Milán, Italia.
Por la ventana se podía como una tormenta azotaba todo Múnich. Los truenos iluminaban la habitación de la pequeña niña cada dos minutos.
La pequeña se escondía debajo de las sabanas aferrándose aún más a su pequeño oso de felpa. Los padres de la pequeña la habían mandado a dormir temprano y como era de esperarse los gritos habían comenzado casi al segundo siguiente en que la pequeña había llegado a su cama.
No era fácil para ella escuchar a sus padres gritar y mucho más cuando una tormenta de esa magnitud azota la ciudad, cada pocos segundos la pequeña se estremecía y no pudo evitar gritar cuando escucho la puerta abrirse. En la mente de la niña miles de cosas pasaron en cuestión de segundos y por supuesto ninguna de ella era agradable. Unos pasos se escucharon en toda la habitación, en la mente de la niña ella llego a pensar que era pie gigante. Pero en realidad no lo era, era su hermano mayor
—Dame espacio Lex—Dijo el chico apenas unos años mayor que ella.
—Tengo miedo—Dijo mientras se movía dejándole el espacio suficiente a su hermano para que se acomodara y ella de inmediato se pegó hacia él tratando de buscar un refugio en su hermano.
—Nada malo va a pasar.
—¿Estás seguro?
—Sí, pequeña—El niño acaricio la cabeza de su hermana y beso su frente deseando poder borrar todo el temor.
—Anthony, te estoy hablando—La voz de Marie Abandonato se escuchó de nuevo por toda la casa logrando que la pequeña se pegara a su hermano aún más.
—Son papá y mamá—Se quejó la pequeña tratando de no llorar.
—Duerme—Fue la orden de su hermano mientras acariciaba su espalda para tratar de relajar a la pequeña Alexa.
—No voy a dejar que me dejes por esa zorra—Otra vez la voz de Marie resonó por toda la casa.
—Haz que pare—Susurro la pequeña a su hermano, rogando porque sus padres dejaran de pelear como lo hacían cada noche.
—Déjame, Marie, déjame—La voz de su padre se escuchó un poco mas lejos.
—No.
—Esto se acabó.
La puerta principal se cerró de golpe y el pequeño deseo de la niña se hizo realidad, esa fue la última vez que escucho pelear a sus padres.
En un ataque de locura su madre se había subido al auto con su padre y la discusión siguió a lo largo de todo su camino, logrando que su padre se saliera del camino estrellando su auto en un árbol, ambos murieron en el lugar.
El servicio de los Arcuri Abandonato fue lo que todo mundo esperaba, fue tan elegante como todo mundo deseaba. Menos los pequeños, para los niños Arcuri todo era como un sueño, todo era una mentira. Porque para una mente inocente era imposible la idea de concebir que sus padres se habían ido para siempre.
Después del servicio la vida de los niños Abandonato no había sido fácil y eso que solo habían sido los primeros meses. A James Abandonato no le importaba nadie más que no fuera su sobrino River Arcuri, el heredero al imperio Arcuri Abandonato, las pequeñas para James no eran más que un extra.
James había tardado varios meses en pensar lo que haría con las pequeñas y al final la mejor respuesta para él fue mandarla lejos.
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Destino. Serie Arcuri #1
Teen FictionNo puedes detener el tiempo, tampoco puedes cambiar el pasado. Pero puedes cambiar el futuro. O eso es lo que Alexa Arcuri pensó. Realmente no sabemos que es lo que nos lleva a tomar las decisiones, pero ninguna de ellas nos lleva a un camino incorr...