CAP: 45

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POV Mariano

Dos semanas hacía que no veía a Nico, y ya lo extrañaba horrores, el avión acababa de aterrizar en Buenos Aires y lo primero que quería era verlo a él, con Natalie fuimos a la empresa.

- Mi amor, ya hable con mi primo. Dice que está dispuesto a hacer lo que sea para que Nico se quede con vos - se me heló todo el cuerpo después de pronunciar esas palabras... Si bien hacía casi dos meses que sabía que Nico era mi hijo jamás volví a tocar el tema de ternerlo conmigo.

En estos dos meses me mudé, me mudé a un departamento mucho más grande. No quería estar cerca de Lali, no podía estar cerca de ella y verla todos los días después de lo que hizo. Con ella no tenía relación, sólo hablábamos de vez en cuando sobre Nico, y a él lo veía siempre que yo quería, pero no me lo traía a dormir.

- Nat, no sé si quiero hacerlo... - ella me miró sorprendida - lo amo a mi hijo, pero creo que podría llegar a un acuerdo con Lali y repartirnos los días para...

- No es un juguete tu hijo para irlo repartiendo, un día vos y un día yo. Marian, gordo, tu hijo tiene cuatro años es muy chiquito para eso. Lo mejor es que conviva con vos y vaya viendo lo que es tener un padre.

Natalie quería al 100% que yo tuviese la custodia fija de Nico, y sé que lo hace porque me ama y quiere verme feliz. Pero creo que mi hijo se merece pasar tiempo con si madre, aunque su madre no se merezca que yo piense en ella.

Pensé y pensé en qué hacer y no llegaba a ninguna conclusión. Si gano el juicio todo bien, yo me quedaría con Nico y conviviríamos los dos todos los días haciendo vida de padre e hijo. Pero... ¿y si no? ¿y si pierdo? Lali se lo volvería a llevar porque la conozco y huiría con él para que no volviera a intentar nada en su contra, y no soportaría volver a estar lejos de mi hijo, ahora que sé que es mi hijo.

- Y no sé qué hacer - le comenté a Tomás mientras tomábamos un café.

- Yo ya te dije, no lo hagas. Lo único que generará esto son más problemas y no sólo van a sufrir vos y Lali, si no también el nene.

- Es que hay algo acá - me lleve la mano al corazón - que me dice que no lo haga, pero hay algo acá - ahora me la lleve a la cabeza - que me dice que si.

- Pensalo, ¿realmente te merece la pena llevar a Lali ante un juez para quitarle a su hijo? pensalo realmente.

POV Lali.

El corazón se me paro, el cuerpo se me heló y me columna vertebral se tensó. Mariano quería quitarme a mi hijo, quería llevarme ante un juez para quitarme a mi hijo.

Corrí por las calles de Palermo hasta llegar a donde tenía que llegar, me temblaba todo el cuerpo y no estaba segura si hacer lo que iba a hacer, pero no podía permitir que ni Mariano ni nadie me quitará a mi hijo.

Agache la cabeza y lo vi mirándome confuso, quizás no sabía porque lo había sacado del colegio así como así. Solo le sonreí para que se quedara tranquilo y de la mano y a las corridas lo lleve para el departamento.

- Mami ¿donde vamos? - dijo, cuando me vio empacar ropa y juguetes en cajas y valijas.

- Nos vamos de viaje chiquito

- ¿Con papa? - me hijo abrió grande los ojos y se le dibujó una sonrisa.

- Eh si si, con... con papa.

Alcé a mi hijo en los brazos y salí de ahí con dos valijas mientras llamaba a la única personas que me podía ayudar en este momento. Gaston.

- Pensa bien las cosas

- Ya las pensé Gaston me voy, me voy antes de que me lo quite

- No empeores las cosas, si te vas Mariano hará la denuncia y será peor. Veni a casa, quédate acá y déjame a mí resolver las cosas, por favor.

- Que bueno que me hiciste caso - pronunció mi amigo abriéndome las puertas de su departamento.

- No sé que hacer esto desesperada.

- No te lo puede quitar, no puede. Es tu hijo y no hiciste nada malo y...

- Se lo oculte durante cuatro años Gas

- No se lo ocultaste vos le digiste, le mandaste cartas, le mandaste mensajes y... - ahí caí en la cuenta, yo quise decirle de hecho le mande toda la información de cómo iba todo.

- Yo quemé las cartas, yo se la verdad, yo sé lo oculte

Natalie... Natalie fue la que tomó las cartas. Tenía que hacer algo, tenía que hacer algo para encontrar la prueba de que ella sabía todo, y si él llegara a demandarme antepondría las cartas acusándola a ella.

•••

El timbre sonó y se me hizo raro que alguien llamase, Gaston se había llevado a Nico a la plaza pero se había llevado las llaves.

Abrí la puerta y me tense al ver a la persona que estaba detrás de ella. Los ojos s eme llenaron de lágrimas y el miedo me invadió, las manos me empezaron a transpirar y me mordía el labio con fuerzas para disimular el temblor.

- Necesito hablar con vos, por favor...

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora