CAP. 27

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POV LALI.

No puede ser cierto lo que escuché, no me podía estar pasando esto.

- ¿Qué? - los sorprendí a Tomás y Mariano quienes hablaban cómplices.

- Lali - Tomás se acercó con los ojos rojos e hinchados - ¿podes venir un segundo a hablar a mi oficina?

- Me tengo que ir - susurró en un deje de voz cuando cerró la puerta atrás de mi. - Mi... mi mamá... falleció - pronunció con la voz entrecortada y unas lágrimas la acompañaron.

Lo abracé, le hice sentir que estaba con él. Tomás era un tipo muy bueno, muy noble, era alguien que se hacía querer fácilmente. Siempre estaba para vos.

- Lo siento - susurré haciendo más fuerte mi agarre - pensá que por ahí es mejor que ahora está allá arriba que acá dolorida y sufriendo. Ahora está en un lugar mejor.

Tomás me sonrió y se secó las lágrimas.

- Quiero cumplir su sueño, por eso me tengo que ir, no sé por cuánto tiempo será. Por eso le pedí a Mariano que vos seas su secretaria.

Asentí. Lo menos que necesita Tomás ahora eran quilombos propugnados por mí y Mariano.

Tomás me abrazó y oímos como alguien carraspeó la garganta atrás nuestro.

- Perdón que los interrumpa - entró Mariano con cara de pocos amigos y me escaneó de arriba abajo.

- Marian, ya está. Te presento a tu nueva secretaria.

Su vista se posó en mí y una sonrisa maliciosa salió de el.

- Encantado señorita... ¿Esposito? Soy el señor Mariano Martínez, su nuevo JEFE - remarcó el jefe y revoleé los ojos.

- Ahora trabajas para mí - lo miré con bronca y el río, pasándole a Tomás el brazo por sus hombros.

- Me da que se van a llevar bien ustedes dos. La dejo en buenas manos ¿no? - preguntó mirándolo.

- En mejores no podrías haberla dejado hermano - comentó abrazándolo mientas me miraba.

Si algo más podía faltarle a mi vida era esto. ¿Por qué el destino se encargaba en ponerlo en mi camino? ¿tanto le costaba correrlo y dejar que siguiera mi vida sin el?

POV MARIANO.

No sé si esto iba a ser bueno o malo, tenerla a ella de secretaria después de todo lo que había pasado. Definitivamente no era una buena idea, pero no iba a demostrar mi descontento no frente a Tomás.

Pulse un botón del teléfono y en cuestión de segundos tenía a Lali en el otro lado de la línea.

- Traeme un café. Cortado con dos de azúcar.

No dijo nada, simplemente cortó la conexión. Minutos después entraba a la oficina con una bandeja en donde se encontraba mi café.

- La próxima vez que te pida algo contéstame - le dije cuando entró y me miró desconcertada.

- ¿Esto va a ser así siempre? Porque si va a ser así no tengo ningún reparo en renunciar.

Me levanté y me acerqué rápidamente a ella haciéndole quedar entre la pared y yo. Sus ojos se posaron intimidantes en los míos, mientras que los míos miraban fijamente su boca.

- Amor - entro Natalie y en el acto nos separamos, como si de repente hubiésemos tocado algo que nos quemaba - Hola - la saludó para mi sorpresa cortésmente.

Me miró y me tomó la cara sorprendiéndome con un beso, un beso que dejó parte de su labial en mi boca.

- Vine a invitarte a almorzar mi amor - miró a Lali triunfante. - ¿Vos? ¿Te quedas acá a comer? - Le preguntó a Lali con ciertos aires de ganadora.

- No - sonrío falsamente - tengo que ir a recoger a mi hijo del colegio.

- ¿Y el papá? digo él se puede encargar, no todo lo tenes que hacer vos - sentí como el cuerpo de Lali se tensó.

- Es verdad Lali, decile al padre que vaya a recogerlo. A vos te necesito acá todo el día, necesito que ordenes por orden alfabético todos los papeles de la contabilidad de la empresa.

- Ya está hecho.

- ¿A sí? Pues entonces ordénalos de mayor a menor presupuesto - Ella me miró sorprendida.

- ¿Es enserio Mariano? Hace cuatro horas me pediste que los ordenara por orden alfabético.

- Bueno, ahora te ordeno que los ordenes por orden de presupuesto. - sentí como sus ojos se empañaron y salió de la oficina.

- Amo como aplicas la mano dura mi amor. ¿Sabes que si eso lo aplicaras en la cama todo sería mucho MUCHO mejor? - me miró picara y mordió mi labio inferior.

- Podemos probarlo ahora mismo - la tome en posición koala y fui hacia la puerta para apoyarla en ella mientras la trababa para que nadie entrase.

Mi novia rio a carcajadas cuando se dio cuenta de lo que íbamos a hacer.

- Fue una locura - pronuncié aún con la voz entrecortada mientras le acomodaba el vestido.

- Vos entero sos una locura mi amor, me provocas cosas que nadie más me provoca.

Ambos sonreímos entre besos y salimos de ahí.

Al salir me encontré a Lali en su oficina y Nico recostado en el piso con las piernas alzadas moviéndolas hacia alante y atrás acompañado de unas lapiceras y unas hojas en blanco.

- ¿Esta mina se trae al nene al trabajo? qué poca profesionalidad - comentó mi prometida y me tensé. Lali nos vio y clavó su mirada en nosotros, pude notar tristeza en su mirada, pero tomar distancia era lo mejor, para ella y para mí.

- Nosotros nos vamos a almorzar. Quiero eso terminado cuando vuelva. - grité desde el pasillo.

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HOLA!! No me lo puteen mucho a Mariano sólo trata de ocultar sus sentimientos ignorándola y tratándola mal, le va a durar lo que le dura a un nene un caramelo.
Espero sus estrellas y sus comentarios.

ADT: Recuerdos que hablandan corazones.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora