Enterada de mi futuro.

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Recuerdo cuando recién cumplidos mis doce años, estaba en mi habitación con Beatriz viendo por YouTube desfiles de modelos famosas, y practicaba según yo igual a ellas. Beatriz me dijo que iría a su habitación a buscar unos tacones para ver que tal me iban.

Escuche que mi padre llegaba a la casa pero sus gritos me alarmaron, gritaba cosas que tenían que ver con armamentos, marihuana, etc.

En ese momento pude saber que mi juventud no sería la misma. Antes de mis doce años iba a un Colegio que quedaba a dos horas de mi casa, pero siempre me devolvía, nunca pude ir a los eventos que organizaba el colegio. Y en las reuniones de representantes iba Beatriz por mi papá.

Al escucharlo gritar, baje a ver qué ocurría. Cuando mi padre me vio , su cara automáticamente fue un poema.

—¡Beatriz! Que carajos hace Maya aquí—Su grito me paralizo.

Pero ya era demasiado tarde, mis ojos se encontraron, sin contar con más de veinte hombres con armamentos más grandes que ellos, alrededor de mi casa tomando las órdenes que mi padre les gritaba.

Vi a Beatriz que estaba detrás de mí. Pero mi padre se acercó. Y me sentó en un mueble al frente de todos esos hombres.

— ¡Maya! Estos hombres que ves aquí, te cuidaran. Y cuando yo no esté a cargo de ellos, tu. Escúchame bien Maya, tú lo serás. Tú y solo tú, te harás cargo de ellos y les darás órdenes. Además te harás carga de esto—Mi padre saco un arma y me la entrego— Esto, es tu amiga, tu nueva amiga. Ella te sacara de problemas y te salvara de vez en cuando. Y eso que esta allá te dará mucho dinero, pero tienes que estar muy atenta para quienes van —Me señalo un bulto de matas como marchitas.

—Todo esto, será tuyo pero tienes que entender mis órdenes , antes de ordenar. ¿Me entiendes?.

Mi mente estaba en la pistola que sostenía, en el bulto que no entendía que era. Donde estaba, quería que fuese un sueño. Esta no podía ser mi juventud. Le temía a el futuro, a esa corta edad quería entender todo lo que me planteaba mi padre en ese momento.

— ¡Mayaaa! Me estas prestando atención, tienes que estar presente en cuerpo y alma cuando te hablo, tienes que escucharme. Ellos, tú los mandaras, tú serás yo tarde o temprano. —Estaba tan aturdida que no podía contestar.

—Beatriz, llévatela.

Después de que mi nana fuera humillada y regañada, por mi culpa. Si yo no fuese bajado a ver que ocurría no la hubiesen regañado.

Ni mucho menos me fuera enterado de lo que ocurría a mis alrededores, desde ese entonces fui retirada de mis actividades, por temor a que fuese hablar o decir algo que traicionara a mi padre.

Cuando Beatriz me llevo de nuevo a la habitación , nos sentamos en la cama. Y sus ojos estaban muy aguaditos. Me daba mucho coraje que se pusiera así por culpa de mi estúpido padre.

—Escúchame bien Maya, muy bien. Ya te diste cuenta en donde estas metida. Ya sabes que un paso malo puede ser muy peligroso. Pase lo que pase no te asustes, siempre voy a estar para ti. Nos apoyaremos las dos juntas. Y siempre harás lo que tu padre te diga , ¿Ok?.

Estaba tan confundida, por todo lo que pasaba que explote en llanto, jamás en toda mi niñez me sentí tan frágil, tan pequeñita hacia el mundo, tan débil.

Después de ese momento me entere de tantas cosas, del motivo por el cual no tenía mamá, del motivo que ya no estudiaría como una joven normal. De tantos motivos que realmente todos me hacían ser más prudente a lo que hacía.


    Desdeese momento, no molesto a mi padre cuandollega de viaje, por temor a enterarme de noticias que perjudiquen mi adolescenciamás de lo que está. O tal vez por temor a las noticias que se basen en mifuturo.


Mi   historia       con el NarcotraficoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora