Capitulo 45

219 20 0
                                    

Alexa

No quería bajar a desayunar, realmente mi hermano no se había ganado que yo estuviera presente. Y por extraño que pareciera Nathan me respaldaba, le había hecho frente esta misma mañana y ese era el motivo por el cual a media tarde un me encontraba en medio de la cama.

Nadie había vendí a molestarme en todo el día y era cosa que agradecía tremendamente a mi familia. Era rara lo sé pero no me importaba.

Ya era entrada la noche cuando Nathan entro de nuevo a la habitación. Me quede siguiendo sus movimiento mientras el caminaba por la habitación preparándose para ir a la cama.

Verlo me hizo darme cuenta de cuanto lo había necesitado en este tiempo, pero también me hizo darme cuenta que no podía pasar por alto el hecho de que sabía que algo estaba fuera de lugar en nuestra relación. Que algo me ocultaba.

Porque estaba segura que algo feo estaba sobre nuestras cabezas y no quería que me diera cuenta, mientras todo el mundo a nuestro alrededor lo veía.

El colchón se hundió con su peso del otro lado.

—Sigues teniendo esa maña pequeña por mirarme mientras me visto o me preparo—Sonreí.

Era verdad muchas veces cuando me quedaba con el solo guardaba silencio y lo miraba caminar por la habitación mientras se preparaba ya fuera para el instituto o para la cama.

—No han pasado mil años Nathan—Dije como si nada.

—Solo unos pocos meses.

—Solo unos pocos meses—Repetí.

El guardo silencio por un largo rato que me hizo llegar a pensar que estaba dormido.

—Quiero llevarte a un lugar mañana... pero es muy muy temprano—Dice pensativo.

—¿Esta bien? ¿Es muy lejos?

—No, pero tenemos que ir antes de que salga el sol.

—Eso es muy temprano.

—Realmente quiero llevarte, Alex.

Tal vez, realmente era importante para el llevarme a aquel lugar, ¿Quién era yo para decir que no? Habíamos estado tantos meses separados que no me extrañaba que quisiera recuperar el tiempo perdido o que todo fuera como antes. Era extraño parecíamos dos extraños que dormían en la misma cama. Ya casi no hablábamos y todo porque simplemente me sentía extraña con su presencia. Me había acostumbrado tanto a que el no estuviera aquí que ahora que lo tenía a mi lado se sentí como un sueño del cual en cualquier momento me podría despertar.

Eran pasadas las cinco de la mañana cuando sentí el pequeño zarandeo de Nathan. Cuando abrí los ojos ya lo vi totalmente vestido, con ropa abrigadora así que supuse que estaba haciendo frio afuera y como no si aun no salía el sol.

—Es hora de levantarse, pequeña dormilona—Me sorprendió la buena actitud de Nathan justo en este momento. Me mordí la lengua para evitar hacer un comentario totalmente estúpido o fuera de lugar no quería pelear con el y arruinar el día.

Eran las cinco y media cuando salimos de la habitación y Nathan en vez de llevarme escaleras abajo me llevo hacia la parte de arriba. Fruncí el ceño dispuesta a preguntar que hacia pero él se me adelanto.

—Vamos a un lugar especial que descubrí hace tiempo—Dice dando respuesta a una pregunta muda.

Subimos varios tramos de escaleras hasta llegar al ático. No era el típico ático con cajas, polvo y cosas viejas, de hecho se veía que lo habían limpiado recientemente.

Nathan soltó mi mano y se fue hacia la ventana más grande y se giró hacia mí.

—¿Vamos?

—Estas loco Nathan no—Dije sorprendida al ver lo que quería hacer.

—No pasada nada, Alex—Dice el seguro de si mismo.

—No tengo coordinación, no puedo andar brincando de un lado al otro Nathan.

—No vamos a brincar solo nos vamos a sentar.

Suspire y me di por vencía al ver lo ansioso que estaba, era como si se le fuera hacer tarde para algo.

Tome su mano y deje que saliera primero y después yo. Nathan tenia razón no hicimos nada mas que sentarnos justo a un lado de la ventana.

—¿Por qué estamos aquí?

Él se quedó callado varios segundos antes de suspirar y girarse hacia mí.

—Te hice pasar un infierno y jamás en mi vida me lo voy a perdonar, de todas las personas eres la que más amo y he amado en esta vida. No fue mi intención dejarte sola, si lo hubiera podido evitar lo hubiera hecho con gusto—Suspiro—Sé que a pesar de que llevamos meses saliendo no nos conocemos realmente y no, no me mal interpretes cariño, a lo que quiero llegar es que a pesar de todo considero que eres la mujer para mí. A pesar de cómo comenzó nuestra relación y todo lo que ha pasado considero que eres para mí. Que eres la mujer por la cual he estado esperando toda mi vida. Tendré veinte años y todos dirán que es una locura lo que estoy a punto de hacer, pero no me importa... Alexa Arcuri... ¿me harías el honor de ser mi esposa?

Vi como sacaba un pequeño anillo del bolsillo de su pantalón, era precioso, tenía una piedra azul, rodeado de cuatro pequeños diamantes.

Habíamos pasado por tantas cosas que realmente lo que menos me esperaba era un anillo, matrimonio, una familia.

El tenia razón, no nos conocíamos a la perfección ¿Pero que pareja lo hacia? Lo que sabia de el me bastaba para saber que era increíble y cada día me lo demostraba mas. Estábamos pasando por un momento difícil pero esto, esto realmente nos uniría.

—Acepto—Dije en un susurro. Lo vi soltar el aire y poner el anillo en mi dedo, para después besar mi mano.

Había estado tan perdida en el momento que no me había dado cuenta que el sol comenzaba a salir.

No pude evitar sonreír ya que el momento era mágico.

Era un nuevo comienzo.

Destino.  Serie Arcuri #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora