"El Mundo es un Pañuelo"

¿Confías en mí?

Alex's POV

-Ahora ya lo viste perra, Felipe no te quiere-. Dije haciéndola mirar la escena junto a la fuente.

-Llámame perra otra vez y...

-¿Empezaras a ladrar? Que miedo- dijo Samoth burlón.

-No te metas.

-¿Ves alguna puerta por la que pude haber entrado?

-¿Te crees muy gracioso?- avanzó hacia Samoth y tomó impulso con su mano para golpearlo, él detuvo su mano rápidamente.

-¿Querías golpearme? Me abrumas.

-Lo haré yo, él es muy hombre como para hacer esto- lancé la cachetada más fuerte que pude haber pegado en mi vida, contra su cara de rata.

Ella cayó al suelo haciendo que Felipe y Sam nos notaran.

SAM'S POV

Me separé abrumada de Felipe al escuchar un ruido proveniente de arriba.

-¿qué están haciendo allí arri...? ¿¡Pero qué demonios Alex!? ¡La mataste!- grité levantándome bruscamente.

- Shh... No lo grites o la van a arrestar- me dijo Felipe suavemente. Asentí suavemente- bien, vamos.

Subimos las escaleras eléctricas lo más rápido que pudimos, y varias personas nos maldijeron por empujarlas.

Cuando llegamos arriba estaban Sam y Alex abanicando con las manos a Marina quien estaba desmayada en una banca junto al balcón del tercer piso.

- ¿me puedes explicar que pasó aquí?- preguntó Felipe claramente molesto.

- nada, solo le di su merecido a esa rata de alcantarilla.

- Alexa, no puedo dejarte sola ni un minuto porque terminas matando gente.- luego volteó hacia Sam.- y tú, ¿tú no pudiste detenerla eh?

- Samoth no hubiera podido hacer algo. Cuando a Alex se le mete algo en la cabeza nada se lo puede sacar, y lo sabes-. Le dije tratando de calmar la situación.- Aparte, no está muerta, ¿ves?- dije señalando hacia Marina- respira. Y tampoco es como si no se lo hubiera merecido.

- bien, Samoth y yo llevaremos a Marina a su casa, ustedes dos tienen mucho de qué hablar-. Concluyó Alex.

Todos estuvimos de acuerdo. Samoth cargó a Marina hasta el parqueadero donde nos detuvieron por pensar que llevábamos un cadáver. Tratamos de despertarla, pero su sueño era muy pesado y tuvimos que decirle al vigilante que era medio autista y se había chocado contra un poste. Luego, como no nos creía, le dejamos tomarle el pulso y cuando confirmó que estaba viva nos dejó ir.

Me quedé con Felipe caminando hacia su auto. Cuando llegamos vi un lindo auto clásico, azul con unas marcas blancas el las puertas.

-Lindo auto.

-Es de Alex, un Chevrolet Corvette Fueille bien conservado. Llantas cara blanca, ni un rayon... es la unica pertenencia de Alex que llego a embidiar.

-Me gusta más tu camioneta-. Él rió un poco- ¿Qué pasa?

-Me gusta como intentas coquetearme.

Me sonrojé- cállate y vamos.

Felipe me llevó a las orillas del río, detrás del puente.

-¿qué hacemos aquí?- pregunté.

- quiero hablar, sobre lo que pasó.

- ¿y de todo lo que pasó, de que quieres hablar?