Clases...Una razón para morir.

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SAM'S POV
—Alex— dije antes de salir de su casa— recuerda que mañana tenemos el taller de recuperación, así que estudia.

—si, si, lo haré—. No lo hará.

—Alex, hablo en serio.

—yo también.

—si pierdes el año no es mi culpa.

—yo también te quiero, nos vemos mañana—. Dijo y cerró la puerta de un empujón.

—¿Cuando aprenderás mi pequeña e inocente Alexa?

Camine a paso largo para llegar a mi casa rápido, toque a la puerta y abrió mi hermana.

—¡Hola!—dije entusiasmada para saltar a abrazarla.

Interpuso su mano en la mitad de las dos.

— no me toques, tú, germen asqueroso. No abrazos.

Sonreí de medio lado y me abalancé sobre ella.

—¡AHHH!!! ¡AYUDA, POLICIA!!!

—Si, si, yo también te extrañe.

—¿por qué hueles así?¿no te bañaste?

—¡hay Abril! Por supuesto que si me bañé, solo que no tuve tiempo de lavar la ropa.

— pues ve y vístete— dijo mientras subíamos las escaleras.— Papá quiere hablar contigo—. Tragué saliva.

—¿qué será ahora?

Llegue a la sala de estar donde estaba mi mamá sentada en el escritorio trabajando. Ella volteó a verme y me sonrió, me iba a abrazar pero se detuvo.

— Samantha, ¿dónde te metiste que hueles tan mal?

— Abril ya se encargó de hacérmelo saber. Prefiero ir a cambiarme antes de ver a papá.

— no, no, tiene que decirte algo importante.

Asentí con la cabeza y me dirigí al cuarto de mis papás donde mi papá estaba medio dormido con unos papeles en su regazo.

— papá— no reaccionó así que me acerqué un poco más— papá— me acerqué un poco más— ¡papá!— se despertó de golpe medio atontado— vale, que te has vuelto a quedar dormido mientras trabajabas.

— si, si, que estaba muy cansado, que bueno que regresaste. ¿Qué hora es?

— faltan quince para la una.

— ¡el partido hija!¡el partido! Julieta no me aviso.

—¡papá!— lo detuve mientras se levantaba de la cama— ¿cuántas horas dormiste anoche? Estás trabajando mucho.

— estoy bien hija, tranquila, solo he estado un poco más ocupado con este caso—. Mi papá es uno de los fiscales más reconocidos en Los Ángeles.

— Abril y mi mamá dijeron que querías decirme algo importante.

— a si, espera aquí, tengo una sorpresa para ti—. Se acercó a su mesa de noche y sacó una pequeña caja morada con un listón.— ábrela— parecía que se fuera a orinar encima de la emoción.

— tranquilo— empecé a retirar el listón lentamente y vi que la impaciencia se apoderaba de él. Termine de abrir la caja y dentro de ella habían dos llaves plateadas.— ¿qué es esto pa? Te dije que no tenían que comprarme otro auto, con el que tengo estoy bien, y estoy ahorrando para comprarme otro y dejarle la camioneta a Abril.

— lo sé hija, tú madre y yo estuvimos pensando. Has trabajado muy duro este año, llevas tus notas muy altas— como siempre— y nos ayudas mucho no sólo con los temas domésticos, sino que también nos demuestras que ya eres una adulta ahorrando para tu propio auto, pero como ya eres adulta y hemos visto que se te hace un poco complicado, te hemos comprado un apartamento, no está a más de veinte minutos de aquí, no es tan grande pero— no le permití terminar la oración pues lo primero que pensé fue en abrazarlo— está bien, calma. Nosotros te ayudaremos los primeros meses con la renta, pero deberás empezar a trabajar, y consíguete una compañera, el apartamento es muy grande como para que vivas sola ahí.

"El Mundo es un Pañuelo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora