"El Mundo es un Pañuelo"

¿son pareja?

Felipe's POV

Dejamos a las amigas de Sam en sus casas y después de aproximadamente media hora deje a Sam en la suya.

— Adios linda.

— No te esmeres en parecer elegante pero iremos a un restaurante.

— Cena... decente.

— Algo así.

— Te veo esta noche.

— Hasta más tarde.

Partí a casa caminando.

¿Cómo rayos se supone que voy a impresionar a los padres de Sam? Ya me conocen como el hermano extra de los Montoya, Alex es un ángel para ellos, Soph es una cara bonita en fotografias...y yo... yo soy él que grita desde la ventanilla del auto "¡Tarada!¡Vámonos!"

Soy un asco.

Llegué a casa y toqué a la puerta. Papá abrió.

— Hola pá... ¿sabes de mi...?

— ¿Cita con Sam y sus padres? Si—. Me interrumpió— pero no me lo dijiste tú.

— Si... lo siento, he estado distraido... ya sabes, Marina.

— No digas el nombre del Diablo en mi casa— sonrió y me abrazó, cuando terminó me preguntó:— ¿te puedo preguntar algo?

— Si, claro.

— ¿Te comunicas telepáticamente con Alex?

Reí a la pregunta— No ¿por qué?

— Resulta que sus "parejas"— hizo comillas con los dedos— se llaman igual.

— ¿Qué? ¿Samoth y Alex ya son "pareja"?

— No lo sé, estan arriba hablando. Y parecen muy ocupados.

— ¿Cómo dejaste que pasara?

— Fue tu madre, a mí no me mires— levantó las manos en forma de inocencia.

— Por Dios, ya vuelvo.

Subí corriendo las escaleras y abrí la puerta de la habitación de Alex. Alex estaba sentada en la cama con el cabello hecho una porquería y aún en su pijama del Guasón. Samoth estaba sentado en la silla del escritorio de Alex con un cubo Rubik en las manos e intentaba solucionarlo.

Samoth levantó la mirada del cubo y me miró.

— Emm... Hola Felipe— se levantó de la silla y tendió la mano en formade saludo, la cual rechacé.

— Samoth, ¿Qué haces aquí?

— Sam me dijo que Alex estaba enferma y quería acompañarla y ver si se sentía mejor.

— ¿Pues vez alguna mejoría?— ambos miramos a Alex quien parecía vagabunda rodeada de sabanas y pañuelos usados.

— Oye púdrete—. Dijo Alex cuando por fin captó mis palabras.

— Pues... no planeaba ser enfermero, solo acompañarla.

— Mjm...— dije alzando una ceja.

— Ya Felipe no seas malo, el ya esta consciente de que lo destromparias de dos golpes, déjalo.

— ¡Oye!— dijo Samoth.

— Acéptalo. Y tú ¿qué tienes contra él?

— No tocará a mi hermanita.

— No creo que este interesado en Soph.

— No seas idiota Alex— por más que me esforcé, esboce una sonrisa a su incoherencia.