CAP. 11

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POV MARIANO

Salí de la oficina al escuchar unas voces muy conocidas. Al abrir la puerta me encontré con Tomás agachado frente a Nico y Lali a un costadito de el sonriendo.

- Hola - dije saliendo completamente de la oficina y los tres me miraron, los tres con una sonrisa.

- Marian, veni que te quiero presentar - Tomás se levantó y estiró su brazo en mi dirección. - Ella es Lali, mi nueva secretaria

- Ya nos conocemos - lo miré con aires de ganador y él me devolvió una mirada confusa

- Fuimos...

- Es mi vecino - me interrumpió Lali antes de que pudiera terminar la frase. Tomás la miro sonriendo.

- ¿Así que vecinos? - Nico asintió con la boca llena de chocolate y me reí.

Tomás y Nico comenzaron a hablar mientras Lali y yo no nos quitábamos la vista de encima. En un momento Tomás llevó a Nico a una tiendecita a comprar más chocolates y nos quedamos los dos solos.

- ¿Cuándo vamos a poder hablar como personas adultas? - comente cuando vi que ambos salían del edificio, Lali me miró extrañada.

- ¿Hablar de que? - preguntó haciendose la desentienda

- De lo que pasó - solté de una y sus ojos se abrieron como platos - de porque te fuiste, de porque me engañaste.

- Vos me engañaste - me interrumpió - vos hiciste que me fuera.

- Si al menos me hubieses dejado...

- ¿Qué? - me volvió a interrumpir - ¿explicarme? ¿si al menos te hubiera dejado explicarme? - note un cierto dolor en su voz, y varias cosas me empezaron a cerrar, asentí con tristeza.

- ¿Qué hubiese pasado? - me acerqué a hasta quedar a centímetros de ella - ¿qué hubiese pasado si vos me hubieras escuchado?

- Que te hubiera perdonado como una estúpida, y que hubieses hecho lo mismo una y mil veces más - no se achicaba, y la distancia a la que estábamos era para achicarse, yo estaba achicado, sin embargo ella estaba más segura de sí misma que nunca. En pie, con la cabeza bien alta y haciéndose la dura, aunque sé que en el fondo sentía el mismo dolor que yo.

- ¿Eso pensás?

POV LALI

- ¿Eso pensás? - preguntó a centímetros de mi, estábamos tan cerca que podía sentir su respiración chocando con la mía.

- No hay más que verlo - dije obvia haciéndole ver que la mujer con la que me había engañado era con la que se iba a casar dentro de... equis tiempo.

Escuchamos a alguien entrar y Mariano se separó rápidamente de mi, gire mi vista hacia atrás y Nico y Tomás venían corriendo hacia nosotros.

- ¡Te gané! - gritó mi hijo cuando llegó hacia mí y con sus brazos alzados empezó a saltar dando vueltas celebrando su victoria.
Tomás vino segundos después simulando una grandísima derrota, con una respiración dificultosa apoyo sus manos en sus rodillas.

- Como corres viejo que resistencia - Tomás palmeo su pequeño hombro, volviendo a recuperarse y mi hijo hizo el intento canchero de guiñarle un ojo lo que hizo que Tomás y yo estalláramos en risas. Mientras Mariano seguía con su vista fija en mí.

- Bueno nosotros nos vamos yendo - anuncie tomando la mochilita de Nico.

- Acordate que el lunes empezas - Tomás sonrio y yo le devolví a sonrisa. - ¿estás lista?

- Obvio jefe - conteste con tonada chistosa y nos preparamos para irnos.

- Les acompaño a la puerta. El último que llegue es cola de perro - gritó Tomás y mi hijo y el salieron corriendo. Cuando estaba por salir note que algo me lo impedía.

- Vos hiciste lo mismo - me susurró suavemente en el oído y me estremecí en una mezcla de rabia, dolor y sentimientos que creí muertos.

Llegue fuera del edificio y me encontré con la misma situación que antes, Tomás simulando una derrota y mi hijo celebrando su victoria.

Habían pasado unas cuantas horas de lo sucedido en la empresa, Nicolás ya estaba dormido y yo no podía hacerlo. Pensaba y pensaba una vez más en las palabras de Mariano y cambie el ritmo de la pregunta que me hizo, no es ¿qué hubiera pasado si me hubiese explicado las cosas? la pregunta es ¿qué hubiese pasado si nunca me hubiera sido infiel? seguramente ahora estaríamos los tres como una familia feliz disfrutando del amor, la compañía y todo lo que conlleva ser papás de un hijo como lo es Nico, seguro ya vendría otro en camino ya que nuestro sueño siempre fue tener una enorme familia, seguro ya viviríamos juntos en una casa enorme y seguro ya habríamos pactado nuestro amor frente a Dios. Seríamos una familia como la que siempre soñamos, pero la cosa ni fue ni es así. El me engaño, él me mintió y la realidad es que Nico y yo éramos uno, y Mariano y Natalie otro

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HOLA!! Les dejo el próximo capítulo espero que les gusten si es así marquen estrellita y comenten 💕

ADT: Un chico especial y un mar de dudas.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora