El 7° Año.

Conociendonos

Sala Comun De Slytherin, mañana siguiente...

Draco se desperto con su cansansio de siempre, le gustaba regresar a Hogwarts y que por fin todo haya acabado, pero solo era cuestion de, al vestirse, ver su antebrazo izquierdo y recordar su cruda realidad: seguia siendo un mortifago.

Nada ni nadie podia quitar la marca tenebrosa de su brazo, pero la profesora McGonagall o mejor dicho directora, le habia concedido la entrada al colegio a el y a sus amigos. Aunque nadie lo pudiera creer, extrañaba a Crabbe y Goyle. Uno muerto en la sala de menesteres y el otro en Azkaban. Azkaban. El lugar donde estaba la persona mas desagadable para el. Lucius. Su madre y amigos, incluso Granger, le habian dicho lo mismo: "es tu padre".

El desde hace mucho tiempo no lo consideraba como tal. Draco siempre le mostro respeto y lo utilizaba como modelo a seguir, pero desde que los utilizo a el y a su madre frente al Señor Tenebroso, lo habia odiado tanto como al mismo Voldemort.

Trato de no pensar en eso y siguio vistiendose. Una camisa color negro remangada hasta el codo, con su corbata verde esmeralda, arriba de esta, un chaleco color gris, luego su capa, bordada en una esquina con la enorme S y la serpiente.

Se puso un poco de locion, mojo su cabello y con un fino cepillo lo peino de lado para finalmente ponerse el anillo que era lo unico que le gustaba de la Mansion Malfoy. Tomo su mochila, guardo su varita en los pliegues de su capa y bajo a la sala comun, donde Pansy, guapa como siempre y Blaise apuesto con su porte elegante, lo esperaban para ir a desayunar.

Al subir al gran comedor se sento cerca de Daphe y Millicent y empezo a comer tranquilamente hasta que una taza de cierta sustancia llamo su atencion.

Chocolate.

Tomo la taza y la observo. Si, definitivamente los ojos de Granger era de ese color, bebio un poco de la sustancia y sintio la misma calidez que cuando vio a los ojos de Granger. Sonrio para sus adentros y dejo la taza y volteo absurdamente a la mesa de Gryffindor, donde ella estaba comiendo pan con jalea y platicaba con Longbottom.

Sono el timbre se levanto de su asiento y reviso su horario. Le tocaba con Gryffindor, Cuidado de Criaturas Magicas. Hasta despues de comer.

Draco se encamino a Encantamientos y en eso la vio, regañando a unos niños de 2° grado, los dos de Hufflepuff.

-Saben que no pueden traer productos Weasley al colegio, 10 puntos menos para Hufflepuff y ahora vallanse o seran mas puntos.

Draco la siguio obsevando y vio que abria la caja y la miraba con una gran sonrisa y en eso vio una lagrima rodar por su mejilla.

No sabia porque, talvez extrañaba a la Comadreja, oh bueno, Weasley, se acerco a ella y le dijo:

-¿Que pasa Granger?, ¿Extrañas a Weasley?

Hermione lo miro y se limpio la lagrima y sin saber porque sonrio.

-No, o bueno, si lo extraño, pero no es por eso, esque...Recorde a Fred, ¿lo conocias no?, bueno no se si sepas que...

-Murio-contesto Draco-justamente cuando Potter, Weasley y tu me rescataron de la Sala de Menesteres.

-Si, bueno, esque, ya Fred no podra hacer nada de esto y me senti muy mal...-se dio cuenta de que mas lagrimas salian y  siguio-anda riete de mi.

Draco la observo y con un elegante movimiento saco un pañuelo y se lo tendio:.

-No llores, Granger, eres leona ¿recuerdad?, eres fuerte, llorar es una debilidad, no te preopues por Fred, el esta haciendo su industria en el cielo.

Hermione tomo el pañuelo y limpio sus ojos, pudo oler, ahora una locion olor frutos rojos y en una esquiña tenia en letras doradas: D.M.

-Amm, Malfoy, me diste tu pañuelo.