te reconocí así.
-Ya sé... es raro.- suspiro- Me veo rara.
-Nada de eso...- quita un mechón de mi frente- Te ves hermosa.
-Gracias... bueno... tú te ves... normal.- sonreí- Es bueno.
-¿Bueno?- me escrutó con curiosidad-
-Si... eres tú mismo siempre. Me gusta esoMe mostré algo tímida, el tomó mi barbilla y me dedicó una sonrisa amable. Me tomó de la mano y entramos para buscar al los demás.
-¿Te había dicho que estás hermosa?- me susurró al oído cuando íbamos llegando al salón en donde la mayoría estaba comenzando a ver es espectáculo, un hombre como de treinta años estaba tocando el piano increíblemente.-
-Si, ya lo dijiste.- sonreí algo cohibida. No entramos tomados de la mano, porque... bueno, la verdad no se porqué. Tal vez no queremos que se enteren de que somos... amigos muy, muy cercanos.- ¿Dónde están ellos?
-No lo sé. Parece que la gente que está aquí trata de hacer que nos perdamos.- dijo en tono de broma- ¿Entiendes?
-Claro... claro Nicola. -reí sarcásticamente- La gente quiere que nos perdamos ¿ah? La gente...
-No entiendo tu absurdo sentido del humor- me dijo Nicola, aun mirando a su alrededor con una sonrisa- ¿Cómo puedes contar ese chiste tan malo?
-Pero si tú lo dijiste...
-¿Yo? Uh, claro que no- me miró tratando de ahogar su risa.- Déjate de tonterías y mira, ahí están.Me quedé algo confundida por su "absurdo sentido del humor" y caminé a su lado hasta llegar a la mesa en donde estaban los fabulosos Porcella y bueno... mi familia. La familia rara a la que amo. Jose se veía raro... tan elegante. Dejó atrás sus pantalones rotos que se arrastran y sus zapatos raros para ponerse ropa de vestir. Ahora ya no parece un personaje raro sacado de historieta... parece un personaje raro sacado de un libro decente.
Nicola y yo nos sentamos uno del lado del otro en esa mesa redonda y algo grande, en donde toda la familia de él y la mía cabían perfectamente. Aplaudimos porque el hombre del piano terminó una canción. Yo estaba atenta con el arreglo de flores. Eran todas de un color azul muy llamativo, tal vez eran alteradas o pintadas, o algo así.
Las luces se hicieron más tenues. Casi oscuro. Solo quedaron las luces de las velas que estaban en cada mesa. Era bellísimo. Después de todo fue bueno venir a esta cena. Nos dieron una pasta rara con muchas cosas que no se que eran, pero aun así me las comí y me encantaron.
El postre fue algo más conocido... pastel de chocolate. Terminé dándole el mío a Jaz, porque ella pidió doble porción. Le fui quitando pedacitos al de mi madre y al final se hartó de mis dedos y me dio todo el plato. Al terminar de comer estábamos más que encantados escuchando la buena música. No era aburrido, para nada. Y más porque Nicola me tomó de la mano por debajo de la mesa. Lo miré y estaba atento en el escenario pero con una sonrisa enorme en el rostro. Una pregunta resurge en mi mente: ¿Qué somos? Es decir... está claro que no somos novios, pero, tampoco somos solos amigos. Él me ha besado, me ha dicho cosas hermosas, me hace sentir especial pero... no hemos llegado a un punto decisivo. O sea, el nunca me ha dicho nada. Así que supongo que somos... amigos. Amigovios, amigos con derechos.*+*+*+*+*+
-Ya vamos a bailar.- le dijo mi padre a mi mamá mientras ella reía y tomaba su mano. Ellos odian bailar... ya se les pasaron las copas.-
Lo último que yo haría es bailar este tipo de canciones... es decir, no son bailables. Ni siquiera un poco. Lo dejo así porque luego se enojan conmigo. Río mientras se van a bailar junto con los padres de Nicola.
-Ven.- Nicola me toma de la mano y me lleva corriendo hacia afuera del salón. Dejamos a Jose cuidando de los pequeños. Será muy raro pero el siempre se lleva bien con ellos.-
Corremos por un gran pasillo hasta dar la vuelta en una esquina y salir hacia donde ya se puede sentir el aire libre. Le diré así porque no se me las partes de un barco honestamente. Ahí estaba la verdadera diversión. Todos los chicos de nuestra edad en una especie de fiesta loca ahí. Luces de todos colores, globos, música fuerte que retumbaba en nuestros oídos.
-Esto es increíble.- dije en voz alta, pues de otro caso no me escucharía- ¡Una locura!
-Justo para locos como nosotros. - dijo Nicola en el mismo volumen.-Un tipo vestido de mimo llega y nos empieza a hacer de reír con su imitación muy real de encerrarnos en una caja transparente, rodeándonos y mirándonos curiosamente. Sonríe un poco y hace un chasquido. La caja desapareció. Ahora lo que hace es tomar dos globos que estaban amarrados en un extremo de una silla y nos da uno a cada uno. Rojos, en forma de corazón. El tipo ha de ver en mis ojos lo que siento por él. Miro a icola y el está feliz, riendo y haciendo caso de lo que el mimo le señala. Hace como que el tipo le amarra las manos con un tipo de hilo transparente, y también su cuello. Sigue riendo mientras hace que se de la vuelta y quede mirándome. Después hace lo mismo conmigo, toma los dos "hilos" y los junta. No hacemos nada. El mimo hace rabietas sin sonido y da un tiro nuevamente. No entendemos lo que intenta hacer. Así que se desespera y nos toma de las nucas con cuidado haciendo que nos juntemos y nos demos un beso. Uno pequeño pero sentí hermoso. Volteamos con el mimo, éste aplaude y sin hacer más, se va.
-Lindo...- dije mirando hacia el mar.-
-Si, demasiado...- Nicola me abraza por detrás y me da un beso en el cuello.- Ven, quiero enseñarte algo.Caminamos lentamente entre la gente que se divierte, que fiestea, que hace de todo. Pero parece que nosotros somos aparte, nos divertimos por nuestra cuenta. No necesitamos a nadie más para ser felices en ese momento.
Caminamos por los pasillos tomados de la mano, Nicola va un poco más rápido que yo así que y voy a un paso atrás. Llegamos a la habitación 17 A, seguramente es la que le dieron. Saca una llave, y abre la puerta.-Vamos- entramos juntos- Tengo que mostrarte algo.
Me siento en la cama mientras él busca en sus cajones. Dice "Aquí está" y se sienta a mi lado.
-¿Recuerdas cuando teníamos nueve años?- asentí.- Fuimos a la playa una vez y por accidente hice que perdieras tu pulsera favorita.
-Si, me molesté mucho Porcella.- dije recordando aquel momento.- Pero fue hace mucho tiempo, no hay motivo para recordarlo.
-Claro que lo hay linda- tomó mi mano y en mi palma dejó un anillo igual al que perdió hace nueve años.- Nunca me repuse del bofetón que me diste.
-¿En serio?
-No.- sonrió- De lo que no me repuse fue de verte casi un año siendo rara conmigo, portándote "normal" mientras yo sabía que estabas triste por mi culpa.
-¿Y por qué hasta ahora?- era hermoso que hiciera eso por mí, pero... en serio, ¿Por qué hasta ahora?-
-Estuve buscando por largo tiempo uno parecido.- suspiró- Nunca lo encontré. Bueno... hasta hace poco. Y estaba buscando el mejor momento para dártelo.
-¿Y elegiste bien?- pregunté-
-Creo que sí.- me miró a los ojos algo sonrojado- Qué mejor momento que éste... después de que un loco mimo haya hecho que nos besemos.
-Vaya... entonces si es perfecto- me puse de pié.- Tengo que irme.
-¿Por qué?- preguntó el- ¿Ya te aburrí? ¿Te molestaste?
-No...- bufé- Es solo que mañana quiero despertarme temprano para ver cómo se ve el amanecer en alta mar... no se si me entiendas. Estoy algo loca.
-No, no... es lindo.- se volvió a sonrojar- Está bien. Nos vemos mañana...Sonreí y me di la media vuelta para dirigirme a la puerta. Con lo que no contaba era que Nicola se levantaría, iría hacia mí y me abrazaría por la cintura respirando en mi oreja. La piel se me erizó mientras olía su perfume único e hipnotizante.
-Por favor no te vayas- susurró antes de besarme en el cuello-
Continuará...
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The Story Of Us ♥
أدب المراهقين¿Por qué te enamoras? es decir... siempre es de la persona equivocada. Haces todo por ella y te paga con lo peor del mundo. eso me pasa con Nicola. Es mi mejor amigo desde pequeños y desde que recuerdo he sentido algo especial por el y no se da cuen...