Nuevo look nuevo comienzo.... Nah ¡traigan el guaro!

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Alex POV:
Sam nos llevó a todas las atracciones del parque, Cecilia vomito después de subirse al dragón, el dragón era como un barco que subía y bajaba rápidamente. Mientras Sam lloraba como nenita asustada y se sujetaba a la barra como si su vida dependiera de ello, Cam y yo alzábamos los brazos y gritábamos de euforia, por supuesto también nos burlamos de ella.
Fuimos a hacer la fila de la rueda de Chicago ya más o menos a las siete, para ver las luces. Cam se exasperó y se le cuelo* a un niño que tenía enfrente, el niño tenía un chicle y la larga y sedosa cabellera de Cam se arruino.
*Cuelo: cuando una persona le quita el espacio a otra en alguna cosa. El plural colarse.

—¡estos niños del infierno de hoy en día!- masculló Cam molesta mientras Sam y yo nos reíamos.

—¡ya se!— exclamó Sam— vamos a la peluquería, cambiemos todo por este fin de semana.

—me parece bien— dije— llama a las otras.

Sam llamó a las otras seis, luego de cinco minutos nos encontrábamos todas cerca a la pequeña peluquería del muelle.

—yo voy a hacerme la keratina— dijo Jane.

—yo me voy a pintar el pelo de gris— dijo Mai.

— yo pienso cortarme el pelo hasta los hombros— dijo Cam aún algo molesta.

—yo me voy a pintar las puntas de morado—dijo Sam.

—por fin te vas a deshacer esas asquerosas puntas rubias— dije fingiendo satisfacción.

—¡hey!— dijo Sam entre risas—¿y tú de qué te lo vas a pintar?

—¿yo?— me puse a pensar quería algo mejor que las demás— ya sé de Nirvana.

Sam estalló en una carcajada—¿¡de Nirvana!? Eso no se puede Alex.

—¿Red Hot Chilly Peppers?

—no.

—¿Aero....?

—ni lo pienses—me interrumpió.

—¡ya se! Me lo voy a pintar de azul.

Luego terminamos todas con un pelo diferente, Cam se lo corto hasta los hombros en capas y se hizo las puntas azules, Sam se pinto los mechones morados, Jane se hizo la keratina, Yuyu se lo rizo, Mai se lo pinto de gris, Rose se hizo mechas arco iris, Cat, Cat se lo dejo igual, creo que se lo alisó, Taylor se cambio el flequillo y yo me lo pinte de azul, al no pintarme antes de rubio quedó algo opaco, pero se ve genial.

Más tarde fuimos a comer a Bubba Gump y luego pasamos por una tienda a comprar guaro y tequila.

Cuando llegamos los hombres ya habían terminado de limpiar la playa y estaban haciendo una fogata.

—¡hey Manuela!—grito Mariano.

Me acerqué a él y lo mire fijamente a sus amarillos ojos de serpiente y le dije— vuelve a repetir eso y te parto la cara— este río.

—a que no te atreves Ma-nu-e-la— deletreo lentamente sílaba por sílaba, lo agarre del cuello y cuando estaba apunto de golpearlo, un puño cerrado se me adelantó y lo golpeó en la quijada.

—eso te va a ayudar a recordar los nombres de la gente, y más te vale acabar con el rumor ese de que te gusto y me gustas porque te arranco las bolas, ¿entiendes?

Mariano solo acertó con la cabeza y salió corriendo.

—gracias pero lo tenía controlado.

—lo sé, pero no te puedo dejar toda la satisfacción de golpearlo solo a ti— reí y Sam me sonrió—Vamos van a abrir el trago.

Caminamos hacia el centro de la fogata donde la música ya estaba empezando a crear un clima. En esas alguien trajo la narguila.

—¿Saaaam?

—¿qué?— pregunto está cuando termino de tragarse el alcohol que tenía en la boca.

—¿puedo fumar narguila?

—mmmmm— lo pensó unos segundos— bueno pero no de más, si tu mamá se entera me mata.

Yo sonreí, Sam se paro y se dirigió a Perriche.
Hablaron un buen rato y luego Perriche llegó con Sam y la narguila.

—¿qué le echaron?— pregunte.

—flor de Jamaica— respondió Perriche a lo que Sam soltó una pequeña carcajada, debe de estar muy ebria.

Se pasaron la narguila, todos menos Yuyu, Mai, Cam y Sam fumaron, luego recuerdo que todo me parecía más divertido.

Todo el mundo empezó a bailar. Sam bailó con Gabo y con Sebastián, Mai con Rodrigo, y sorprendentemente Cam con Víctor. Esta muy ebria como para ir a recordarlo mañana.
Luego alguien le pasó el trago a Mai, esta tomo un sorbo y se lo echo todo a la fogata. Hubo silencio por unos segundos y solo se escuchaba la música, todos voltearon a ver a Mai la cual estaba a punto de llorar cuando de repente, todos gritan y el baile continúa.

Bailamos unas cinco horas más, luego Sam que estaba ebria pero no tanto como yo me entro a la casa y me recostó en la cama.

—¿qué tenía esa cosa?—pregunte refiriéndome a la flor de Jamaica.

Sam no contesto y solo trajo una cubeta. En él segundo en que la vi, la agarre y vomite como hace mucho no lo hacía, luego me deje caer en los brazos de Morfeo.

"El Mundo es un Pañuelo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora