Cuentos Pokémon

La vieja mansión (1° Parte)

No soy de las historias de terror, ni mucho menos del suspenso... traten de verle el lado bueno a esta historia, pls.

Sinnoh. Una de las regiones más al norte del globo. Prueba de ello es su zona norte, nevada en su mayoría, con ríos y lagos parcialmente congelados y glaciares eternos. Pero también cuenta con gran cantidad de biomas y lugares interesantes para estudiar y visitar. Desde las minas de carbón en Ciudad Pirita hasta la Montaña Dura en la Bahía Gresca, sin olvidar el céntrico Monte Corona que divide la región; cada uno de los lugares que pueden ser recorridos a pie o en vehículo es un espectáculo.

Pero nada es más interesante y atrayente tanto para un estudioso como para un simple viajero como lo es el Bosque Vetusto. Una gran masa verde de vegetación, espesa y densa por kilómetros que lo transforman en un verdadero laberinto difícil de cruzar. Hasta un Campeón puede perderse fácilmente si no presta atención a su alrededor.

Además de poseer una diversidad de Pokémon propios de habitada boscoso, los Pokémon fantasma y siniestros pueden ser vistos deambulando, jugando y haciéndole bromas pesadas a los viajeros.

Los Pokémon insecto como Wurmple y Kricketot son extremadamente abundantes, sin mencionar las evoluciones del gusano rosado. Es extremadamente importante tener cuidado con su cabeza ponzoñosa, pues puede inyectar una buena cantidad de veneno.

También, si tienes un poco de suerte, puedes cruzarte con una familia de Buneary, los cuales a pesar de ser muy amistosos con las personas que ven, son realmente cautos y precavidos, por lo que sería buena idea no pasarte de listo con estos lindos Pokémon. Muchas niñas ricas y damiselas van a este bosque para intentar atrapar uno, sólo porque les recuerda a un muñeco de felpa. Un pensamiento demasiado infantil y egoísta para con el pobre conejito.

Además, si logras quedarte por la noche en el bosque, aunque debería decir "si no te queda de otra", puedes apreciar con mayor detenimiento la gran cantidad de Pokémon fantasma como Gastly y Misdreavus que despiertan para jugar en la tranquilidad de la oscuridad.

Por supuesto, y te lo recomiendo por experiencia propia, cuídate de los Murkrow. Esos pequeños sabandijas, como no te enteres a tiempo, te habrán quitado todo aquello que consideren valioso de robar, desde tu reloj hasta tus pobres ahorros en monedas brillantes. Una vez me robaron la única Lujoball que tuve jamás... fue horrible.

El Bosque Vetusto, un increíble lugar rebosante de vida Pokémon, imbuido en su propio aire salvaje e indomable, cubierto hasta la cima por las gruesas copas de sus árboles, lo cual le confiere al bosque un ambiente lúgubre y siniestro, al no dejar pasar demasiada luz.

Pero sin dudas, la mayor atracción de lugar no es el bosque mismo, ni mucho menos sus Pokémon. Se dice que, en lo más profundo de aquel bosque, en la parte más oscura y jamás explorada del laberíntico bosque, una vieja casona que otrora debió de pertenecer a una persona de mucho dinero, se irgue sobre una pequeña superficie poco densa, permitiendo que su desconocido techo sobrepase la copa de los árboles y se pierda de la vista de los visitantes.

Se dice también que sus ventanas, siempre limpias y transparentes, permiten ver desde fuera el oscuro interior, dejando al descubierto la suntuosidad del lugar. Las cortinas que deberían cubrirlas están allí, pero se cree que fueron recogidas por fantasmas, para que el siniestro aire del bosque penetre en la gruesa construcción.

Por otro lado, se dice que la entrada, un amplio y fino pórtico pintado limpiamente en blanco, cuenta con una gran puerta blanca de madera de cedro, finamente ornamentada con motivos bañados en dorado y un pomo de oro puro en el centro.

Sin embargo, la entrada no es particularmente atractiva por su belleza en el diseño. Lo que se dice respecto a esa entrada, es que por algún motivo que se escapa al del entendimiento ordinario de las personas que logran llegar hasta aquella parte del bosque, es que está custodiada. No se trata de un Pokémon que este montando guardia, ni mucho menos de algún sistema complicado de seguridad. Ni siquiera de un aviso de "no pasar".

Se dice, sobre la vieja casa abandonada del Bosque Vetusto, que es custodiada por un anciano mayordomo, perfectamente vestido y limpiamente alineado con la imagen que se podría tener de un sirviente, y por una pequeña niña de no más de ocho años, la cual parece siempre sonriente, como agradeciendo e invitando al posible visitante y huésped de honor.

Se dice, que ambos personajes, envueltos en un halo de oscuridad y misterio, te invitan cortésmente a pasar y disfrutar de la merienda en la Vieja Mansión.