Perspectiva de Christian Grey
La observo dormir muy maravillado por su belleza, por lo hermosa que se ve mi mujer sin siquiera proponérselo, es una perfección, le acaricio lentamente su mejilla cuidando no despertarla y lo consigo pues tiene un poco el sueño pesado, no me canso de hacer esto todas las mañanas, despertarme un tiempo antes de ella para obsérvala dormir mientras agradezco a Dios por haberla puesto en mi vida, en mi camino, para guiar mi rumbo y salvarme de aquel pozo de auto desprecio. Me quedo viéndola como un idiota sintiendo su respiración calmada golpeando contra mis pectorales moviendo mis finos vellos, me relajo ante ese pequeño soplido que sus labios entreabiertos expulsan un poco cansado recuperando quizás aun las fuerza de las tremendas corridas que nos dimos en la madruga, me dejo envolver por su dulce aroma ignorando la presión de mi bóxer y el dolor de mi codo al estar recostado sobre este.
El tiempo comienza a pasar pero es lo de menos importante, espero como un loco que pasen los diez minutos exactos que faltan, los diez minutos que no tardan en llegar y que me siento completamente feliz al verla abrir lentamente los ojos apagando con su otra mano la alarma, bañándome con la luz de su mirada al igual que toda nuestra estancia, nuestro nido de amor. Le sonrió y ella me devuelve la sonrisa como todos los amaneceres tapándose con las sábanas blancas que la cubren únicamente a ella pues se la envuelve en su cuerpo, dejando a la vista el bulto de mi entrepierna ceñido en mi bóxer, no importa pues ella al igual que yo conoce cada parte de mi cuerpo, es normal tener una erección de solo inhalar su aroma.
-No entiendo porque te tapas. –niego con la cabeza besando su frente al hacer que la sabana descienda un poco permitiéndome ver el inicio de su cabello castaño un poco desordenado, frunce un poco le ceño negando lentamente.- Siempre te he dicho lo hermosa que eres al despertar. –
Niega con la cabeza –nuevamente- al después de unos segundos permitirme ver neuvamente sus azules ojos, sus dos zafiros que llegaron a mi vida para bañarla de luz espantando las sombras, sus dedos un poco adormecidos acarician mi pectoral donde está el tatuaje que permanecerá para siempre, al igual que las marcas que me hizo aquel hombre, pero ambas cosas me hacen más fuerte, las que me hizo aquel hombre con el cigarro me recuerda todo lo que he pasado y sigo aún de pie mientras el tatuaje con tan importantes nombres me recuerdan una y otra vez que es por lo que yo lucho, yo lucho diariamente por ellos.
Me besa el pectoral izquierdo frotando con su nariz cada nombre, cada letra de su nombre para luego pasar por lo de nuestros hijos, suelto un pequeño gruñido a la vez que mi corazón se comienza a acelerar enviando más toques de electricidad a mi entrepierna de manera lentamente tortuosa, disfruto de este momento, de sus manos traviesas frotándose contra mis abdominales, no se mete debajo de bóxer, en ese lugar caliente donde espera un buen trozo de carne pues sabemos que en las mañana no podemos hacer el amor y bueno es mala para dejarme con una erección más dolorosa. Ambos nos sonreímos como dos adolescentes enamorados mirándonos directamente.- No entiendo porque te levantas sierpe tan temprano. –
-Tengo mis motivos. –le guiño un ojo sin romper la conexión de miradas, azul vs gris la mejor mezcla de colores. En los pisos de abajo ya se escucha los pasos caminado de Gail dirigiéndose a la puerta permitiendo el ingreso seguramente de María que ha llegado temprano pues son las seis y media, pero ahora todo se puede ir a la mierda pues nada arruinara nuestro momento, nada causara que nuestra burbuja que hemos amoldado con nuestro a amor explote, nada excepto nuestros hijos.- Te amo, señora Grey. –
-Me lo dice todas las mañanas señor Grey. –sus manos rodean mi cintura, su cabeza se reposa en mi pectoral izquierdo, y hago lo mismo con su cintura protegida por una bata de sed negra. Ambos nos abrazamos, ambos permitimos que el calor de nuestros cuerpos se unan muy bien mientras miramos distintas partes. Yo el techo y ella los pequeño rayos de sol que ingresan por la cortina media abierta, un día precioso hace hoy pero lastimosamente me la pasare trabajando yo, Anastasia en su editorial y lo niños acá jugando en el parque pero espero que el sábado y domingo haga un sol igual de intenso que este, un día precioso para pasar momentos con mi familia.- Créeme que nunca me olvidaré que me amas tanto como yo lo hago. –
ESTÁS LEYENDO
Las Sombras de Grey III
FanfictionCortas historias donde Anastasia, Christian, su familia y amigos son los protagonistas. Continuación de Las Sombras de Grey I y II.