Te Amo

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SAM'S POV
Me dirigía al baño cuando las vi llegar. Habían ido todas, incluyendo a Jane y a Taylor quienes se suponían estar fuera. Una convención o algo. Y Scott estaba con ellas. Y también.... Felipe.
Traté de escabullirme pero Alex y sus ojos de águila me detectaron primero. Cuando noté esto corrí, lo cuál no debí haber hecho, pues choqué con un hombre el doble de mi tamaño. Este cuando me vi gruñó y me inspeccionó más lento.- ¿por qué no miras por dónde caminas?- preguntó bruscamente.

- disculpe, fue un accidente.

- si, me di cuenta-. Vi como sus amigos también se iban acercando a escuchar la conversación, así que yo empecé a retroceder. Cuando choqué de espaldas con alguien.
Genial. De una cosa estoy segura, esta noche no voy a manejar si sigo chocando con tanta gente.

- ¿hay algún problema?- preguntó Gabriel a mis espaldas.

- ella, aquí presente- dijo el hombre señalándome- me debe algo.

- yo no traigo dinero conmigo- mentí.

- entonces, ¿cómo me pagarás?- dijo acercándose a mí. Pero antes de que pudiera hacer algo Gabriel se colocó delante de mí.- muévete - le escupió.
Gabriel miró a su lado derecho donde estaba un hombre fornido calladamente recostado sobre la pared, estaba rapado, tenía una camisa negra que le marcaba los brazos, y colgando en su bolsillo había un radio. Le hizo una seña con la cabeza y el hombre se acercó hacia dónde estábamos y tomó del brazo al gorila que teníamos enfrente- señor, por favor acompáñeme a la salida.

El mastodonte se soltó bruscamente de su agarré y con una mano llamó a sus demás amigotes para que lo acompañarán. Si esto intimido al hombre con la radio no se le notó en el rostro. Este solo agarró su radio, dijo algo, y retiró el brazo.- Señor, no queremos problemas, así que por favor retírese pacíficamente a la salida-. Le pidió mientras más hombres vestidos igual a él iban apareciendo entre la gente.
Yo, nerviosa, empecé a buscar con la mirada a Alex. Ella también se había perdido entre la muchedumbre, pero no tardaría mucho tiempo en encontrarme.
El cavernícola saco de su bolsillo unos cuantos dólares y se los colocó en la mano al guardia- no creo que queramos malentendidos, ¿esto es suficiente? Solo váyase.

Gabriel suspiró y se cruzó de brazos- solo sáquenlos de aquí-. Ordenó, y todos los guardias ágilmente tomaron a la manada por la espalda y los desplazaron hasta la salida.

- ¿cómo hiciste eso?- le pregunté asombrada.

- mi papa es dueño del lugar.

Suspiré en asombro- vaya-. Le sonreí - me has salvado dos veces en un día, y yo, yo soy una desgracia. Siempre me encuentras huyendo-. Huyendo. Recordé en primer lugar como me había metido en todo este lío.- Hablando de huir...

Él me sonrió y me tomó de la mano, luego me guío entre la gente hasta un corredor vacío. Allí me soltó y se detuvo para tomar aire.

- gracias- dije jadeando- en serio, no sé cómo agradecértelo, te debo u...- no pude terminar de hablar pues sus labios habían chocado con los míos. Al principio no supe cómo reaccionar, pero luego lo tomé de los hombros y lo alejé suavemente. - ¿qué estás haciendo?- logré preguntar.

Él me sonrió de medio lado- creo que esa es la mejor forma de agradecerme.

- si, pero, yo....

- lo entiendo Sam-. Yo asentí con la cabeza.

- lo siento- murmuré.

- no te disculpes- me dijo sonriendo, luego me besó la mejilla y se fue.

Me detuve un segundo a respirar y recapitular. Gabriel me había besado. Y yo... ¿Yo estoy soltera o estoy con Felipe?
Mi mente era un manojo de nervios y telarañas.
- Felipe- susurré.- Debo buscarlo, yo debo....- Alex salió de una pared que dividía el corredor con el resto del antro.- ¿Alex?

"El Mundo es un Pañuelo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora