Alexa
La cabeza estaba por explotarme, al menos eso sentí con el primer rayo de sol que atravesó la ventana. Alguien se había tomado la molestia de cerrarlas casi en su totalidad y di gracias al cielo por ello.
Lleve una mano a mi frente tratando de recordar cómo había llegado a mi cama, pero todo era borrones. Jure por mi vida que jamás volvería a ir a una de las fiestas de Lisanne prefiera quedarme encerrada en mi habitación a volver a sentirme así.
El sonido de la ducha inmediatamente llamo mi atención e hizo que abriera los ojos y me sentara de golpe provocando que el dolor de cabeza se volviera a un peor. La ropa estaba regada por toda la habitación y no podía recordar como termine aquí, porque debo asegurar que esta no era mi habitación.
Abrace más la sabana a mí, esto tenía que ser una broma por todo lo alto, tal vez Lisanne... porque yo no era así, yo no sería así en mi vida. Jamás me hubiera ido con un chico a su casa sabiendo que tengo... Novio. Me tape la boca con una mano, le había sido infiel a Nathan.
El agua dejo de correr y me prepare para ver al chico estaba al borde de las lágrimas, yo no era así. No podía creer que esto me estuviera pasando a mí. Y es que en este momento era como si los segundos corrieran a paso lento o esa era la sensación que a mí me daba.
Cuando la puerta se abrió totalmente, solté el aire que no sabía que contenía y me puse de pie para tirarme a los brazos de Nathan.
—Buenos días a ti también —Dijo cuándo lo rodee con mis brazos.
—Te eche de menos —susurre contra su pecho.
—Yo también te extrañe pequeña —Sentí su mano en mi cabello y una sensación de relajación recorrió todo mi cuerpo era como si estuviera en el lugar donde debería haber estado hace tanto tiempo.
—¿Cuándo has llegado?
El saber que no me había equivocado, que no le había sido infiel hacia que todo mi cuerpo realmente se relajara, pero aun así no me explicaba cómo es que habíamos llegado aquí, me daba miedo admitirlo en voz alta pero recordaba muy poco de la fiesta.
—Llegue ayer junto con tu hermano. Tremenda fiesta que dio Lisanne. Pero no volverás a ir a ninguna de esas fiestas.
No me molestaba en lo más mínimo ir a una fiesta de Lisanne, había sido la peor experiencia de mi vida y eso que nunca salía a fiestas. Justo cuando decido hacerlo pasó por la peor experiencia de mi vida.
—Nunca más —Le susurro a mi novio.
—Ahora Alex —Dice tomándome de los hombros —Quiero que me digas todo lo que recuerdas paso por paso.
—Bueno —Solté el aire. Había visto a mi hermano tantas veces como Nathan estaba ahora que sabía que algo malo había pasado o se tenía la sospecha de que algo malo había sucedido.—Lisanne me dijo que haría una fiesta y como yo no estaba de acuerdo le avise a River. Dijo que estaba bien que de seguro era algo insignificante pero cuando yo vi la multitud de gente en la fiesta le llame para avisarle, me dijo que estaría aquí en pocas horas y no le dije nada a Lisanne de ello, porque quería que por primera vez la regañaran justo como era debido, se que no somos ningunas niñas o algo por el estilo pero de todos modos alguien tiene que tomar las riendas de la vida de Lisanne si no lo hace ella misma.
Bueno el punto es que comencé a pasear por la casa. En mi habitación no se podía estar porque el sonido era casi ensordecedor además que cada dos minutos alguien tocaba mi puerta preguntando si era una habitación libre. Así que cerré con llave mi habitación y volví a la fiesta. Fue ahí cuando conocí a un chico, fue algo tipo como un accidente su nombre era Cameron, no me acuerdo muy bien del apellido pero en fin. Por accidente tire toda una bebida en su pecho...—Tuve que detener mi relato unos minutos por la reacción de Nathan, se había quedado viéndome como si estuviera totalmente loca o como si hubiera hecho la peor bajeza del mundo. Pero es que estar en un mar de gente sola no era la mejor idea del mundo, además que se veía que era buen chico y creo que confié en el sin pensar dos veces en las consecuencias que podría traer confiar en alguien que apenas conoces—...Entonces fue cuando me ofrecí a limpiar su playera.
—Esto es el colmo Alexa —Exploto Nathan, me sorprendió cuanto tardo en explotar realmente creí que no podría contar bien el relato cuando estuviera gritando, tantas veces lo vi explotar contra mí que no me sorprendió mucho —No me digas lo que sigue porque lo puedo adivinar. Fueron a la lavandería y él se quitó la playera para que la pudieras lavar.
—Pues no, fuimos a la cocina y le di un trapo con agua para que pudiera remover la mancha lo mejor posible, no soy como las demás Nathan sé que podrías llegar a pensar lo peor de mi pero ¿adivina qué? no soy como las demás, en fin —Dije en un suspiro —Lo ayude con su playera y me ofreció una cerveza, no soy de tomar mucho pero la tome, di como dos tragos y la deje, poco después de eso no recuerdo nada.
No quería decirle que en realidad recordaba vagamente algunos acontecimientos, como el que un chico toco mi trasero, que un chico había intentado besarme o como se me había hecho fácil bailar en la mesa a tal grado de comenzar a quitarme la ropa, en realidad eso era todo lo que recordaba, pero sabía que habían sido horas la que había estado bajo los efectos y en la fiesta tomando como si no hubiera mañana.
—Entonces... —Dijo con la mandíbula apretada —Estamos hablando de que tienes una laguna mental de toda la noche.
—Bueno no tan laguna mental, recuerdo pocas cosas como fragmentos, como por ejemplo que un chico me quiso besar y puse mi mano en toda su cara diciéndole que tenía novio.
—Mi amor fue a mí a quien le pusiste la mano en la cara, ¿Qué más recuerdas?
—Recuerdo también que hubo una pelea y luego toda la gente siguió bailando, no sé cómo termine bailando en la barra pero eso lo recuerdo.
—¿Qué más?
—Es todo lo que puedo recordar con claridad, todo lo demás es como un sueño, como si jamás hubiera pasado o como si yo jamás hubiera estado ahí y todo fuera acto de mi imaginación.
—Cariño todo está bien entonces —Algo en su tono de voz me dijo que no era verdad, algo me dijo que me estaba mintiendo pero no quise decir nada simplemente le seguí el juego.
—Lo siento —Susurre.
—No, no nena todo está perfectamente así que deja de lamentarte ¿está bien? —paso una mano por mi mejilla y de inmediato cerré los ojos al sentir esa suave caricia.
—Te extrañe mucho —Dije cuando abrí los ojos.
—Yo también te extrañe Alex —Siempre que sentía ese pequeño roce o esa pequeña caricia hacia que mi corazón se sobresaltara, pero cuando me besaba era como viajar a otro mundo. —Cámbiate que aún tenemos que ir con tu hermano —Sonrió como si fuera un juego o algo por el estilo. —Y prepárate porque nos espera una buena pelea —Me volvió a besar antes de regresar al baño y terminar de vestirse. Y como era de esperarse me quede viéndolo como si fuera una boba.
Carter tenía razón estaba más allá del enamoramiento por Nathan Lenhandry.
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Destino. Serie Arcuri #1
Teen FictionNo puedes detener el tiempo, tampoco puedes cambiar el pasado. Pero puedes cambiar el futuro. O eso es lo que Alexa Arcuri pensó. Realmente no sabemos que es lo que nos lleva a tomar las decisiones, pero ninguna de ellas nos lleva a un camino incorr...