CAP: 42

1.7K 180 22
                                    

POV Lali

Desde que me dijeron que Nico padecía anemia y que le hacía falta una transfusión de sangre el mundo se le cayó encima, y más  aún cuando supe que no éramos compatible. El decirle a Mariano todo fue un alivio para mí pero nunca pensé que todo esto fuera a entornarse así, o quizás si... pero tenía la esperanza de que el me supiera entender porque hice lo que hice.

Revise unas facturas que guardaba en una caja vieja. Salia reflejado que el 22 de agosto le mande una carta a Mariano donde le explicaba que tenía unos meses de embarazo, y que él era el papa, que ambos lo necesitábamos. Pero no optuve respuesta. El 1 de abril le había mandado otra contándole que su hijo, era nene y que estaba apunto de nacer que quedaba muy poco tiempo. La última se la mande el 20 de abril, era una foto de Nico recién nacido con un escrito atrás donde le expresaba lo feliz que me había hecho su llegada. Todas fueron recibidas y recogidas y de ninfa optuve respuesta.

- Lali - alcé la cabeza y vi al doctor en la puerta - Te traigo buenas noticias, ya se pueden ir con Nico.

Sonreí con lágrimas en los ojos al escuchar la noticia, por fin podría volver a casa con mi chiquito.

Firme él alta y me dijo que debía hacer reposo absoluto durante dos semanas y que después podría volver al colegio y hacer vida normal.

- Ya estamos yendo para casa, ya firme el alta.  - le mande por whatsapp a Mariano quien me clavo el visto.

- En dos horas estoy allá, quiero que hoy le digas todo.

Sin más, no sé si era conveniente ya que todavía no estaba bien pero tampoco quería quitarle a Mariano más tiempo como papá.

Gaston me paso a buscar y se quedó conmigo hasta que la hora de irse a trabajar llegó.

- Bueno chiquita cualquier cosa me avisas, te amo, los amo.

- Te amo hermanito.

POV Mariano

Llegue al depto de Lali y las piernas me empezaron a temblar, la última vez que estuve acá fue cuando me dijo toda la verdad, se me hacía duro volver y más aún cuando sabía a qué venía.

- Hola - dijo, cuando abrió la puerta y se acercó para besar mi mejilla, me corto antes de que sus labios impactaron en mi mejilla y entre dejándola en la puerta.

- ¿Dónde está Nico?  - ella revoleo los ojos cansada y me miro 

- En su cuarto. ¿Estás... listo?

- ¿Para qué? vos le vas a decir no yo, vos hiciste las cosas mal no yo.

- Si ya se - gritó acercándose a mi. - Ya sé que hice las cosas mal y que soy una mierda de persona no hace falta que me lo recuerdes.

Asentí sin mirarla y me encaminé a la habitación. Lo vi tumbado en la cama jugando con una videoconsola.

- Campeón

- Mariano - gritó y me estiro los brazos esperando mi abrazo.

- ¿Cómo andas?

- Bien, mira - Nico doblo su brazo e hizo fierza, puse mi mano en la parte superior de su brazo y apreté suavemente

- Esta re trabajado ese brazo, tenes más músculos que yo ya

- Nico, mi  amor - interrumpió Lali y se sentó en la cama frente a él. - ¿Vos te acordas lo que yo te dije de papá?

- Si que estaba de viaje

- ¿Y te acordas que te dije que él te amaba mucho? - él asintió y el corazón se me encogió - Bueno pues tu papá ya termino de hacer ese viaje, ya no lo vas a tener que esperar más. 

- ¿Está acá? - preguntó, sorprendido con una sonrisa

- Si, si está acá - comentó con la voz temblorosa

- ¿Y lo puedo conocer?

- Ya lo conoces chiquito, tu papá... - Lali me miró y luego lo miro a él quien esperaba espectante. - Él, es tu papá

Nico giró rápidamente su cabeza hacia mí y los ojos se me llenaron de lágrimas. No sabía qué hacer ni qué decir, estaba completamente en shock.

- ¿Vos sos mi papa? - preguntó con una sonrisa y los ojos abiertos como platos.

- Si, yo... yo soy tu papá - Nico abrió la boca mirándome fijamente.

- ¿No me queres dar un abrazo? - le pregunté con temor. ¿Y si no me quería? ¿y si me rechazaba por estar tanto tiempo sin estar a su lado? ¿y si me odiaba?

No me dio tiempo a hacerme más la cabeza porque en cuestión de segundos tenía sus brazitos rodeando mi cuello, lo alce abrazándolo como nunca había abrazado a nadie y un río de lágrimas empezó a caer por mis ojos, mire con furia y dolor a Lali, y vi cómo secaba sus lágrimas con el poleron.

- ¿Estás llorando? - me pegunto cuando nos separamos y con sus manitas secó mis lágrimas. - No llores

- Es que estoy muy feliz de que seas mi hijo - acto seguido se volvió a tirar sobre mí para abrazarme.

- Quiero algo - lo miré mientras se ponía de pie sobre la cama, Lali lo miró con los ojos llorosos y un sonrisa. - Quiero un abrazo de los tres.

Lali me miró y luego lo miró a él. El corazón se me iba a salir del pecho, lo primero que me pedía mi hijo y no era ni una bici, ni un jueguito. Era un abrazo con su mama y su papá.

- Nico no pod...

Alcé a Nico con un brazo y el otro lo pase sobre los hombros de Lali pegándola había mí y haciendo que nos fundiéramos en un abrazo de a tres. Lali agarró Nico con fuerzas mientras con su otro brazo se aferraba a mi. Esta era la familia que siempre debimos hacer y que nunca debieron destruir.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora