CAP. 35

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POV LALI.

Entramos en mi casa a los besos, besos que comenzaron en el ascensor. Parecíamos dos adolescentes con las hormonas revolucionadas que no podían contenerse. Cada beso, cada caricia, cada roce me teletransportaban a otro mundo, a otra dimensión.

Me levantó tan solo unos segundos para luego dejarme sobre la mesada del living, abrió sus ojos y miro penetrante los míos mientras desabrochaba los botones de su camisa. Mis ojos recorrieron su cuerpo desde el cuello hasta la cintura, e inconscientemente lleve mi mano deslizándola por sus formados abdominales.

Suspiró sobre mis labios embriagándome, y sentí la piel erizarse.

- Me volves completamente loco - susurró, en mi cuello para luego dejar un beso en el que me hizo estremecerme por completo.

Una de sus manos se adentraron en el vestido y acarició mi muslo con sumo cuidado, como si al mínimo roce me fuera a romper.

Otra de sus manos se encargaba de desabrochar los pequeños botones que tenía atrás dicho vestido. Con la espalda y brazos descubiertos, me tomo  a modo 'koala' y me llevó a la habitación.

Ya era común en nosotros eso de entregarnos en cuerpo y alma, dándonos la vida si hacía falta. Besó cada rincón de mi piel, sin dejar sitio prohibido del cual sus labios no dejara rastros, acarició cada parte de mi, partes que con cada roce se hacían suya también.

Nos amamos una, dos, tres... no sé cuántas veces fueron, pero entre besos, caricias y "te amo" pasamos las noche. Una noche unica donde estábamos alumbrados por la luz de la luna llena que entraba a través de la fina cortina.

Cayó exahusto sobre mi, sin dejar caer todo su peso y permaneció aferrado a mi unos minutos para luego caer al lado mío.

- Sos lo mejor que me pasó en la vida. - pude oírlo susurrar mientras dibujaba círculos imaginarios en mi espalda. - Gracias por darme esta oportunidad mi amor, te prometo que no te voy a fallar - volvió a susurrar creyendo que yo no lo estaba escuchando, sonreí y decidí seguir con los ojos cerrados disfrutando del latir de su corazón.

POV MARIANO

Entreabrí mis ojos al notar una suave luz chocar en mis ojos, me desperté con una sonrisa después de haber vivido una noche mágica. Me giré esperando encontrarla dormida a mi lado pero me encontré la cama vacía.

No me dio tiempo a pensar dónde podía entrar cuando la veo entrar a la habitación con mi camisa puesta y una bandeja en las manos.

- Buen día bello durmiente - dijo, acercándose a mí, tome la bandeja y deje que se sentara a mi lado.

- Buen día mi amor - me acerqué y besé sus labios, primera mañana oficial como novios oficiales. - ¿Sabes qué esa camisa acaba de pasar a ser mi favorita?

- ¿Así? - preguntó chistosa mientras se llevaba una media luna a la boca.

- Te queda re bien, sos una bomba, una bomba sexy.

Mi novia estalló en risas y eso hizo que parte del jugo se derramara sobre las sábanas blancas.

- Nau - grito desesperada y se levanto de un salto, mi risa resonaba en toda la habitan con mientras ella me fulminaba con la mirada.

- ¿De qué te reís? Mira lo que has hecho.

- ¿Yo? Pero si fuiste vos que te reíste.

- ¿Pero quién me hizo reír? - puso un puchero y dejé la bandeja sobre la mesa de luz.

- Te amo - reí sobre sus labios antes de besarla y tirarla en la cama. - No te hagas drama mi amor, las sábanas se limpian ya está.

- Toda la mañana llevo escuchándote decirme mi amor - soltó de una y la miré embobado. - Amo que me digas así.

- Y yo amo que lo ames - sus labios y los míos vivieron a unirse. - Mi amor - volví a repetir para complacerla y sonrío para darme un beso sopapa en la mejilla.

Después del ataque de besos que sufrimos los dos terminamos la de desayunar y nos duchamos, por separado, para ir a buscar a Nico.

- Mi amor, quiero decirle a Nico que vos y yo...

- ¿Estás segura? - pregunté, cuando frene el auto frente a un semaforo, ella asintió convencida. - Bueno si queres ahora vamos a tomar un helado y le decimos, o ¿preferís que yo no esté delante?

- No no, quédate - puso su mano sobre la mía que se encontraba en la palanca de cambios y la tome para dejar un beso sobre ella y arrancar.

Ojalá Nico se tomase bien lo nuestro, porque de no ser así no sé si Lali querría seguir adelante con esto.

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Les dejo el siguiente capítulo, si les gusto marquen estrellita y comenten.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora