CAP. 13

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POV LALI

Lunes 9:00 pm, hoy era mi primer día de trabajo. Gastón, mi gran amigo se quedaría acá por un largo tiempo así que alquiló un depto cerca del centro. Afortunadamente lo tengo a él, y él sería quien se encargaría de cuidar a Nico mientras yo trabajaba y mientras él andaba de vacaciones, después no tendría que ocuparse de él.

Después de haber protagonizado una de esas escenas de amor donde los protagonistas se tienen que separar por años pero con mi hijo decidí dejarlo con su "tío" y encaminarme a la empresa, no quería llegar tarde el primer día.

Todo concluía normal, hasta que un hombre bastante conocido entro por la puerta una hora después que yo. Camisa blanca, pantalón negro y saco gris, todo un bombón.

Se dirigió a su oficina si tan siquiera dirigirme una mirada. Obvie su ignorancia y seguí con lo mío. Mariano es parte de mi pasado, me repetía constantemente mientras ordenaba unos archivos en la compu.

- Lali, ¿podes llevarle estos documentos a Mariano? - preguntó mi jefe y asentí, no quería llevarle la contra el primer día.

Me dirigí a su oficina y toqué tres veces la puerta, después de escuchar un "pase" entré.

- Tomás me pidió que te trajera esto - deposité la carpeta en su escritorio y me detuve antes de salir.

- Gracias - sentí como sonrio después de ese gracias y sonreí también dándole la espalda. Pude notar cómo se levantaba y caminaba hacia mi.

- ¿Cuándo me pensas presentar a tu novio? - tiró de una y me giré bruscamente.

- ¿Mi... mi novio?

- Si, tu novio, tú chico, tu marido lo que quiera que sea. Ayer nos cruzamos y ni siquiera nos presentaste - ¿Mariano pensaba que yo y Gaston éramos novios?

- No es... - ahí pensé mejor en lo que iba a decirle, y no, yo no tenía porque decirle nada - No se dio la oportunidad.

- ¿Viste que vos sos igual?

- ¿Perdón?

- Que vos sos igual, que ayer me echaste en cara cosas de las cuales vos hiciste lo mismo...

- Yo no te eché en cara nada Mariano... vos sos libre de hacer lo que quieras.

- ¿Si? - asentí ligeramente y se acercó en un ágil movimiento acorralándome contra la puerta y su cuerpo.

- ¿Lo que quiera? - preguntó subiendo la mano hasta cerca de mi cara, tomó un mechón de pelo que caía delante de esta y lo depositó atrás de mis hombros.

- Lo que quieras, siempre y cuando respetes lo que quieran los demás - aproveche un momento de distracción y logre salir de esa situación en la cual no íbamos a terminar bien.

Lo miré por última vez y salí de su oficina para entrar en la mía, que casualmente estaba justo enfrente que la de el.

POV MARIANO

La sangre me hervía, el corazón me palpitaba a mil y el enojo cada vez era mayor. Con su mirada ya me lo había confirmado todo, ese tipo que vi ayer es el papá de Nico y novio de Lali. Lo que me faltaba un galancito de novela viviendo en frente mío.

La puerta se abrió de golpe y mi novia entro con varias bolsas.

- Hola mi amor - puso las bolsas en el escritorio y se acercó a besarme, pude ver por el pequeño espacio que había en la puerta la cual no estaba cerrada del todo como Lali nos observaba desde fuera.

- ¿Qué tal el día mi vida? - tome a mi novia de la cintura y la senté sobre mis piernas besando sus labios.

- Muy bien - sonrío sobre mi mejilla y luego dejo un beso ahí. - Mirá.

De una de las bolsas saco un catálogo de casas, ojeo uno de ellos y cuando encontró lo que buscaba me señaló un círculo gigante en color verde.

- Esta me gusta - es verdad, se me había olvidado. Hacia meses atrás que con Nat estabamos mirando casas para irnos a vivir juntos después del casamiento, ya que teníamos pensado formar nuestra propia familia.

- ¿Te gusta esta a vos?

- A mí me gusta la que a vos te guste - concluí y mi novia se levantó victoriosa.

- ¿Queres salir a comer? - le pregunté, ella se giró y me miró picara.

- ¿Comer el que...? - se acercó provocativa a mi.

- No se, lo que quieras... pizza, sushi, carne... aunque, lo más importante es el postre - le comenté de la misma manera y se lanzó sobre mi capturando mis labios.

Íbamos a salir de la mano de la oficina y antes de esto pude volver a ver cómo la misma Lali que hace unos minutos tenía su vista en la puerta ahora seguía igual. Salimos y los ojos de Lali estaban clavados en la puerta, cuando la abrimos del todo apartó rápido su mirada y la dirigió al ordenador.

- Eu - le hablo Nat - decile a Tomi que salimos a comer y... - me miró con una sonrisa pícara - a comer, no tengo que dar tantas explicaciones.

- ¿Y por qué no se lo decís vos? - preguntó con un tono que me juego la vida a que es un tono de enojada.

- Porque para eso está la secretaria - contestó mi novia y me tomó de la mano llevándome hacia fuera de la empresa.

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HOLA!! Les dejo el siguiente capítulo. Si les gustó como siempre no olviden dejar su estrella y su comentario.

ADT: Un trayecto pasado por agua y una duda aclarada que desata más dudas.

Tu me cambiaste la vida - Mariali Donde viven las historias. Descúbrelo ahora