Slender sentía una gran oscuridad acercarse rápidamente, empezaba a entrar en pánico, pero no podía demostrarlo.
Eso alarmaría a sus acompañantes, aunque Splendor también podía sentirlo, prefiero quedarse callado.+Slender+
-Lo sé, el está aquí. Ya lo sentí-
+¿Que haremos ahora?+
-Ya te lo dije: protegerlos-
+¿Que pasaría si algo nos sale mal?+
-Estamos jodidos, simple-
+Eso me tranquiliza+
Seguía caminando, ya casi llegaban a la cuidad. Slender comenzó a notar como todo a su alrededor perdía color y vida, el pánico se adueñó completamente de su mente.
Comenzó a caminar más rápido, jalando a sus acompañantes con el, pero de pronto sus sentidos se agudizaron.
Se dió la vuelta y detuvo una concentración en forma de esfera que se dirigía a Jeff.Jeff se dió la vuelto al escuchar el estruendo y lo vio allí...
El sujeto del que todos hablaban, quien estaba en boca de todos.
Zalgo..
A su lado, como siempre, su fiel heraldo.
Todos los miraron a ambos con horror mientras éste se quedó inmóvil viéndolos a todos, pero su mirada se detuvo en cierto punto: Jeff.
Slender se posó frente a Jeff atrayendo, así, toda la atención de Zalgo.
Latido...
Latido...
Latido.
Latido.
Latido
LatidoLatido
Latido
Latido
Latido
Latido
Latido.
El corazón de Jeff no dejaba de latir, cada vez con más fuerza. Zalgo detectó eso, su plan empezaba a funcionar y ni siquiera había comenzado.
Eso, sientelo. Eso es miedo.
- Larguense todos de aquí.- Slender había ordenado en un murmuro a todos sus acompañantes que se fueran, el sabía que Offender se encontraba cerca de la zona. El podría protegerlos.- ¡Ahora!
En las cabezas de todos, una interferencia se escuchó haciendo que por un momento una fuerte migraña apareciera. Slender había causado eso al gritarles.
Splendor comenzó a guiar a todos hacia dónde estaba Offender, pero había alguien que no se movía de allí y era Jeff.
El heraldo notó que Jeff tenía la guardia baja así que se echó a correr hacia el.
Jeff rápidamente empezó a buscar su cuchillo, pero al observar la espada de su contrario se dió cuenta de que era inútil.Como un ángel caído del cielo, así llegó Toby y con una de sus hachas logró herir gravemente el brazo de el heraldo haciéndolo retroceder.
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No merezco ser amado
Fiksi PenggemarA pesar de los años, los arrepentimientos siguen estando allí. Mientras más los pienses, más fuertes de hacen y más tortuosos se vuelven. Como el rencor. Como el dolor. Como el amor. Jeffrey Woods no entendía esto. Llegó a pensar que la felicidad...