La mano de Scorpius se aferraba delicadamente a la de Gemma por debajo de la mesa mientras la chica escuchaba en completo silencio la discucion que estaban teniendo Jill y Albus sobre algo que ella no alcanzaba a comprender respecto al Quidditch. Quiza podia ser muy grosero de su parte pero en realidad no le interesaba en absoluto la conversacion tan sumamente superficial que el par estaba teniendo, al contrario de ella que tenia verdaderos asuntos que atender, solo estaba tratando de evitar los ojos de hielo de su amigo el platinado que habia tratado ya un par de veces de hacer conversacion con ella sin mucho exito.
Probablemente podia sonar tonto pero el que él hubiese reaccionado de esa manera para James por algo tan simple como una marca en su brazo, con la que por cierto el chico no habia tenido nada que ver, la habia hecho sentir mas que protegida y apoyada como una inutil. Y el sentimiento se habia intensificado cuando se giro hacia ella y la miro fijo a los ojos con verdadera lastima pintada en ellos.
Y apesar de que aquello no tenia en absoluto ningun sentido Gemma supo que nunca antes en toda su vida se habia sentido tan humillada como en ese momento.
-Gemma...- comenzo a hablar Scorpius a su lado sin embargo la chica levanto la mano libre frente el rostro del joven haciendolo callar de golpe.
-Callate o vas a hacer que cambie de opinion- Estaba a solo tres palabras del platinado de salir corriendo y mandarlo todo a la mierda.
-¿Porque?- ya solo le quedaban dos oportunidades.
-Quiero que pares de tratarme como una inutil- murmuro mientras se llevaba el vaso de agua a los labios y daba un ligero sorbo, tratando de lucir lo mas tranquila posible para no llamar la atencion de Albus y Jill que aun permanecian en su mundo -Odio que me tengan lastima... yo se que hiciste eso para protegerme pero no estoy feliz con ello asi que dejalo asi y seguro para dentro de una hora lo habre superado...
-¡Es que no esta bien que lo superes!- Ok. Malfoy acababa de pasar el limite.
-¡¿A no?!- se rio fuerte llamando la atencion de Jill y Albus que se giraron hacia ella sorprendidos, de hecho la mitad del comedor la observaba ahora pero ya era muy tarde para pensar en parar. Ya le daba igual lo que fuera que el mundo pudiera decir de ella. -¡¿Entonces que se supone que haga?! ¡¿Se supone que llore cada que el me hace daño?! ¡¿Que vaya deprimida por el mundo lamentandome lo miserable que es mi vida?! ¡Ya se! ¡Tal vez deba venir a lloriquear contigo cada que algo malo pasa para que tu vayas, le metas una paliza y luego me vaya aun peor a mi! ¡¿Esa te parece una maldita buena idea?!- solto mientras se ponia de pie, divertida por la expresion impactada del chico. De pronto se sentia poderosa -Tu puedes llamarlo como quieras pero para mi esto es inteligencia emocional... si dejo que todo lo que pasa me derrumbe, como al parecer lo deseas, terminare de caer en ese oscuro pozo lleno de mierda en el que él ha tratado de hundirme todo este tiempo y, si te soy sincera, no lo quiero. Sin importar como lo veas para mi sonreir y perdonar es como aferrarme a una cuerda que me impide terminar de caer. Sonreir y perdonar me permite seguir siendo mejor que el.- Entonces se puso de pie y soltandose del de pronto debil agarre de Scorpius salio del gran comedor, bajo la atenta mirada de un monton de estudiantes que, aunque no comprendian nada y tampoco les importaba, hablaban bajito entre ellos sobre el ataque de ira de la chica.
-Estaba comenzando a creer que eras estupida, Atharax. Ahora veo que tambien tu tienes a un leon dentro, también te puedes defender- escucho decir Gemma apenas cruzo la enorme puerta. En serio que su mala suerte estaba llegando a limites inimaginables.
-¿En serio no tienes un par de alumnos de primero a los cuales atormentar?- cuestiono fastidiada la chica mientras clavaba los ojos en los azul electrico del chico que de pie frente a ella sonreia de lado como burlon mientras jugueteaba con la varita entre los dedos.
ESTÁS LEYENDO
Egoísta (James Sirius Potter)
FanficAl final el mal jamás murió y ahora que vuelve a hacerse presente no hay nadie que sea capaz de detenerlo... ni de escapar de él.