Alexa
El estar de nuevo en Alemania hacia que pensara mil cosas y que mil recuerdos llegaran a mi cabeza. Como la muerte de mis padres o como mi hermano tenía que habernos dejado atrás para convertirse en lo que hoy era.
Vi en la sala, las fotografías familiares, sonreí, en una pared estaban las fotos tanto de River como de Lisanne y mías en un orden desde que nacimos hasta el último día de vida de nuestros padres. No pude evitar acercarme y sonreír.
Éramos tan pequeños y no sabíamos nada de la vida. No sabíamos todo lo que íbamos a sufrir después de que ellos se fueran de este mundo, a lo largo de esos años jamás nos imaginamos que nos enfrentaríamos al verdadero dolor y que nos veríamos envueltos en un mundo que no deseábamos, pero para el cual habíamos nacido.
A veces me ponía a pensar que es lo que sería de nosotros si ellos siguieran con vida, tal vez en estos momentos de mi vida estaría llorando a los pies de mi madre lo que Nathan me había hecho si es que lo había conocido.
—Alexa —La voz de mi hermano me sobresalto totalmente.
—Dime —Dije mientras me giraba a él y sonreirá ampliamente.
—Ya tienen preparado tu cuarto —dijo el mirándome extrañada mente.
Sabía perfectamente que estaba preocupado por mí y tenía que darle algo para que se tranquilizara.
—Solo necesito una semana —Dije sonriendo y besé su mejilla, River era y siempre será el mejor hermano del mundo. Como si le quitara un gran peso de encima él sonrió y yo me dirigí a mi vieja habitación. Sabía que aun así no estaba muy tranquilo, pero en este momento él tenía que enfocarse en otra cosa que no era yo, él tenía que poner en control su mundo, su casa, su ciudad.
Me resultaba tan extraño e inusual estar aquí. No pude evitar recordar la última vez que estuve en esta habitación.
Había llorado como nunca lo había hecho en mucho tiempo, me había entregado a Jason de muchas maneras, no simplemente físicamente, le había entregado una pequeña parte de mi corazón y simplemente mi mundo se había venido abajo en el momento en que mi hermano nos mando lejos.
No era secreto que el paso todas esas noches con Zoe, la mejor amiga de mi hermana. Mismas que yo compartí con Jason.
Suspire y me deje caer en mi cama. Era tan suave y blanda como la recordaba, cerré mis ojos y deje que mi imaginación corriera a mil por hora repasando los eventos de hace menos de veinticuatro horas. Realmente le daba la razón a Carter, no sé en qué estaba pensando en el momento en que decidí acostarme con Nathan, debí tener un poco más de fuerza. Debí ser la sensata de los dos y no dejar que eso llegara a más. Ahora no tenía cara para mirar a Nathan a los ojos. Había quedado como una fácil delante de él, muy a pesar de que era el segundo hombre en mi vida. Él no lo sabía y creo que nunca lo haría.
En este mundo no sabías que esperar y aun se me erizaba la piel cuando recordaba como sostenía a esa chica siendo que hace tan solo horas atrás Katy era su novia. Y ahí estaba ella entre los brazos de Dante, con una sonrisa de oreja a oreja.
Mis entrañas se retorcieron por tercera veces ese día, la primera había pasado cuando tuve que entrar a hurtadillas al cuarto de mi hermana por una pastilla del día siguiente. Si tan estúpida había sido como para ni siquiera haberme detenido a pensar en ello.
Tenía unos días difíciles por venir, ya que en lo único en lo que me podía concentrar era en mí y en la locura que había cometido.
Nadie dijo que sería fácil, pero tenía que superarlo de alguna forma y nada mejor que poner tierra de por medio, esperaba que eso lo sacara de lo cabeza.
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Destino. Serie Arcuri #1
Teen FictionNo puedes detener el tiempo, tampoco puedes cambiar el pasado. Pero puedes cambiar el futuro. O eso es lo que Alexa Arcuri pensó. Realmente no sabemos que es lo que nos lleva a tomar las decisiones, pero ninguna de ellas nos lleva a un camino incorr...