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Pov's Astrid:

Edeline entró en la habitación. Debo admitir que tenia la ropa rota y estaba bastante despeinada.

—¿Viste? Yo tenia razón, esta con Diego...—  Dijo Mary.

Edeline se quedo parada observandola. Podía ver como sus ojos reflejaban dolor. Amy  se levantó rápidamente, muy enfurecida pero al ver a Edeline, frenó en seco y volvió a su cama.

— Espero que se sientan bien diciendo eso... ustedes aquí, y Charlotte en aquella habitación luchando por su vida y yo solamente intente ayudarla... me parece que no es justo.—  Dijo sin mirar a nadie. Suspiró fuerte, expresando cansancio.

Nadie habló, todas se quedaron calladas observándose entre sí. Rápidamente me levanté de la cama, por suerte ya no nos ponían más las esposas. Caminé hasta la puerta con paso firme. Antes de llegar a ella, pasé al lado de Edeline, obviamente sin decirle palabra alguna ¿Para qué hablar con alguien que te odia?

Abrí la puerta de la habitación y salí.

—¿Qué haces a fuera Astrid? — Gruñó Matt.

—Necesito hablar con Diego — Dije cortante y seguí caminando hasta la oficina de este.

Abrí la puerta bruscamente haciendo que Diego se exalte.

—¿Astrid? ¿Qué haces acá? — Preguntó sorprendido.

—Ay amor, quería venir a visitarte ¿Está mal? — Pregunté acercándome a él y dejando un beso en su mejilla.

Aproveché que estaba sentado por lo que fui por atrás y empecé a hacer un intento de masajes en sus hombros —¿Viste lo que le pasó a Edeline? — Pregunté riendo.

—Si — Dijo firme.

—Pobre idiota — Canturré. — Siempre queriendo salvar la vida de los demás. Por ahí se piensa que es un heroína — Bromeé y el rió.

Me acerqué al mueble de madera donde Diego colocaba todas las bebidas. Saqué un whisky y dos vasos.

—¿Algo nuevo? — Dije mientras vertía el líquido amarillento en los vasos y me sentaba en la silla de en frente.

—No ¿Por qué tan interesada? — Preguntó arqueando una ceja.

—Ay amor, era solo una pregunta — Bufé.

Esto realmente se estaba complicando.

Ast, hay algo que no entiendo.

—Escupelo — Bromeé y el se preparó para escupirme siguiendo la broma — Ni. se. te. ocurra. — Dije levantándome de mi asiento.

Rió pero rápidamente su cara se tornó sería — ¿Por qué delataste a Amy y a Edeline, pudiendo escapar vos también y además queriéndote unir a quien te secuestró?

Quién arqueó la ceja ahora fui yo. —¿A caso desconfias de mi? — Dije enojada.

—Solo te pregunté algo, Astrid.

—Si me preguntas eso es porque desconfias de mí.

—Solo contesta.

Bufé enojada — Las delaté porque nunca me cayeron bien. Son muy creídas y es obvio que Edeline hace todo para enamorarte. Hace todo para enamorar a MI NOVIO — Me autocorregí.

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