The Story Of Us ♥

¿Acaso me he enamorado?

-Marcooo...- canturreaba Alex-
-¡¡POLO!!- gritaba como histérica mientras bebía un poco más de refresco-

Han pasado varios días y me siento de lo mejor. No he visto a Nicola porque se fue a otro estado a jugar en el torneo de básquet anual. Yo antes siempre iba con él para animarlo y pasar un buen rato. Pero ahora no me llamó ni yo quise llamarlo... aun así le deseo lo mejor.

Por mi parte me llevo de maravilla con Alex y cada que podemos salimos a pasear, el me muestra sus lugares favoritos y yo lo llevo a los míos. A estas alturas el es algo así como mi mejor amigo. Puedo contarle todo, hacer lo que me gusta sin tener que temer a lo que el me diga, ya que el es como yo. Somos iguales.
Mientras el cambiaba el CD del reproductor yo escondía nuevamente mis pies en la arena. Me gusta sentir como el agua de mar los masajea naturalmente. Alex volvió y me abrazó por los hombros mientras el nuevo CD iniciaba.

-¿Ves? Es mucho mejor sonreír, que estar todo el día con la cara larga- dijo sentándose a mi lado- Espero verte así más seguido.
-Lo harás- afirmé- Todo por mi mejor amigo.
-Ah...- suspiró teatralmente- Me vas a hacer llorar de emoción... oh, basta, basta.

Tengo que admitir que está mejorando. Sus abrazos me hacen sentir segura, me hacen sentir completa y feliz. ¿Acaso me he enamorado? Nos ponemos de pié y empezamos a jugar con la pelota de playa. Las olas casi revientan en nuestros pies y no hay demasiado sol. Es un día perfecto.
Empiezo a hacer trampa, como siempre y me alejo a toda velocidad con la pelota en mis manos. El va detrás de mí riendo y gritando que me detenga. Yo, como niña pequeña le saco la lengua y me detengo. El se abalanza sobre mí y caemos a la arena. Reímos divertidos de nuestra caída y de pronto... parece que es un momento especial. No hay personas, las olas relajan tanto que podría quedarme dormida ahí mismo. Alex acaricia mi mejilla lenta y delicadamente antes de acercarse cada vez más a mí.
Junta nuestros labios lentamente y yo no hago nada. Solo cierro los ojos y me imagino que el beso es de Nicola... me abandono y me dejo besar. Me siento segura en sus brazos y el no intenta nada, me respeta, me comprende... ¿Me quiere?
Abro lentamente los ojos después de aquel beso y confirmo que no es Nicola. Me decepciono un poco y me pongo seria. Odio admitir que en realidad quiero estar con él. Pero soy muy injusta con Alex, el no se merece esto.

-Creo que tenemos que irnos- dije en voz baja mientras me levantaba- Tengo algo que hacer.
-Está bien.- fue lo único que el pronunció-

Durante el camino no dijimos nada. Pero si seguí aferrada a él, y no al bendito sillín. Hay algo en su moto que me calma y las carreteras ya no se me hacen depresivas como antes. Cuando llegamos a mi bloque de departamentos, bajo con cuidado de la moto con la ayuda de Alex.

-Llegamos- dijo con una sonrisa-
-Gracias por traerme- sonreí al igual que el, algo sonrojada-
-¿Quieres salir mañana?- preguntó tímidamente- Tengo un lugar especial para mostrarte.
-Está bien... ¿Te gustaría a las seis? Es que mañana es el examen de historia y yo...

Volví a sentir el contacto con sus labios. Esta vez estaba segura de que era él, lo abracé y correspondí a su beso de una manera más atrevida que antes. Yo no cooperé mucho, pero era el que ya se sabía de memoria los movimientos.
Nos separamos y nos dedicamos unas sonrisas tímidas, ambos ruborizados y alegres. El volvió a subir a su moto y me volvió a mirar intensamente con sus ojos tan lindos.

-¿Entonces, a las seis paso por ti linda?- preguntó algo más confiado. Yo solo asentí mordiendo mi labio inferior con timidez, el soltó una risa divertida y se fue-

Subí por las escaleras casi cinco pisos sin sentir dolor alguno, estaba feliz por saber que hay más personas que quieren verme feliz, ya no es solo Nicola, el solo me ha hecho daño y lo tendré que olvidar de alguna manera. Ambos merecemos un final algo feliz. O por lo menos pasable.
Llego a casa y no tomo nada. No tango hambre, me meto entre las sábanas limpias y me quedo profundamente dormida. Ya no me importa reprobar ese examen. Me siento bien.

"Así es... tengo que admitir que está mejorando..."