El tiempo volvió a pasar rápidamente y, una vez más, mi vida se encontró con una encrucijada sin camino. Primero fueron días, luego meses, hasta que finalmente pasaron algo más de cinco años, hasta que me di cuenta de que no tenía nada más que mis Pokémon.
En mi cumpleaños diecisiete, luego de tantos años cuidando, entrenando y aprendiendo de Pokémon, hoy me toca completar el círculo de aprendiza Pokémon, y es tiempo de que regrese a darle mis saludos a Nidoking.
Mi preciado compañero, el cual descansa tranquilamente y en paz en la Torre Pokémon de pueblo Lavanda. Hoy era también el aniversario de su partida.
―Te extraño, amigo.
Era demasiado silenciosa esa parte de la torre, por lo cual era fácil escuchar y percibir los movimientos de las personas y de cualquier cosa que pudiera estar acechando o rondando.
Pero ni aún con mis sentidos veteranos de Rocket pude sentir sus pasos acercarse por mi espalda, hasta que su respiración y sus palabras me sorprendieron cuando ya lo tenía sobre mí.
―Así que, ¿aquí está Nidoking?
No hizo falta que lo mirara para darme cuenta de que era él. Podía recordar con claro detalle su masculina voz. No era necesario que me volteara para verle el rostro, pues podía visualizarlo fácilmente. Sentía su vista clavada sobre mi espalda.
―¿A qué vienes?
―A honrarlo. Lamento mucho que se haya ido.
No mentía. Podía notar que decía la verdad, y que la decía con profundo dolor en cada palabra y en cada profunda respiración, lo cual me alertaba de que estaba incómodo. Pero aún así, sabía que él quería estar aquí, conmigo, en mi dolor.
―Falleció el año pasado... justo el día de mi cumpleaños.
Probablemente, mi voz se escuchaba ahogada o cortada, pues se sentó al lado mío esperando a que dijera algo más; pero no pude soltar palabra alguna. Tenía ganas de llorar, y él lo vio.
―Puedo dejarte para que llores. Sabes, yo entiendo lo que sientes.
―¿Cómo...?
―¿Recuerdas a Golem?
Ese mismo Golem que nos había derrotado desde que era Graveler, y del cual Nidoking pudo vengarse al final. ¿Cómo olvidar a ese grandioso Pokémon?
―Golem también falleció, aunque él se fue un fin de semana. ¿Sabes que día?
Negué con un ahogado gemido mientras hundía mi cabeza entre mis rodillas.
―El día que nos conocimos―se rió tontamente―. Bueno, en realidad el día que nos cruzamos a las afueras de Celeste. ¿Recuerdas ese día?
Mi vista fue hasta donde ese chico estaba y lo vi tal cual ese día, con la gorra y el chaleco con el diseño oficial de la Liga Añil. Estaba allí, igual que aquella vez, hasta que se desvaneció y se transformó en el rostro y cuerpo de un chico adulto, de tal vez mi edad. No habían demasiados cambios, pero su rostro era más definido y comenzaba a notársele la barba, y su cuerpo era mucho más fornido que entonces.
―Tú te vez igual que aquella vez, jeje.
―¿Sa-sabías que era yo...?
―Siempre lo supe.
¿Siempre lo supo, y no me lo dijo ni una vez?
―Y... ¿por qué no dijiste nada?
―¿Qué?―volvió a reír― ¿Ibas a creerme en aquel tiempo? Además, siempre que nos veíamos, peleábamos. No voy a decir nada sobre tu trabajo con el ex-líder de Gimnasio de Viridian pero, me alegra que todo haya terminado.
―¿Terminado...?―no es que hubiera escogido la palabra equivocado, sino que se la había dicho a la persona equivocada― ¡Para mí no termino! ¡Nada termino! ¡Tú lo arruinaste todo, pero nada termino para mí! ¡Me lo quitaste todo! ¡TODO!
Mi sangre hervía en ira y estaba lista para saltarle sobre el cuello a la razón de mi fracaso en todo. Pero no lo hice. En cambio, caí llorando en sus brazos, o mejor dicho, él me sujeto en sus brazos para que pudiera llorar; y allí me quede, llorando por todo aquello que había querido ser, por lo que no pude ser y por lo mal que me fue siendo lo que fui.
―Tal vez sea cierto pero, déjame decirte que te estoy agradecido. Si no fuera por ti, probablemente hubiera caído en el mismo lugar que tu. No quiero ser egoísta ni insolente pero, gracias por ser mi enemiga en ese tiempo. Ese hecho me dio la fuerza para salvarte.
―¿Salvarme...?
―Si no hubiera intentado acabar con los Rocket, estaba seguro de que te perdería para siempre Myri. Si no lo hubiera hecho, me arrepentiría para siempre. No quería que eso pasara, otra vez.
Su abrazo se volvió más firme y pude sentir los latidos de su corazón retumbándome en la cabeza. Los conocía a la perfección. Conocía a este chico desde hace más tiempo del que podría recordar. Él era especial para mí.
―Tommy...
Fin
Otra historia que termina...
Ya veré que más se me ocurre. Hasta entonces, busquen mejores historias por Wattpad, y denles una oportunidad.
¡Hasta otra!
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Cuentos Pokémon
AléatoireSerie de historias o cuentos cortos sobre Pokémon, algunas basadas en historias de los videojuegos y hasta del manga, aunque otras se tratara tanto como sea posible de que sean originales. Los cuentos serán cortos, de hasta cinco o seis partes, y co...