Capitulo 30

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Alexa

El día tuvo un final agradable. Principalmente después de conocer al hermano de Lyn subimos a nuestras respectivas habitación donde cada una descanso. Para mi sorpresa me sentía más cansada que en algunas ocasiones. Se lo atribuía que no había descansado muy bien en los últimos días, así que estaba segura que era lo que me pasaba. Me había perdido la cena pero realmente no me importaba sabía que se veía un poco grosero de mi parte pero aun así no tenía nada de apetito.

A la mañana siguiente todo pintaba para un mejor día, baje a desayunar junto con Lyn en el jardín.

—Tienes que conocer la playa, por las noches tiene una puesta de sol increíble—Dijo Lyn totalmente emocionada.

—Bueno si tú lo dices podemos bajar en la tarde para ver esa puesta de sol —Rio al ver la emoción de mi amiga.

—Pero antes de eso tienes que conocer los mejores lugares de Roma, tenemos todo el día para hacer eso así que en marcha —Sabia que me esperaba un día realmente pesado con mi amiga. Como era de esperarse fui levantada de la silla de un tirón por ella. Corrí a tropezones detrás de ella, que no se había dado cuenta de mi falta para poder mantener el equilibro o correr si tener que besar el piso. Sería una vergüenza que terminara en el piso por culpa de mi amiga además que su hermano nos podía ver y creo que eso me daría más vergüenza.

Gracias a algún dios en el cielo llegue intacta a la camioneta que nos esperaba frente a la puerta. Por fin pude ver una parte del recorrido que me había perdido el día anterior. La casa estaba oculta por un mini bosque. ¿Qué acaso aquí tienen de todo? Me refiero a que en la parte trasera de la casa está la playa, enfrente un bosque, ¿Qué sigue? ¿Selva a la derecha y desierto a la izquierda?

Lo que tal vez me dejo un poco sorprendida fue la alta seguridad que tenían. Siempre se me había dado muy bien mirar mi entorno era algo que River me había enseñado desde pequeña. O más bien desde que casi soy atacada por un lobo sin darme cuenta. Tal vez si no fuera por River no estaría aquí. Recuerdo que ese día me dijo que aunque el asunto que estuviera tratando fuera de vital importancia siempre tenía que estar alerta a todo lo que pasaba a mi alrededor, solo me tomaba dos segundos estudiar mi entorno y como siempre decía River dos segundos pueden salvar tu vida.

Por ello es que me di cuenta que al menos diez hombres se escondían de cada lado del camino. Así como también me di cuenta que en la carretera un auto nos seguía desde que salimos de la casa. Supuse que era de la seguridad de la casa, porque de haber querido atacar lo hubiera hecho desde que entramos a la carretera ya que esta está literalmente vacía.

Como era de esperarse la primera parada fue el coliseo romano, era un espectáculo digno de ver, era tan imponente y hermoso.

—Sabes que no se me da la historia así que, bueno aquí está el coliseo —Dice mi amiga a un lado de mí.

—Como datos curiosos —No podía creer que realmente estaba por darle pequeños datos a mi amiga de su ciudad pero buen era entendido mi amiga era un cerebrito en física y química pero para historia era una piedra al igual que para literatura e idiomas varias veces en el mes tuve que despertarla de un codazo porque se quedaba dormida en plena clase— El Coliseo se comenzó a construir en el año 70 D.C. Tiene una altura de 48 m y el arquitecto fue Tito Flavio Vespasiano.

—Que buen dato —Dijo mi amiga sin el más mínimo interés sobre ello, después de tomarnos varias fotos mi amiga saco una pequeña lista de su bolsillo— En mi lista sigue... Fontana de Trevi

Cuando estuvimos delante de la fuente, supe porque la llamaba la fuente más hermosa del mundo. Simplemente con verla quedabas perdido en su belleza.

Destino.  Serie Arcuri #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora