Alexa
Decir que no me había divertido en el viaje habría sido una mentira. Había visto a mi hermano por días literalmente preguntándome que si estaba lista para el viaje, que si necesitaba algo, que sí que podía hacer por mí. Acepto que realmente me sentí acosada por mi propio hermano pero en fin, sabía que lo estaba haciendo por mi propio bien y tal vez estaba funcionando. En mis últimos días en la ciudad ni siquiera me gire a mirar la puerta de Nathan y no porque no quisiera siquiera verlo si no porque realmente tenía que esforzarme por ganarme ese derecho.
La noche que aterrizamos en París lo primero que hice fue tirarme en la cama, el viaje me había dejado totalmente cansada y aburrida...
La cama pudo ser mi amiga en los siguientes días de Paris pero como era de esperarse mi amiga no me permitió durar más de las diez de la mañana. Y el tour empezó.
Primero como era ley, fuimos a visitar la torre Eiffel, sacamos varias fotos de esta.
Lynette había hecho un pequeño itinerario para los días que estaríamos en la ciudad y el primer día era el día de los monumentos. Empezamos por la torre, después fuimos al Arco del triunfo (admito que me gusta más el de Roma y no, no es porque soy Italiana). Después seguimos con los jardines de Luxembourgo.
El sol para mi punto de vista estaba muy fuerte así que a duras penas mi amiga quiso detenerse en la plaza de la concordia a tomar algo refrescante, en estas épocas del año París tenía el clima un poco caliente.
Después de un refrescante refrigerio seguimos nuestro camino, esta vez a el cementerio pere lachaise. Al escuchar a Lynette el estómago se me había revuelto, mis padres estaban en un cementerio de Roma y en cada aniversario íbamos a llevarle flores, como era una costumbre para nosotros. Los cementerios jamás me habían gustado porque eso significa que guardan a las personas que una vez amamos en la vida y que deseamos con fervor tener aun a nuestro lado, pero ya no se puede hacer nada más que llevarle un ramo de flores a su lapida para demostrar el amor que les tenías.
La visita fue muy corta, estoy segura que Lynette tenía la misma sensación que yo así que lo dejo mejor.
Podría mencionar cada uno de los demás lugar que visitamos pero no me acuerdo de la gran mayoría y eso que era a mí a quien se le daba la historia pero después del cementerio lo único que quería era llegar a la cama.
El día dos fue aun peor que el primero, fuimos a todos los museos de la ciudad y cuando digo todos los museos fueron todos. No entendía cómo es que Lynette no se podía apiadar de mi estado de cansancio. Vi obras maravillosas eso no lo podría negar y quede maravillada con más de una de ella pero aun así visitar todos los museos se me hizo una exageración.
Caí en la cuenta el día tres que me llevo a visitar todos los jardines de la ciudad que lo que estaba haciendo era no dejarme pensar no dejarme que me atormentara con mi amor.
En una pequeña escapada al baño tuve la oportunidad de marcar a mi hermanito, me atendió al segundo tono pero me dijo que esperara así que pude escuchar con claridad la pelea con River.
—Estas realmente loco River.
—Es lo mejor para mi hermana.
—Sabes que no es lo mejor para ella—Le respondió Carter
Carter como siempre estaba seguro de sí mismo, sabía que podía poner a River de rodillas en dos minutos y sin moverse un solo centímetro. Y hasta cierto punto me daba mucha risa ver a River doblegarse ante su mejor amigo.
—Es mi decisión—Dijo River tan seguro como el solo podía serlo, pero sé que por dentro se estaba acongojando como un niño.
—No lo es—River no respondió—Hola hermanita—Escuche su voz llena de felicidad como si nada estuviera pasando con mi hermano mayor.
—Hola hermanito ¿Qué tal todo?
—Como no tienes una idea.
Casi podía decir que mi hermanito estaba eufórico o algo así, o si no está demasiado emocionado.
—Bueno no—Sonrió—Aun me quedan dos días aquí y ya quiero volver.
—¿Con Lynette quien no?
—Hermanito.—Dije en tono de advertencia el mas que nadie conocía a sus sobrina.
—Ya sabes.
—Lo se.
—Te quiero hermanita.
—También te quiero hermanito.
—Ve con esa aburrida entonces, te espero en tres días.
—Claro que si hermanito—Le tire un beso antes de colgar y volver a la mesa con mi mejor amiga.
Esa sensación que mi hermanito no me decía algo por algún motivo se instaló en mi pecho, quería preguntarle si todo estaba bien, si Nathan estaba bien, pero sabía perfectamente que no diría nada, que no tocaría el tema y me dejaría igual o más preocupada de lo que ya estaba.
El cuarto día como era de esperarse fue el infierno, terminamos de recorrer los lugares históricos que nos faltaban de su lista. Como era de esperarse mis pies estaban a punto de reventar mis zapatos el momento en el que me tire en la cama.
El quinto día fue el mejor de todos y no porque era el último si no porque fuimos a Disneyland París. Me subí a todas las atracciones y me tome fotos con los personajes y princesas. Como era de esperarse me compre unas orejas de Mimi. Lynette estaba realmente sorprendida por mi actitud en parís, pero ella no entendía que al perder a tus padres tan pequeña las posibilidades de poder viajar a un parque de atracciones es como un sueño imposible y más de la familia de la que provengo yo.
ESTÁS LEYENDO
Destino. Serie Arcuri #1
Novela JuvenilNo puedes detener el tiempo, tampoco puedes cambiar el pasado. Pero puedes cambiar el futuro. O eso es lo que Alexa Arcuri pensó. Realmente no sabemos que es lo que nos lleva a tomar las decisiones, pero ninguna de ellas nos lleva a un camino incorr...