Mis pensamientos no tenían salida, mi miraba embarcaba lo que sucedía mientras Laura repetía miles de veces "Lo perdí". Llego un momento que no recuerdo nada, pero sabía que aún seguía frente a Laura, decidí actuar. Me puse de pie para ir a decirle a Matías, o a alguien que me pudiera ayudar, pero Laura me detuvo.
— ¿A dónde vas? Maya no le vayas a decir nada a nadie, ni a Matías, ni mucho menos a tu padre. — Me explicaba con la voz solloza, mientras Laura me hablaba sus ojos simplemente estaban fijos hacia sus manos llenas de sangre.
— Pero como nos vamos, déjame buscar ayuda. Necesitas ir a un médico de inmediato Laura.
— ¡Dije que no! Te lo pido. O mejor dicho, te exijo que no le digas nada a nadie, esto no lo puede saber nadie Maya, luego te explicare. Inventa algo yo estaré bien. — Ella estaba exaltada, tenía el temor que yo dijera algo, pero como podría hacer me daba temor dejarla sola de esa manera. Por un momento parecía estar fuerte al hablarme pero por dentro sentía su dolor, estaba mal.
— Está bien, está bien... Veré que invento pero prométeme que no intentaras irte sin mí, ya vuelvo luego veremos que hacemos. Yo te ayudare.
Laura asintió y aun así tenía la mirada hacia sus manos, decidimos ir hacia la puerta que estaba cerrada y la ayude a levantarse y la tuve que dejar en el piso del baño igualmente me senté con ella para que estuviese más calmada, pero se podía cerrar y no creía que se dieran cuenta puesto que no había mucha gente. Cuando me puse de pie, me limpie las manos para borrar los pequeños rastros de sangre, me mire al espejo y mis ojos estaban rojos de las lágrimas me decía por dentro "Contrólate Maya, tu puedes con esto y más vas a decir que Laura tiene problemas estomacales, que hay que buscarle una nueva muda de ropa, inventar algo !Tu puedes!" En ese momento me desconcentraron los paso de una persona, fui hacia la puerta y vi que trataron de abrir inmediatamente salí a ver y era una chica que venía hacia el baño, tenía que detenerla o si no esto se volvería un caos.
— Disculpe Srita. El baño está dañado. Esta horriblemente sucio disculpe las molestias pero creo que será mejor usar el de caballero.
La chica, trato de mirar más allá de donde yo estaba pero aunque pensé que iba a ser mucho más difícil, ella asintió como si no le fuese importado nada. Y para mí eso fue mejor, igualmente no le iba a dar tanta importancia cuando al otro lado tenía a Laura llena de sangre. Volví hacia donde estaba Laura y le explique que cerraría la puerta y pondría un letrero que estaba detrás de la puerta que indicara que el baño no estaba disponible, que solo abriera si decía que era yo, a más nadie. De todas maneras en el restaurante no había mucha gente, no creía que hubiera tantos inconvenientes. No estaba segura si me había entendido o por lo menos me fuese prestado atención pero debía apurarme. Salí del baño y a continuación fui a la mesa me percate que ya no estaba mi padre, solo Matías viendo su celular.
— Hasta que llegas, ya tu padre se fue. Se cansó de esperar. Y Laura, ¿dónde está? — No era buena mintiendo, pero el peor intento era el que no se hacía.
— Está en un problema estomacal, creo que la comida le hizo mal. Necesita ropa, no espero llegar al baño. Y bueno.... Ya sabes lo que ocurrió.
— ¿Hablas en serio? — El gesto de Matías era de fastidio, no sabía si se lo había creído o no. Pero necesitaba ayudar a Laura no estaba nada bien para dejarla sola. —Bueno... Vamos a buscarle una muda de ropa, pero iras conmigo. No te puedo dejar sola.
— No, yo me puedo quedar aquí sin ningún problema.
— Maya, ya hable. —Simplemente susurro, se puso de pie y camino hacia la salida, no me quedo más que seguirlo y hacerle caso para que no sospechara de algo más.
Subimos al auto, y comenzamos a conducir hacia el departamento, según Matías Laura había dejado unas cuantas cosas que tal vez podrían servir allá. En el camino mis manos sudaban por la preocupación de Laura, lindo cumpleaños que estaba pasando. Ni pensaba que Laura estaba esperando un bebé, era increíble cómo estaba su vista era de tristeza y pura, sus manos tocaban sus entrepiernas con la sangre. Debe ser horrible estar en el lugar de ella en este momento pero era horrible no poder decirle a Matías para llevarla a un Hospital, estaba segura que ella no se encontraba nada bien esa manera que estaba, solo recordarlo me daba una lástima porque sin saber cuál sería el motivo de esa pérdida me daba mucho miedo por ella, claro estaba que por algo no quería decírselo ni a mi padre ni a Matías.
Llegamos al departamento y rápidamente Matías fue a buscar un bolso de color marrón, y así como entramos salimos. Volvimos al auto y otra vez a nuestro recorrido de vuelta al restaurante. Cuando nos estacionamos, fui la primera al salir junto con el bolso de inmediato entre al restaurante y fui directo al baño, el restaurante seguían con muy pocas personas pero tenía en mente que a pesar que había puesto el letrero nadie fuese a husmear al baño. Cuando fui directo al baño todo seguía igual.
— ¿Laura? —Susurre.
Seguí caminando hasta abrir con un alambre la puerta y estar adentro en el mismo lugar que la deje, estaba sentada con sus ojos llenos de lágrimas y el maquillaje corrido su mirada se encontró con la mía estaba llena de angustia y tristeza.
— Ven te traje ropa, vamos a cambiarte.
— Me siento muy mal, no quiero ponerme de pie...Veo todo borroso. —Susurro con su voz seca y sin ánimos.
— Tranquila Laura, todo va a estar bien. Pero necesitamos ir a donde un médico que te revise.
Como pude la ayuda a ponerse de pie y a cambiarla de ropa para que estuviera mejor. Laura no era muy amiga mía, porque llevábamos poco tiempo conociéndonos. Pero de igual manera era mujer y yo también, podía ponerme en el lugar de ella y entender la angustia que sentía en ese momento.
—Ok, luces normal. Cuando estemos en el auto por favor comienza a decir que te duele aun el estómago muy fuerte para ir al hospital ¿Si?
—No quiero que nadie sepa de esto, y sé que Matías no es tonto se dar cuenta que algo ocurre.
—A ver, escúchame muy bien y detalladamente tu vida puede estar en peligro has perdido demasiada sangre y eso no está bien. Tenemos que ir a donde un médico a revisarte, trataremos de que Matías no se entere pero me tienes que ayudar, ¿Si? Lo podíamos hacer.
Le explicaba todo detalladamente como si estuviera hablando con una bebe de 4 años, Laura se veía pálida y mi preocupación aumento mucho más. A la manera que asintió el débil pero eso me decía que si se cumpliría el trato y la podíamos llevar a un Hospital.
Cuando salimos, después de ayudarle a cambiarse y quitar los residuos de sangre fuimos inmediatamente al auto donde seguía esperando Matías Laura no podía valerse de sí misma así que se apoyaba de mí, mientras yo le susurraba lo que le tenía que decir a Matías para que pudiéramos ir al hospital. Al verle la cara a Matías, le hice seña para que me ayudara y abriera la puerta y así hizo en la parte trasera.
— ¿ Que paso Laurita?, el horrible olor llegaba hasta aquí —su comentario en otra ocasión fuese dado un poco de risa pero en este momento no era así, este momento estaba lleno de preocupaciones.
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Mi historia con el Narcotrafico
ActionNo escogí este tipo de vida ni mucho menos la familia que tengo. Soy Maya Alina Rosales Escalona. El nombre de Maya está presente en varias culturas y el Alina , según mi nana significa "Amiga Noble". Soy hija de Jose Antonio Rosales, uno de los na...