Las Sombras de Grey III

Décimo Primer Capitulo

Perspectiva de Anastasia Steele

Con una sonrisa recibo gustosa las caricias que Christian hace pausadamente en mi vientre aún plano, lo acaricia lentamente de un lado para otro otorgando castos besos a su paso haciéndome reír mientras miro el techo de nuestra habitación. Es maravilloso saber que aun sin haber nacido, sin conocer el sexo ni mucho menos tener una ecografía como él ya lo quiere y yo también obviamente. Ambos lo queremos mucho, ambos ya deseamos que este acá con nosotros, durmiendo en nuestra cama entre los dos por un tiempo, ya deseamos verlo pero tendremos que esperar tal como lo hicimos pacientemente con Ted y Phoebe, bueno pacientemente yo, porque Christian estuvo muy desesperado porque vinieran tal como lo está ahora.

Su barba creciente frotándose en esa parte obliga a mi sensible cuerpo soltar unas cuantas carcajadas que parece disfrutar, porque lo hace más, se dedica a frotar cada parte de mi vientre desnudo mientras la cama se sigue amoldando perfectamente a nuestros cuerpos, la cama que tiene ya nuestro olor impregnado de tanto tiempo que ha sido nuestra, la cama que también lleva tantos recuerdos presentes de noches de amor en la que solamente hablábamos abrazados hasta quedarnos dormidos o noches de pasión en las que hablar era lo de menos, en donde las palabras simplemente se perdían en toda la amplitud del cuarto. Noches de pasión donde tres hermosos niños hemos creado.

Mis carcajadas continúan antes las caricias de Christian, que si bien es sobre-protector conmigo normalmente, cuando estoy embarazada pareciera que una alarma en su mente se activa para ser el triple de sobre-protector, el triple de preocupado por la seguridad pues siempre se queda analizando hasta el más mínimo detalle, no me molesta pues amo como es, amo cada faceta que tiene, amo como es mi esposo y sé que no hubiera escogido otro mejor. No hay otro mejor hombre que él.

-Papi ya desea que estés acá. –pronuncia Christian en un momento dado cuando la alarma suena pero estirando mi mano la apago para que dentro de media hora vuelva a sonar, cuando son las siete y media pues siempre los sábados y domingos nuestros hijos duermen hasta tarde. El sol ingresa por las ventas que mantiene sus cortinas abiertas y que da directamente al cabello revuelto de Christian un tanto largo para lo que acostumbra tenerlo.- Para poder jugar juntos pero tenemos que esperar por un poco más de tiempo. –

Se queda en silencio el cual respeto, su cara se recuesta un poco en mi vientre, mientras hago a mis dedos perderse en su cabello al igual que sus caricias en mis muslos ponen mis finos vellos de punta al instalar toque de electricidad que se concentran en una parte de mi cuerpo. Me trago las hormonas desesperadas y desenfrenadas que hacen sus explosiones una a una en mi vientre mientras sonrió, no puedo tener sexo con él, no ahora cuando tenemos ya un día planeado, el día de hoy, ya en la noche tendremos tiempo para pasar tiempo de calidad con él.

-Te amo. –al igual que todas las mañana vuelve a repetir esa palabra, esa palabra que nunca me cansare de escuchar. Su cabeza se despega de mi vientre para mirarme a mí con su sonrisa tan encantadora, sus grises ojos muy brillantes. Sus labios se acercan un poco a mi rostro y sin importar el aliento mañanero que tenemos ambos unimos nuestros labios en un beso casto, un beso casto pero que pareciera que fuera como si dos estrellas hicieran colisión, un beso casto pero maravilloso a la vez que nos hace a ambos sonreír.- Gracias por la hermosa familia que me has dado. –

Es bueno ser agradecido, siempre he oído eso, pero Christian en muchas ocasiones se pasa de agradecido, al todos los días darme las gracias por lo mismo pero me hace sentir feliz, completamente feliz saber que se siente bien por esta familia, que no se arrepiente por nada de esto. El aire golpea nuestros cuerpos pero nuestra burbuja es mucho más fuerte, es mucho más poderosa y compacta, nuestras burbuja solo puede ser destruida por el llanto de nuestros hijos pero mientras tanto disfrutamos de este momento de calidad uno con el otro.