Egoísta (James Sirius Potter)

Capitulo 12. Cosas peores

"Anda y camina pequeña niña

Anda y camina hacia la oscuridad..."

La presencia de James junto a mí en la oscuridad me tranquiliza.

Después de leerle como cada noche un pedazo del libro se ha quedado completamente dormido y su respiración tranquila, al contrario de lo que podría parecer, me tranquiliza, estoy muy relajada.

Después de lo que paso con Oliver fui al gran comedor, me senté en la mesa con los Gryffindors, comí lo más rápido que pude y salí de allí, cuando Scorpius y Albus apenas llegaban yo ya me estaba yendo, sonreí e hice bromas con ellos solo para explicarles que debía hacer una larga tarea de Aritmancia en la biblioteca y que si terminaban rápido me alcanzaran allá. Ambos me creyeron.

Obviamente no me dirigí a la biblioteca, salí del castillo y me senté a leer bajo la sombra de un árbol.

Para mi sorpresa, no había nada en mi aparte de la determinación de no volver a hacer enojar a James porque él no iba a lastimarme a mí, iba a lastimar a quienes me rodeaban. Oliver ni siquiera era mi amigo.

-¿Sigues despierta?- pregunto James junto a mí con voz algo adormilada. Lo sentí removerse bajo las cobijas y darse la vuelta para quedar de frente a mí. Mis ojos se toparon de lleno con los suyos, lucia tranquilo y apacible, como un lago en un tranquilo día de primavera.

-Creo que hoy no voy a conciliar el sueño- comente y el sonrió mientras levantaba la mano y la posaba con suavidad sobre mi mejilla. Ambos estábamos fingiendo que lo de Oliver no había ocurrido aunque yo lo tenía muy grabado. Probablemente tendría pesadillas al respecto en mi vejez.

-Cuando era pequeño...- murmuro mientras apartaba la mano de mi mejilla y la llevaba a mi cintura atrayéndome de un jalón hacia él, estaba caliente -Sufría terrores nocturnos... Gritaba y mi padre siempre venía a mí sosteniendo la varita en alto. Me pedía que le contara mis sueños y él siempre me decía que no había nada que temer, que ya no había nada que pudiera hacerme daño.

Harry Potter diciéndole a su hijo que no había nada que temer... yo le habría creído sin dudarlo siquiera.

-¿Que soñabas?- cuestione mientras escondía el rostro en su pecho y el soltó un largo suspiro antes de hablar.

-Cosas malas- murmuro y me abrazo más fuerte -Antes solía creerle, creía que no pasaría nada malo porque Voldemort había muerto... - la pura mención del nombre me sobresalto, no porque me asustara si no porque era la primera vez que escuchaba a alguien mencionarlo, nadie hablaba de él como si temieran que por mencionarlo el fuese a volver -Entonces me di cuenta de que hay cosas mucho peores...

-Como tú- solté y lo sentí reír.

-Como yo- afirmo sin ninguna vergüenza y se quedó callado.

No tarde mucho más en quedarme dormida