Décimo Tercer Capitulo

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Perspectiva de Christian Grey

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Perspectiva de Christian Grey

El sol que brilla como nunca antes en el cielo azul hace que las letras de aquel perfecto nombre que lleva inscrito en el barco en el que pasaremos el fin de semana brille más, cada letra que lo conforma. Una lenta opresión en el pecho se me forma, un pequeño nudo que se desajusta fácilmente al tener a mi hija en mis brazos, al con sus manitas acariciar mis ojos obligando a cerrar mis parpados.

-No estés tliste, papi. –su voz es como la mejor medicina, sus palabras quizás no tan perfectamente pronunciadas me ayudan a concentrarme en el presente y obligarme a forzar una sonrisa. El dolor defectivamente no es el mismo pero a veces, en algunas oportunidades me es inevitable que unas leves lagrimas se me escapen de mis ojos de solo recordar a tan magnifica mujer que es una de las impulsadoras que esté acá hoy en día, siendo feliz. Las piernas de mi pequeña rodean la parte alta de mi cintura mientras con mis manos la abrazo más fuerte, necesito un poco de ella para calmar esta leve opresión. Mi pequeña me besa el cuello lentamente, sus cálidos labios se posan ahí y al sentir ese leve toque siento como todo se calma. Es mejor que el sonido cercano del mar, mucho más relajante. Nuestros grises ojos hacen conexión, a ambos se nos dibuja una leve sonrisa mientras le beso su frente.

-No estoy triste. –miento quizás de la mejor manera aunque no es una mentira completa, ahora no estoy triste.-Te quiero, pequeña. –no hay palabra más verdadera, aunque quizás ese te quiero no pueda abarcar de manera justa todo esto tan grande que siento por este pequeño ser, por este ser que es uno de los tres motivos, bueno ahora cuatro, por los que lucho cada día.- Te quiero mucho pequeña. –

-Y yo a ti. –suelta en una lenta carcajada, tal vez aún no sabe el significado de aquella palabra, tal vez no comprenda verdaderamente que es querer pero sé que lo hace. No hace falta que me lo diga para saberlo, solamente hace falta verla sonreír, sentir sus cálidos labios besando mi mejilla, escuchar sus carcajadas cuando con mi barba le hago cosquillas. Nos quedamos viendo ambos fijamente. Los demás comienzan a subir al barco poco a poco pero nosotros dos nos quedamos en medio del muelle, sobre este suelo de madera que está un tanto mojado por las olas que golpean. Frunce un tanto el ceño a la vez que con su mano señala hacía el barco que se mueve en movimientos un tanto leves por el mar. Su dedo señala específicamente el nombre.- ¿Qué dice ahí papi? –

-Theodore ten cuidado. –suelto en un tono un tanto demandante al observar como mi hijo corre rápidamente muy emocionado hacia el barco, a mitad de camino al escuchar mi voz se detiene al igual que su prima y con una leve sonrisa de disculpa continua su camino con más calma cosa que me deja más tranquilo. Me vuelvo a concentrar en Phoebe que me observa con sus ojos brillantes de curiosidad, hambrienta de información, tiene la misma mirada cuando su madre intenta sacarme algún tipo de información.- Dice Grace. –

-Glace. –suelta una leve carcajada al aún no poder pronunciar el nombre muy bien, a veces le sale, carcajada que yo acompaño con un sonrisa más amplia, a mi madre en definitiva le gustaría escuchar a su nieta llamarla de esa manera, le gustaría oírla pero sé que lo hace, sé que lo hace cuando un fuerte viento nos golpea a ambos, nos golpea moviendo su cabello y el mío a su vez levemente, un viento que llega a nosotros no tan violento sino como una tierna caricia.- Como mi abuela. –

Las Sombras de Grey IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora