CAP. 19

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POV LALI

La noche transcurrió normal, yo en la habitación y Mariano en la planta baja. La verdad es que no dormí nada, estuve a punto varías veces de bajar y decirle a Mariano que subiera y se acostara en uno de los cuartos, solo faltaba limpiar un poquito y creo que con mi ayuda hubiésemos acabado antes. Pero lo pensé mejor y eso sería volver al pasado, y no.

Bajé y me encontré con la casa en absoluto silencio. Vi que Mariano no estaba así que aproveché para hablar con mi hijo por skipe mientras desayunaba. La batería del cel se estaba agotando así que tuve que parar esa conversación e ir en busca de un cargador.

- No te puedo creer - grité cuando me di cuenta que el cargador de mi cel se había quedado en Buenos Aires.

Por suerte Mariano entró a la casa, con un rostro de preocupación.

- ¿Qué pasó?

- No traje el cargador del celular - me lamenté y caí en cuenta de que él tenía el mismo teléfono que yo.

- ¿Vos no me podrías dejar el tuyo?

- S... NO, yo... tampoco lo traje - se tocó los bolsillos del jean y bajo sus hombros.

- ¿Me estás cargando? ¿cómo voy hablar ahora con mi hijo? - me lamenté

- Bueno, no te preocupes, el está bien con tu hermana y...

- ¿Y? - le grité y dio un respingo - ¿qué tiene que este con mi hermana? es MI hijo Mariano, llévame ya al hotel a ver si consigo escapar de esta mierda de una vez.

- No... - mi vista se clavó en sus ojos y la rabia se apoderó de mí - No logro comunicarme con Tomás.

Lo miré por última vez antes de salir de esa casa.

- Para Lali ¿a dónde vas?

Decidí ignorarlo, y camine hacia la parte de atrás de la casa donde descubrí un hermoso jardín, esta casa era muy completa había podido ver que había una pileta en el patio central, y ahora este enorme jardín.

Me senté en el pasto y contemplé unos caballos que se veían a lo lejos. Libertad, eso me gustaría tener a mi ahora, como esos caballos que galopan libres por acá, salir de acá es lo que quiero, volver a Buenos Aires con mi hijo y a ser posible volver a España de donde nunca tendríamos que haber salido. Eso solo nos trajo problemas, o mejor dicho me trajo problemas.

Sentí una sombra detrás de mí, sabía que era el así que lo ignoré. Se había empecinado en quedarse acá, porque estoy segura que sabía perfectamente dónde estaba aquel maldito hotel.

POV MARIANO.

Garraspee la garganta al llegar a su lado, estaba enojada, muy enojada o más que enojada diría dolida. Yo sé que estoy haciendo mal esto de tenerla "secuestrada" en una casa de campo, pero necesito preguntarle algo, necesito saber si me olvidó, necesito saber si me ama, necesito saber si ha logrado encontrar la felicidad en otro tipo.

- Lali, el almuerzo está...

- Anda vos a almorzar, cuando acabes iré yo - dijo con su vista fija en un punto.

- Yo ya terminé - mentí - dale andá vos

Lali se levantó sin siquiera dirigirme una sutil mirada y se metió dentro de la casa, decidí sentarme en su lugar y mirar el mismo punto que ella estaba mirando, los caballos.

- ¿Sabes una cosa? - preguntó entusiasmada mientras caminábamos por la playa

- ¿Qué? - la mire embobado y ella achinó sus ojos debido al sol que le pegaba de pleno.

- Sueño con casarme algún día, con tener una familia, con vivir en una casa enorme alejada de la ciudad, con una pileta. Sueño con tener perritos y caballos en esa casa y sueño que estés vos en esa casa.

Paré la caminata y entrelace mis manos con las suyas.

- ¿Sabes una cosa? - ella rió y negó

- ¿Qué?

- Que todo eso se va a cumplir, vos y yo, juntos en una casa enorme en el campo, con muchos hijitos iguales a vos corriendo por esa casa, con perros y caballos y dinosaurios si vos queres - esto último lo dije en forma de chiste y me pegó un suave golpe.

- Se va a cumplir, yo te prometo que se va a cumplir

- ¿De verdad? - asentí rozando su nariz con la mía y sonrió sobre mis labios.

- Nunca nos vamos a separar ¿no?

- Nunca, a menos que vos quieras, porque yo nunca te dejaré de amar, y nunca te haré algo que pueda dañarte en lo más mínimo.

Ella se tiró sobre mí y aferró sus brazos en mi cuello.

- Te amo

- Te amo mi amor - concluí antes de besar sus labios.

Una lágrima rodó por mi mejilla al recordar ese momento justo en que ambos soñábamos con esto.

- Mariano - dijo atrás de mí y sequé rápidamente las lágrimas para luego dibujar una sonrisa en mi rostro y mirarla.

- Perdón - se detuvo en mis ojos, y clavé los míos en los suyos.

Negué.

- Perdoname vos - susurré, y me levanté del piso dirigiéndome a la casa.

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HOLA!! Al fin podemos ver un poco de la debilidad y sensibilidad de Mariano. ¿Qué les pareció? si les gustó marquen estrellita y comenten.

PD: subo hoy el capítulo de mañana porque mañana no podré subirlo. Nos leemos el lunes 😚

ADT: Temor y planes arriesgados.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora