Nuestro campeonato mundial (I)

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¡Hola! ¡Estoy muy contento!

(lean hasta el final, pls)


Primero paso


Pokémon. Cuando escuchas esa palabra en boca de niños jugando en la calle, en la conversación de viejitos quejosos, cuando lees diarios, escuchas la radio y ves los noticieros. Cuando tu profesor de matemática crea un problema de trigonometría con una Pokéball, trazando una parábola hasta golpear a un Aggron, logrando capturarlo.

Nuestro mundo se ha vuelto muy dependiente de estas pequeñas criaturitas mágicas con poderes y cuerpos asombrosos, viviendo en biomas tan variados, cuantos más de ellos hay en la actualidad.

Cosas tan simples como ir al colegio o comprar una planta de lechuga en el supermercado, se han vuelto toda una aventura desde que los posters y pancartas con sus pequeños rostros tan amigables y lindos se han vuelto virales con las últimas actualizaciones e invenciones.

Todo era tan maravilloso y brillante con estas pequeñas maravillas adornando las esquinas, los edificios, los lápices e incluso la ropa interior. Ojalá fueran mucho más que solo una franquicia.

El profesor golpea la pizarra con el borrador y nos da su típico sermón sobre no cruzar la calle persiguiendo un Whismur sin ver antes ambos lados.

Corro fuera del aula y bajo las escaleras del colegio privado San Expedito, con la misma rapidez con la que suelo despedirme de los molestos del colegio, para esconderme en los baños del colegio a jugar una versión viejísima de Pokémon: Rojo Fuego o, actualmente, Esmeralda.

Llego hasta los patios de recreo interiores del colegio y me detengo para ver si nadie esta esperándome. Pero no hay nadie y retomo mi carrera, cruzando los cuatro patios temáticos en unos pocos segundos, y llego finalmente hasta una de las salidas traseras del colegio, donde mis mejores amigos y Trainers me esperan.

―¡Lo siento!―grito apenas llegar―. Debía asegurarme de que no me siguieran.

―No te preocupes, Rain―dice un chico alto con gafas―. Fue lo mismo para nosotros.

Mi nombre, o mejor dicho, el "Nick" con el que conocían en Pokémon es Rain, debido a que el día que lo cree llovía como condenado, además de que estaba deprimido.

El chico de gafas, cuyo "Nick" es BlueAkuma, nombre típico de los jugadores MMO veteranos, es un chico mayor que yo por dos años, que lleva en el mundo de Pokémon casi desde nacimiento. Es el que más sabe y entiende sobre estas criaturas, desde métodos de crianza hasta formas eficientes de capturarlos. Según recuerdo, tiene la Pokédex completa y actualizada.

Miro hacia un costado, al lado de Blue, donde una chica de mi edad sonríe graciosa y comienza a dar brinquitos muy chistosos. Ella es Aura, y junto a mi es casi una novata, aunque actualmente está a un paso de ser la mejor coordinadora del colegio. De mi estatura, figura esbelta y grandes faroles celestes, es de las chicas más populares del primer año. Como dato curioso, la conozco desde el jardín de infantes.

―Te vimos cuando corrías como un cobarde, como si huyeras de una estampida de Tauros y Bouffalant.

A pesar de haberse reído de mí con su comentario, no me moleste en absoluto. Les empujé por la pequeña puerta de servicio utilizada por los cocineros y salimos hacia la calle, tomando rumbo al centro comercial de la ciudad, que gracias al cielo quedaba a tan solo cuatro manzanas.

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