Noveno Capitulo

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Perspectiva de Christian Grey

Nuestros labios se amoldan de una manera perfecta, casi mágica, nos besamos como si no existiera un mañana, bueno siempre que la beso siento la sensación de que todo el mundo se detiene, sus labios son la destrucción y mi salvación a la vez, me fascina la manera en que se mueven acorde a los míos en un movimiento ya familiar. Hoy es uno de los días más felices y este es uno de los mejores besos, aunque claro cada beso es mejor que el anterior, cada día inventamos un beso mejor, cada día nuestro amor se vuelve más grande, sí es que eso es medianamente posible.

Nos separamos por falta de aire a la vez que la doctora Green pronuncia con una cálida sonrisa tan característica de ella, una sonrisa dirigida a los dos.- Que bueno que ya hayan dejado de besarse. –niega de un lado para otro asegurándose su bata blanca, desapareciendo unas arrugas inexistentes guiñándole un ojo a mi mujer que se sonroja un poco. No entiendo porque, somos esposos no hay nada de malo en besarnos. Sus manos descansan en mis hombros.- Por favor vengan. –

Ante la mirada mordaz que me lanza mi preciosa mujer con leve desgano le hago un gesto de disculpa a la mujer que camina hacia su escritorio ya dándonos la espalda, ni siquiera me está viendo así que decido hablar para que mi gruñona mujer no se moleste. Gruñona pero preciosa, una combinación perfecta.- Lo siento, doctora por el beso solamente fue una manera de celebrar. –

-No hay problema señor Grey, con tal que no me bese a mí no me hago líos. –una carcajada se le escapa sentándose en una silla giratoria, de solo imaginarme besándome a aquella doctora mi cuerpo se me escarapela, no es que sea fea sino que simplemente ella, no es la mujer que en sus azules ojos brillan los celos. Ya comenzó con eso de las hormonas alborotadas y no me incomoda, ya estoy acostumbrado a eso, tres embarazos me ha hecho adaptar.- Además he presenciado celebraciones un tanto más privadas en los años de llevo trabajando. Supongo que se acordará una de esas. –

-Lo hago perfectamente. –pronuncio con un leve desgano ayudando a mi diosa bajar de la camilla, mis manos rodean su cintura besando su cabeza y ella me abraza ocultando su cara en mi pecho un tanto avergonzada seguramente recordando aquella vez que casi hicimos el amor en este mismo consultorio cuando nos enteramos que Anastasia estaba embarazada de Phoebe, justificando eso cabe mencionar que éramos un tanto más jóvenes, ahora solamente celebraremos en nuestra casa, en nuestro cuarto, en la noche, una celebración que se extenderá hasta la madrugada y que mi mujer no dejará de mencionar a todos los dioses y los santos. Ayudo a Anastasia sentarse en la silla y yo me siento a su lado, cogiendo su mano, entrelazando nuestros dedos. Miramos a la doctora.- ¿Algo va mal con el embarazo? ¿Algo le pasa a nuestro bebe? ¿Se puede hacer algo para solucionarlo? Tengo todo el dinero del mundo para costear lo que haga falta pero mi tercer hijo tiene que llegar sano. –

Y comienzo a lanzar preguntas un poco angustiado al ver la mirada que me lanza aquella mujer, preguntas que no logra responder pues sale una tras otra pero que me callo al Anastasia darme un apretón en la mano y acariciar mis nudillos para que me relaje, ella sabe perfectamente como calmarme. Me sonríe y yo asiento guardando silencio.

-Qué bueno que término. –Niega divertida dando unos cuantos golpes en su escritorio con un lapicero, un sonido que es un tanto irritante.- Sigue igual de preocupado que siempre. –y usted sigue igual de joven que siempre, no cierto ya le ha salido un par de arrugas. Sacudo la cabeza pues mis burlas internas no son para nada maduras, no son correspondientes para un empresario como yo, me cruzo de piernas asintiendo con la cabeza para que continúe.- No le ha pasado nada al bebé, aunque no cumple aún los tres meses puedo informar que se va desarrollando muy bien. El tema que quiero tratar con ustedes es otro. –ahora pasa a mirar netamente a mi mujer, que ahora ya su rostro está perfectamente blanco sin ninguna señal de vergüenza.- Acostumbro preguntar esto cuando den a luz al tercer hijo, pero con ustedes lo quiero hacer ahora para que lo piensen bien durante el embarazo y cuando ya tengan al bebe decidan qué hacer. –mi mujer asiente y yo no comprendo mucho cual es el punto, no me gustan para nada los rodeos así que espero pacientemente a que diga lo que tenga que decir, bueno no tan pacientemente pues permanezco golpeando el suelo con mi zapato. – Es sobre la colocación del DIU. Ustedes son personas con dinero así que no deben tener problemas con criar a cuantos hijos les plazca, pero siempre es bueno tener esa opción. –

Las Sombras de Grey IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora