Capitulo 39

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Alexa

Todo estaba bien, era lo único que podía decir en mi cabeza, era lo único que pasaba por mi cabeza en estos momentos.

Nathan llevaba en esa cama más de una semana, verlo conectado a respiradores, me rompía el alma, me había hecho tomar una ducha comer y salir al jardín. Pero al final del día estaba a su lado. Quería ser la primera en ver como abría sus ojos, quería ser lo primero que el viera.

—Hoy me hicieron comer ensalada con pollo, sabes hace unos minutos eso término en el baño. Pero les dije que no me dieran eso...—Siempre después de la cena me sentaba a quejarme de lo que habían hecho todos en el día.

Me quede viendo como su pecho subía y bajaba, ese era el único movimiento que hacía, era a lo único que me aferraba para creer que seguía vivo que volvería a mí.

—Tienes que despertar... no sabes la falta que me estás haciendo en este momento, necesito que estés aquí, no sabes cómo extraño todas tus locuras, lo insistente que sueles ser para que este a tu lado. Nathan yo jamás he dejado tu lado.

Me quede callada sin decir nada, esperando un respuesta pero como era de esperar nada el no respondería.

Recargue mi cabeza en su mano y cerré los ojos.

—No deberías estar aquí—Me sobresalto al escuchar la voz de Carter.

—Lo se—Digo viendo de nuevo a Nathan—Pero una semana parece... no se parece una eternidad.

—Lo amas hermanita—Dijo Carter en tono totalmente calmada.

—Lo hago con mi vida. No sé en qué momento fue, ni como paso, de un momento a otro me di cuenta que lo amaba con mi vida.

Carter me abrazo y beso mi cabeza. En tan poco tiempo lo consideraba parte de mi familia, no me veía en un futuro sin el.

—Desde el primer momento que los vi supe que algo pasaba—Sonríe con nostalgia hacia su mejor amigo—El no tenía esa mirada que tenía con Katy. Era algo totalmente distinto, era algo mucho más profundo y lo confieso me encanta ver a mi mejor amigo así de feliz.

—Yo quiero que él sea feliz.

—El es feliz a tu lado hermanita.

—Gracias por todo Carter de verdad a pesar de todo eres el mejor de todos los que están aquí.

—Sabes que no, pero lo aprecio Alexa—Carter beso de nuevo mi cabeza antes de salir de la habitación.

Carter se merecía algo bueno en esta vida, siempre he dicho que él ha pasado por cosas que no se merecía, pues bien era su momento de ser feliz.

La vida sigue. No espera por nosotros. Ella no tiene tiempo de esperarnos, ella no tiene tiempo de detenerse por nosotros. Tal vez solo nosotros somos los que nos damos esa pausa. Pero después de un tiempo tienes que continuar, seguir adelante.

Mi vida, por así decirlo de un modo, había vuelto a la normalidad, me había aislado tanto en mi mundo que ya no quería saber de nadie, se me había hecho una rutina como dijo mi hermana destructiva. Fue difícil salir del estado en que me encontraba pero los gritos de Lisanne más que nada eran los que me habían sacado de ahí.

—¡Viaje de fin de curso! —Escuche a mi amiga chillar de la emoción.

Así era, el verano había llegado y a pesar de que ya nos habíamos graduado tanto Axel como mi hermano estaban de acuerdo en que yo tenía que salir, aunque para mí el tiempo había pasado tan lento que no lo había sentido una eternidad.

—Yo no voy a ir Lyn—Dije mientras me dejaba caer en el sofá.

—Por supuesto que vas a ir querida mía—Dijo Lyn totalmente decidía.

—No. Lynette no.

—Aunque tenga que llevarte arrastrando vas a ir Alexa, me importa muy poco lo que pienses y quieras vas a ir porque vas a ir—Dijo con una sonrisa angelical, que normalmente ponía cuando sabía que las llevaba de ganar.

Sabía que yo no podía hacer nada porque todo era cuestión de que hablara con River o Carter y si estaba jodida. De nuestro grupo de amigos éramos las únicas que asistiríamos al viaje de fin de curso si es que yo aceptaba ir. Claro que no estaba dentro de mis planes aceptar pero conocía a mi familia y harían lo que fuera porque yo asistiera a ese maldito viaje, como ellos dirían, te servirá para distraerte de todo lo que está pasando.

Comenzaba a cansarme eso, comenzaba a cansarme que me trataran como una idiota, que creyeran que era una frágil pequeña niña.

—No, vas a lograr nada amenazándome—Dije tranquilamente.

—Por supuesto. Pero ya sabes una llamada a tu hermano y ¡bum! tengo lo que quiero.

—Eso es jugar sucio.

—Para nada.

Quería de algún modo borrar esa sonrisa que tenía en su rostro. Esa sonrisa burlona que me restregaba que había ganado sin ningún esfuerzo y por un minuto odie a mi amiga por eso.

—Está bien tu ganas voy a ir a ese patético viaje.

—No te vas a arrepentir—Dice mientras me abraza con fuerza—Paris es maravilloso y la vamos a pasar increíble.

Si el viaje de fin de curos era a Paris. Todo pagado por nuestros hermanos.

Estaba segura que a mi hermano le encantaría saber que había aceptado ir al viaje y me daría el sermón de, es por tu salud Alex, ya lo podía escuchar.

—Solo lo hago porque no quiero problemas con mi hermano y no quiero soportarlo, Lyn.

—No importa, podemos comprar ropa, nuevos modelitos y cosas.

¿Había mencionado que mi amiga era una maniaca de las compras? ¿No? Bueno pues lo era, podía comprar una sola tienda para ella sola si su tarjeta de crédito se lo permitiera, creo que esa fue una gran movida de Axel no dejarle crédito libre a su hermana, porque ella con una tarjeta ilimitada es un peligro para el mundo.

—Claro, claro—le dije mientras me ponía de pie con suma tranquilidad—Tu haz lo que quieras mientras yo me voy a dormir la siesta.

—Claro amiga ve y disfruta de tu pequeña siesta mientras que yo planeo todo.

La deje en la sala bailoteando y brincando por toda esta, subí las escaleras lentamente.

Me detuve delante de la puerta de Nathan como era mi costumbre hacerlo, pero solo me quede viendo la puerta, mi hermano había mandado poner a dos hombres custodiando la puerta día y noche las veinticuatro horas del día. Al principio lo vi como una medida demasiado exagerada pero con el tiempo vi que no era así, con el tiempo vi que realmente comenzaba a ser un desastre emocionalmente. Hablaba sola cuando estaba con el, me quejaba lo regañaba lloraba de todo, yo juraba en mi cabeza que escuchaba sus respuestas. Tal vez mi error fue decirle a mi hermana lo que paso porque esta de inmediato le dijo a mi hermano y desde ese momento no puedo entrar a la habitación de Nathan.

Suspire y vi la puerta de nuevo antes de girarme e ir a mi habitación a dormir la siesta, como era de esperarse mi habitación es la más alejada de la de Nathan. Como dijo River alguna vez, para evitar tentación.

Lo único que quería era que todo terminara de una vez.

Destino.  Serie Arcuri #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora