"Anda y camina pequeña niña
Anda y camina hacia la oscuridad..."
Ya no sabía que demonios estaba pasando con su vida mientras andaba de la mano de James que la apretaba con fuerza, como si previera que el plan de la chica era soltarse y salir corriendo, la sostenía tan fuerte que casi lastimaba.
Aquello era demasiado extraño.
-¿No íbamos a tomar las clases James?- preguntó Gemma con la cabeza gacha mientras trataba de ocultar con los enormes lentes y el cabello su rostro para que nadie la reconociera. Todos los observaban como si fueran un par de fenómenos, de hecho y a decir verdad, la observaban a ella como si fuera un fenómeno de circo andando detrás del maestro de ceremonias.
Llamativa y horrible. Lo único que no quería ser.
-Acabo de decidir que prefiero hacer algo más contigo- contesto el si detenerse ni dedicarle tan solo una mirada -Supongo que si para cuando terminemos con eso aún hay luz de día podemos ir a las clases- respondió el simple sin dar ninguna información extra, solo diciendo lo necesario para que Gemma se quedara callada, porque por más que ella misma se reafirmara que no estaban haciendo nada malo algo dentro de su cabeza le aseguraba lo contrario. Algo le decía que aquello estaba mal. Tenía un muy mal presentimiento al respecto.
-¿Puedo preguntar de que se trata?
-Es algo malo- la respuesta había sido tan natural que en cualquier otro momento la chica habría creído que aquello era una broma, una broma de muy mal gusto, pero la seriedad en la voz del joven y aun peor la fluidez con la que lo soltó hizo que el pecho de Gemma se comprimiera.
-¿Y enserio es necesario que me metas en esto?- pregunto nuevamente la joven tratando de mantener la compostura a pesar del pésimo presentimiento. Deseaba ignorarlo y para su mala suerte no podía.
-¿Acaso tienes miedo?- devolvió el joven la pregunta deteniendo su caminar a mitad del pasillo obligando también a la chica a detenerse justo a sus espaldas completamente incapaz de ver su rostro.
-Si- murmuro ella sintiendo como la mano del joven se apartaba de la propia dejándola con una extraña sensación de vacío que la inundo en menos de una milésima de segundo.
Apenas acababa de conocerlo, no podía sentirse tan sola si apenas lo conocía.
Se repetía eso mismo una y otra vez pero sabía que era inútil ya que la sensación de soledad se mantuvo fuertemente afianzada a su pecho.
-¿Crees que voy a lastimarte?- solo esa pizca de miedo en la voz del joven la hizo temblar.
¿Lastimarla? por supuesto que sí. No solo lo creía, si no que sabía que él era completamente capaz de lastimarla, también sabía que estaba loco y sabía que ella estaba aún más loca por seguirlo y confiar en él.
Quería gritarle en la cara que sabía que el tipo estaba loco, que había algo muy mal dentro de su cabeza y que lo sabía cada que la miraba. Pero lo que salió de sus labios fue mil veces distinto. Incluso ella misma se sorprendió
-Estoy segura que no- trato de consolarlo sintiéndose avergonzada de sí misma al escuchar la risa emerger de los labios del joven Como si se burlara de ella y pisoteara burlonamente sus estúpidos intentos de ser condescendiente con él.
-Entonces déjame que te diga que estas equivocada.
Y siguieron andando a través de los pasillos hasta llegar a un aula vacía que Gemma muy bien reconocía como una de las muchas que la Directora McGonagall había habilitado para que Scorpius y ella pudieran tener clases de pociones a gusto y sin problemas. Un aula bien equipada con los materiales necesarios para preparar cualquier poción en una pequeña cantidad.
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Egoísta (James Sirius Potter)
FanfictionAl final el mal jamás murió y ahora que vuelve a hacerse presente no hay nadie que sea capaz de detenerlo... ni de escapar de él.