No merezco ser amado

Capítulo 10

[Narra: Jeff]

Había salido a caminar por el bosque para despejarme un poco. El clima era frío, típico de invierno en un bosque.

Mientras caminaba pensaba en ciertos asuntos que hacían pedazos mi cabeza. Mi hermano, mis sentimientos.

¿Quien soy?

Jeffrey Woods ¿Enserio está muerto? O ¿Es que una parte de el aún vive en mi? No lo sé, cualquiera que fuera la respuesta era mala.

Jeffrey Woods era mi humanidad, mi debilidad, lo que me dolía en el fondo de mi insana mente, era Jeffrey, pues era él quien pensaba con el corazón, Jeff The Killer pensaba con la mente, una mente enferma sin humanidad.

Y es que en el fondo estaba consiente, aún existe Jeffrey, fue el quien me trajo hasta Slenderman o más bien, a sentir algo por el.

Lo peor es que aún no se que siento por el. Es algo fuerte, pero no sé si esto sea amor. ¿Lo amo? ¿Enserio lo amo? Puede que si, puede que no. Puede que solo le tenga cariño, pero no estoy seguro de eso.

No estoy seguro de nada.

Estaba tan hundido en mis dilemas, que no noté cuando inconscientemente comencé a seguir un camino de sangre que se hacía más grueso conforme avanzaba.

Lo seguí, hasta que me detuve en seco al ver un cuerpo sin vida de lo que pareció ser, un joven estudiante.

Su cara estaba totalmente salpicada de sangre, que asumí, era su propia sangre y su torso tenía una gran apertura en donde deberían ir los riñones.

Vaya pedazo de raro que hizo esto. Se llevó los riñones de este chico. ¿Para que mierda los querría?

Quizá algun loco necesite un transplante y tuvo que recurrir a estas medidas por falta de dinero. Ese bosque es conocido porque muy pocos salen con vida.

No quise ver mucho más tiempo el cadáver y comencé a caminar intentando no manchar mis zapatos con sangre. No es que me moleste, pero dudo que a Slender le guste que deje huellas de sangre por la caballa.

Y tampoco es que me importe hacerlo enojar.

Demonios, creo que pienso demasiado en el. Todos mis pensamientos de alguna u otra manera se enlazan a el.

Cómo sea.

Solo digo, es cuestión de educación, aunque sea irónico que yo lo diga. Más bien, no, no es irónico. El ser un asesino no quiere decir que no pueda tener modales y educación.

Me detuve en seco, por nueva cuenta, la ver la figura negra de un chico acuclillado en medio de un grotesco charco de sangre. Parecía estar masticando algo.

Joder, esto es desagradable. Un caníbal en el bosque, espero no verme apetitoso hoy.

Yo siempre me veo apetitoso, pero espero que hoy no sea así.

No quería ganar problemas con lo que fuera que fuera eso, así que comencé a retroceder lentamente para irme directamente a la cabaña. Lamentablemente, mi suerte corrió en mi contra cuando una rama en el suelo crujió al romperse por no soportar mi peso cuando la pise.

Mierda.

Me quedé estático mirando a ese hombre vestido de negro. Mire cada uno de sus movimientos mientras se levantaba del suelo y limpiaba con su manga los restos de sangre en su boca.

Estaba dándome la espalda, pero podía adivinar sus movimientos aún sin verlos. Lentamente dió la vuelta y aún cuando yo esperaba ver su rostro, no pude. Una máscara azul lo cubria.