Septiembre 28, 1015.
He decidido... escribir. Eso es. Escribir y nada más. Como estudiante de secundaria, y en la situación en la que todos nos encontramos, sería pretencioso decir que esto es una especie de documentación con alguna clase de valor social y mucho menos científico. Escribiré simplemente porque tengo miedo, porque estoy sola.
Suena pretencioso incluso así, pero no tengo otra forma de verlo. Podría pensar en una mejor manera de exponerlo pero, tonta yo, estoy más interesada en el raro sentimiento que me produce volver a escribir con lápiz y papel.
¿Cuándo inició todo esto? A nivel local, hace cinco meses. Todo ha sido silenciado, y se ha mantenido este silencio absoluto hasta la fecha. Los primeros días los noticiarios locales comunicaban, aunque con algo de recato por temor a la histeria colectiva, lo que sucedía. La explosión en la planta, lo difícil que era controlar las llamas, el peligro de que ciertos químicos se esparcieran por el aire, y antes de eso, los asesinatos, hechos aislados dijeron, policías destituidos, el alcalde nervioso por algo que sólo él parecía conocer. Pero esto no era algo que pasara en ese momento, era algo que ya había pasado y hasta ahorita nos enterábamos. Otros se atrevían a decir cosas más locas, experimentos, virus, muerte, el fin del mundo, como sacado de un videojuego del género Survival Horror.
No podría decir más ni aunque quisiera. Mientras todo esto se desarrollaba yo estaba locamente enamorada de Sebastian, Ese, como le decíamos. Me interesaba más arreglarme para que me viera bonita, para ganar confianza en mí misma y me viera todavía más bonita. Además, estaban mis amigos, los deberes, mis padres y mis dos hermanos... Ellos... Ellos desaparecieron. Supongo que han de estar vivos en algún refugio y no los dejan venir por mí. Porque lo prometieron, y yo sigo esperando. Me dijeron: aguanta Josephine Jones. Aguanta.
Supongo que este diario es eso, es mi forma de decir: lo siento, mamá y papá, pero ya no aguanto más. Y detesto mi nombre.
JJ
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El diario de Josephine Jones
Historia Corta¿Hay alguna moraleja en esta historia? Nunca obedezcan a sus padres. Josephine Jones jamás imaginó que a sus dieciséis años le tocaría vivir un apocalipsis zombie. Menos aún, que tendría que vivirlo encerrada, en espera de ser rescatada, sin conoc...