Capitulo 23. Desolación

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El miedo y la confusion cruzaron fugaazmente los ojos verdes del azabache antes de instalarse en ellos una tristeza que lo hizo soltar un par de lagrimas para seguir de ellas una mueca llena de odio y frustración.

-Perdoname Albus.

-No Gemma... acabas de arrebatarme a mi hermano- jamas habia tenido tantas ganas de llorar como en el momento en que esas frias e hirientes palabras llegaron a sus oidos, de hecho jamas se habia soltado a llorar de una manera tan instantanea como en ese momento. Sabia que era la culpable, sabia que le habia arrebatado a su hermano y sabia que se merecia cualquier forma de odio que el chico quisiera darle pero no habia esperado que doliera tan profundamente.

Habia perdido a un amigo por algo que desde el inicio habia estado fuera de sus manos y ello la llenaba de frustracion.

-En serio nunca espere que esto ocurriera- hablo ella como pudo con voz entrecortada pero antes de que nada mas sucediera el chico estaba dandose la vuelta andando hacia la salida con pasos largos y firmes, tan firme como ella nunca lo habia visto.

-¿A donde vas Albus?- cuestiono Jill mientras saltaba para alcanzar al chico que se detuvo en la puerta con porte seguro y regreso hasta esta la mirada, una mirada tan fria, tan vacia de cualquier cosa, que Gemma incluso sintio que le faltaba el aire de lo helada que la habia dejado. Ese chico ya ni siquera se parecia a si mismo.

-James es mi hermano. Voy a parar esta situacion, no por ella, por el.

-¿Eres conciente de que Gemma no tiene la culpa, Al?- pregunto bajito Scorpius que estaba tanto o más sorprendido que Gemma por la nueva actitud, casi personalidad, de su amigo.
Scorpius conocia al de los ojos de esmeraldas desde que ambos habian cumplido 6, cuando habian jugado juntos fuera del despacho de su padre en el ministerio sin saber quien era el otro ni su procedencia, siendo tan sólo niños. Aun podia recordar la expresion sorprendida de su padre al igual que la divertida de Harry Potter, que hasta parecia burlon, mientras los miraban jugar con unas dentaduras mordelonas como si fueran gran cosa.

Desde entonces los dos habian sido amigos y para ser sincero consigo mismo nunca había vuelto a considerar a nadie su amigo como el lo era. Solo a el porque lo sentia familiar.

-Lo se, Scorp- aseguro Albus que son decir más salio del lugar seguido de cerca por Jill y Scorpius que trataban inutilmente de razonar con el, dejando a Gemma sola pensando en las miles de posibilidades.

Antes de tomar una decision debia decidir las razones por las que estaba tratando de encubrir al mayor de los Potter

¿Porque lo hacia?

Probablemente se trataba de esa amabilidad pasajera, esa que iba y venia tan rapido y fugaz como su sonrisa. Era, tal vez, su voz diciendo comentarios sin sentido, que sin saber como ni porque, la hacian sonreir. Porque debajo de la gruesa capa de imperfecciones y errores estaba el chico perfecto que en realidad era. Debajo de tantos defectos estaba Sirius Potter, el chico que podia iluminar una habitacion entera con solo sonreir.

Porque despues de mirarle por un millón de diferentes ángulos Gemma conocia una realidad sobre el que conocían pocos. James no era malo. Al igual que ella, el ponia a sus hermanos por encima de todo lo demás. Incluso, aunque jamas se lo habia aclarado del todo, James le habia confesado que la utilizaba a ella porque si no tendría que utilizar a Lily y aquello no podia hacerlo, no podia ponerla en peligro. Tambien habia tratado de mantener a Albus fuera del campo minado cuando le habia pedido, casi ordenado, que se mantuviera alejada de el. Tal vez si lo hubiera hecho en ese momento las cosas estarian resultando distintas.

Y tal vez, solo tal vez, era ese sentimiento extraño y estupido que la inundaba cada que estaba cerca de el. Tal vez era eso.

Pero ¿Que era lo que sentia?

Egoísta (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora