El 7° Año.

La Carta

Las palabras de escribían con sutileza en el pergamino y una lechuza esperaba en el marco de la ventana.

-¿Estas segura que es la letra de Granger?.-preguntaba Lucyana mientras miraba (o vigilaba) por la puerta de la lechuzeria.

-La estoy imitando con lo que vi en sus apuntes de Herbologia, además, ¿que mas da si es igual a su letra? Weasley es un estupido y te apuesto a que ni siquiera sabe como es su caligrafía.

-Tienes razón...por cierto, robe la poción ayer en la tarde.

-Perfecto. Porque ni idea de como hacer la poción multijugos. Y ya tengo un plan para tomar un cabello de la sangre sucia.

-¿Como lo harás? Te recuerdo que Draco no quiere que nos acerquemos a ella.

-Yo no me acercare. Tu lo haras.-decia Astoria mientras encontraba las palaras correctas escribirle en el pergamino.

-¿Que? Ni de broma. No quiero problemas con Draco.

-No los tendras, tan solo te acercaras a Hermione con unas tijeras, le preguntas algo sobre alguna tarea o asigniatura y le cortas solo un pequeño mechon.

-¿Y si se da cuenta?

-Por Merlin, tiene una melena del tamaño del atlantico, no se dara cuenta de que le faltan algunos.

-Esta bien...¿Ya acabaste?

-Claro que si, te la leeria pero ahora tengo que mandarla y conseguir la tunica de Gryffindor.-al parecer a Astoria eso le daba asco pero estaba firme en su decisión.

-De acuerdo, ire a ver como va la pocion para dormir, nos vemos As.

-Adios Lucy...-tomo la lechuza por una pata y ato la carta a ella, con el nombre "Ronald Weasley. Ministerio De Magia. Atte: Hermione Granger." Eso la hizo sonreir. Vio a la lechuza partir y se enderezo completamente.

-Llegara mañana. Y El Pobreton vendra pasado mañana. Justo a tiempo.-despues de una sonrisa maliciosa se fue de la lechuzeria.

Hermione se encontraba en su clase de Runas Antiguas, escribiendo con prisa en el pergamino y mirando el reloj de arena que habia en la mesa del profesor. La semana pasada Draco se habia ido a Malfoy Manior a visitar a su madre. Segun sus cartas, Narcissa se mostraba distante con Draco, su cabello que antes era rubio ahora era tiza, sus facciones aristocratas y perfectas ahora estaban decaidas y solitarias. Sus ojos eran dos lagos huecos sin vida.

Hermione se sentia triste y sola por la ausencia de Draco, pero al menos no esperaria tanto para verlo otra vez. En dos dias volvia, justo a tiempo para que fueran juntos a Hosdmade, pues por el 14 de Febrero, McGonagall les habia dado permiso para ir al pueblo.

Mientras tanto Draco estaba en su antigua habitación todas las noches y sentia el otro lado de la cama siempre frio. Por suerte se habia llevado una foto de Hermione con el.

Todas las noches se quedaba mirando el lado vacio de a cama, fria y sin ninguna castaña alado. La foto la veia y sonreia al verla sonreir, le daba un pequeño beso y la guardaba en un cajon de su buro y dormia placidamente.

Cuando faltaba poco para que regresara, planeeo decirle a su madre sobre su relacion con Hermione.

-Madre, ¿Puedo pasar?.-pregunto al estar en la puerta de la habitacion de Narcissa.

-Claro cielo ¿Que ocurre?.-dijo incorporandose.

-Veras madre, hace unos meses cuando entre de nuevo al colegio, me enamore de...una chica.-dijo la palabra "Chica" queriendo gritar "Hermione".

Su madre sonrio con los pomulos blancos como la lejia. Basicamente ya lo sospechaba.

-¿Se puede saber quien es la digna afortunada?