Capitulo 19. Rota

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Los ojos de Gemma se clavaron en el tablero frente a ella donde una ficha blanca hacia pedazos a una negra con un casi cómico golpe de espada.

La verdad era que aquello era algo que llegaba mucho más lejos de lo que jamás se había esperado aunque, siendo sincera consigo misma, era tonto que no se le hubiese siquiera ocurrido. Si los retratos se movían y hablaban no había razones para pensar que una ficha de ajedrez no pudiera hacer algo tan soberanamente raro.

-¡Jaque!- celebro Jill mientras levantaba los brazos en un signo de victoria sobre su cabeza y sonreía triunfal para Albus que sonreía de lado al tiempo que fruncía el ceño levantando una de sus cejas en un cómico gesto.

-Buena jugada- rio Scorpius mientras pasaba uno de sus brazos sobre los hombros de Gemma atrayéndola aún más hacia él, obligandola a recargarse un poco sobre él. Ambos estaban sentados en un sofá en la sala común frente a una pequeña mesa sobre la que jugaban Jill y Albus.

-Jamás se me habría ocurrido ese movimiento- alabo Gemma también, sonriendo maravillada del excelente rato que estaba pasando con sus amigos. Jill y los dos Slytherins parecían llevarse bastante bien, tanto como si hiciera mucho tiempo que se hablaban y no desde esa mañana -Ya quiero ver que haces con eso Al.

-No me conoces, preciosa- se carcajeo Albus mientras inclinaba el cuerpo sobre el tablero y lo analizaba con un brillo extraño en los ojos de esmeralda -Jamás nadie me gana en este juego.

-Bien, pues probablemente esta es la primera vez. ¿No lo crees, Potter?- rio Jill mientras se dejaba caer sobre sus rodillas y se pasaba una mano por el cabello con mirada retadora.

-En realidad no, Nott- negó el antes de tomar aun sonriendo su caballo y moverlo dejando impactada a Gemma que soltó una carcajada y se llevó una mano a los ojos para no tener que ver ni por un segundo más la expresión entre impresionada y molesta de su compañera de cuarto -Jaque mate, guapa.

-¡NO!- se quejó ella mientras dejaba caer una mano sobre el tablero y lo derribaba de la mesa en un claro berrinche, haciendo reír fuertemente a Scorpius. -¡Eso no es justo!

-La vida no es justa...

-¡Quiero la revancha!

-No- los interrumpió Gemma logrando que Jill la mirara furiosa -Tenemos que ir a comer, ya luego nos preocuparemos por darte la genial revancha que obviamente te mereces.

-Cierto. Luego volveremos para darte otra paliza- y con una sonrisa el chico de desordenado cabello azabache se puso de pie y se alejó burlón hacia la salida.

-¡Ese imbécil!-se quejó Jill mientras se ponía de pie también e iba corriendo hasta el chico.

-Ellos se cayeron muy bien al parecer- suspiro Scorpius y solo entonces, cuando los ojos castaños de Gemma se clavaron en los de hielo del joven, pudo ver la preocupación tatuada en su expresión. A pesar del buen rato que habían pasado a lo largo del día el no había perdido ni una sola vez ese ligero rastro de decepción y tristeza.

-¿Te pasa algo Scorpius?- cuestiono por fin ella mientras se daba por completo la vuelta en el sofá para encarar al chico.

-¿Por qué haces esto Gemm?- pregunto el sorprendiendo a Gemma que lo miro con el ceño fruncido sin comprender del todo de que se trataba aquello haciendo al platinado soltar una ligera y cansada risa -No me digas que no sabes a lo que me refiero- gruño el -Por favor no.

-Pues tendrás que perdonarme pero en serio no...- Y la frase se cortó al sentir la mano del chico aferrándose a su muñeca y a su herida, lanzándole un pinchazo de dolor a través de brazo obligándola a soltar un gemido sorprendido -¿Que rayos?- cuestiono para sí, ignorando por fin a Scorpius que miro con atención como ella levantaba el brazo izquierdo y observaba detenidamente la venda que hacia un par de horas era blanca.

Egoísta (James Sirius Potter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora