Capitulo 20

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Alexa

Nathan había quedado de llevarme al colegio, había hecho mi rutina de siempre, me había arreglado con tiempo de sobra, en realidad nunca le había dado mucha importancia a mi aspecto, claro todo fue hasta que Lisanne comenzó a darme lata que no me podían ver desarreglada cerca de ella y hablando de ella verla entrar en mi habitación sin permiso me hacer arquear la ceja, pero bueno era mi hermana.

Se dejó caer pesadamente en mi cama y suspiro antes de hablar.

—Necesito un aventón al colegio.

—Jordan...—Pero Lisanne me interrumpió en medio de la frase como era su costumbre y al parecer también de Carter.

—Jordan no llego a dormir, acaba de llegar hace como veinte minutos con cara de pocos amigos y se encerró en su habitación.

—Bueno entonces supongo que puedes conducir.

—Nathan te va a llevar ¿No?

—Pues si.

—Perfecto, me voy con ustedes.

Cerré los ojos y suspire, esto era tan Lisanne. Primero no quería que me juntara con sus amigos y ahora resulta que tenía que llevarla al colegio, en realidad no la iba a llevar yo exactamente, pero era casi lo mismo.

Suspire.

Tal vez era una actitud algo inmadura pero en cierta forma me molestaba que mi hermana se tomara todo este tipo de actitudes, creyendo que puede hacer y deshacer con la vida de los demás. Así como había entrado a mi habitación, se había marchado. Sin decir una palabra más y dando por hecho que la llevaríamos.

Diez minutos de la locura de mi hermana, Nathan había llegado por nosotras—Aunque no sabía que íbamos las dos—.

—Yo pido adelante—Grito Lisanne cuando salió de la casa, puse los ojos en blanco fastidiada y Nathan abrió los ojos como platos dos segundos antes de hablar.

—¿Quién te invito Lisanne?

—Necesito un aventón y Alex amablemente se ofreció.

Me encogí de hombros cuando Nathan me dedico una mirada y simplemente me subí a la parte trasera del auto, por supuesto cuidando que nada se viera demás.

Como era de esperarse se nos había hecho tarde para el colegio. Nathan manejaba como un loco y yo no sabía de donde mierda me podía agarrar, cosa que parecía divertirle a Nathan ya que tenía una sonrisa en la cara de esas que parece que va a dividirle la cara en dos. Mientras tanto Lisanne parecía disfrutar el viaje.

No sé cómo le hizo pero llegamos a la escuela faltando tan solo 5 minutos y salimos faltando 10 minutos sabiendo que el viaje nos tomaría al menos 15 minutos.

—Estás loco —Grite cuando baje del auto, podía sentir como las piernas aun me temblaban por la adrenalina que había corrido por mi cuerpo hace unos segundos.

—Oye tranquila —La misma sonrisa que había tenido en su cara hace unos segundos volvía aparecer, quería romperle la cara por idiota.

—Idiota —Le grite, a mis espalda escuche como alguien llegaba con Selena Gómez a todo volumen acepto que esa colaboración con Zedd es de mis favoritas.

Del auto bajo un chico realmente guapo, sabia como vestir el uniforme de del instituto, ladee mi cabeza para estudiar mejor al chico. De inmediato lo reconocí como Eric, el chico que me habían presentado hace un tiempo en el antro. Pero todo eso perdió sentido cuando vi quien bajo de su auto, era nada más ni nada menos que Deborah. Bueno esa chica no perdía tiempo y se iba por lo mejor.

—No llores Nathan —Escuche la voz de Dante a mi espalda —Déjala que nos vez que la semana que viene se baja las bragas para ti así como ayer.

Una corriente eléctrica recorrió mi espalda pero no hice caso, suspire y comencé a caminar hacia el colegio. No sé cuál era su juego pero no tenía ningún sentido que me pusiera celosa de esta chica. Nathan había dejado bastante claro que solo éramos amigos, así que podía tragarme todos mis celos.

—Esas putas no duran con uno solo —Dijo mi hermana a mi lado.

—No me interesa. —Me encogí de hombros mientras escuchaba el comentario de Lisanne.

—Alex —Escuche a Nathan detrás de mí

—Dime— Me gire hacia el con la peor sonrisa fingida que pude tener en mi rostro —Mira tengo que ir a clase y sabes que no me gusta llegar tarde.

—Lo que dijo Dante... —Comenzó pero yo lo interrumpí

—No es nada, se perfectamente que somos amigos Nathan, no tienes por qué explicarme los comentario que hacen tus amigos, recuerda que tengo un hermano mayor —Le sonreí con suavidad y me gire con toda la dignidad que pude reunir y me aleje de él.

Cuando entre al salón, Carter estaba sentado en su lugar habitual pero en lugar de ser Nathan el que debería estar a su lado era otro chico.

—¿Semana de nuevos? —Pregunte tratando de hacer una suave broma.

Desde lo que había pasado en la Basílica no sabía realmente como tratar a Carter, tal vez debía hacerlo con demasiado cuidado o simplemente igual, pero no sabía si alguno de mis comentarios lo fastidiaría.

—Se llama Tom, es nuestro nuevo compañero —Dijo Carter sin levantar la mirada hacia mí. Carter estaba tan metido en su móvil que si no supiera por lo que estaba pasando realmente me sentiría ofendida.

Sabía que después de lo que había pasado semanas atrás Carter no sería el mismo, me senté como siempre detrás de él y me quede viendo su nuca. Por primera vez me gustaría poder tener el valor suficiente para preguntarle cómo se sentía con respecto a todo lo que habíamos pasado ese día. Además que él había matado al hombre que más había amado.

Después de varios minutos el salón comenzó a llenarse, el primero que entro fue Dante que camino directo a mí.

—Lo siento —Fue lo primero que dijo cuando llego a mi lado.

—No importa —Dije quitándole toda la importancia al asunto. En realidad ni siquiera tenia idea por lo que se estaba disculpando.

—Claro que si —Dijo el pasando una mano por su cabello— Mira yo no sabía que tú y el.. Eran amigos o algo de eso.

—No importa realmente, como dijiste tú, solo somos amigos.

—Alex...

—No —Dije fastidiada —Creo que eres una de las principales razones de que Nathan esté haciendo este tipo de cosas, no me interesa si se acuesta con alguien o no, es cosa de él no mía.

De ahí en más deje de ser fastidiada, las clases habían pasado lentas pero tranquilas, la pequeña paz que teníamos Nathan y yo se había ido a la mierda y periferia no hablarle para nada.

Estaba segura que era una estúpida excusa lo que él había planteado, Carter ni siquiera nos notaba, no notaba a nadie que no estuviera en su móvil, se perdía durante horas, dejo de entrar a varias clases.

En poco tiempo dejamos de ser nosotros mismo, convirtiéndonos en seres que jamás imaginamos que llegaríamos a ser o tal vez lo hacíamos, pero había sido demasiado rápido el cambio que no estábamos preparados para ello. 

Destino.  Serie Arcuri #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora