"El Mundo es un Pañuelo"

¿¡Qué hiciste qué!?

SAM'S POV

Alex despertó tarde esa mañana después de haber estado vomitando toda la noche, me mantuve junto a ella porque, primero éramos compañeras de habitación, segundo en parte es mi culpa.

Me acerqué a darle el suero y la vi abrir los ojos.

—hola, ¿cómo estas?¿te sientes mejor?

—si gracias— me recibió el vaso, le dio un sorbo para luego hacer una mueca—¿qué pasó anoche?

Le pase un pañuelo para que se secara el sudor de la cara—¿no quieres unas galletas de soda? Estás muy pálida y no has comido nada.

—gracias pero no desvíes mi pregunta ¿qué tenía eso?

—¿eso qué?

—la narguila.

—oh, eso, flor de Jamaica.

—ahh.

—y un poco de mariguana—dije apenas audible.

Abrió los ojos como platos—¿¡un poco de qué!?¿por qué demonios tenía mariguana?

—es que veras *la flor de Jamaica al mezclarse con alguna sustancia alucinógena va a buscar una forma de expulsarla* y yo le quería hacer una broma a Mariano pero estaba muy ebria para pensar que afectaría a más personas.

* de eso no tengo ni idea, lo invente, no lo intenten en casa.

—¿ósea que todo el mundo está vomitando?

—casi todo el mundo, Cam, Mai, Yuyu, Manuel y yo no tomamos, y Cat que tenía aquí una de esas pastillas de mil dólares que cura cualquier malestar, después de todo es su casa, ¿cómo no iba a tener una de esas cosas aquí?. Igual alcance a tomar una del pastillero y te la di. Dejaste de vomitar pero seguías y sigues muy deshidratada.

—¿todos los hombres están vomitando?

—dejaron de vomitar hace unas cinco horas y Manuel me ayuda atenderlos.

—¿por qué Manuel te está ayudando tanto?

En esas alguien tocó a la puerta. Era Mai que entró con una toalla y un vaso de agua.

—Sam, aquí está el vaso de agua y la toalla que me pediste para Alex— la miro y le dedico una dulce sonrisa—¿te sientes mejor?

—mejor si gracias— sonrío y luego me miró a mi  en señal para que continuara.

—anoche que te estaba entrando a la casa me encontré a Manuel tomando una taza de café, me ayudó a subirte a la habitación luego bajamos y me explicó que se había entrado gracias a que todos lo estaban molestando y el trago se había acabado, el cual Mai tiro al fuego— la mire y le dirigí una mirada furtiva a lo cual ella respondió con una sonrisa en forma de disculpa— y decidió entrar, luego me sirvió una taza a mí y me ayudó a entrar a todos.

—oh.

Luego entro Manuel, sin tocar antes la puerta, a la habitación.

—¿Samantha ya terminaste con Alexa? Necesito el suero.

—eh si ¿te sientes mejor?— la mire y estaba toda roja, asintió con la cabeza y no dijo nada, yo solté una risilla, a Alex no le gusta Manuel, pero a nadie le gusta que lo vean así.

—toma— le pase el suero— Alex, ¿por qué no te duchas?

Ella aserto, se levantó torpemente, tomó la toalla y se entro al baño.

—gracias Manuel, ¿puedes traerle unas galletas de soda por favor?

—¿y por qué no lo haces tú?

—porque yo tengo que arreglar el cuarto, a todas estas ¿dónde está Perriche?

Él se asomó a la ventana— afuera, nadie se atrevió a tocarlo y lo dejaron dormir allá— Mai soltó una risita. Luego salieron del cuarto.

Cuando Alex se termino de bañar me pidió que le alcanzara la ropa, le pase un vestido, negro en la parte del pecho y azul con adornos en la falda.

—no me pondré esto— dijo desde el baño.

—bueno pues tendrás que salir desnuda a buscar otra cosa.

—no importa, solo estás tú.

—¿segura?— pregunte picara, justo para mi suerte entro Manuel con las galletas.

—segurísima— aseguró.

—¿a sí? Manuel di hola.

—no se para qué quieres que haga eso, pero hola— dijo él algo fastidiado.

No sé cuál fue la reacción de Alex, pero estoy segura que se sonrojó porque se golpeo con algo y luego dio un pequeño gruñido.

Salió vestida ¡y se veía adorable!

—¡aww!

—cállate.

La ayude a peinarse y luego bajamos a la cocina a lavar los platos con Yuyu y Cam.

—luna quiere ser madre— cantaba suavemente pero luego se detenía, como si no recordará la canción—¿Sam por qué estoy tratando de cantar algo que no recuerdo?

—anoche después de tomar la pastilla no podías dormir y me pediste que te cantara con mi melodiosa voz— no sé si es melodiosa pero si me han dicho que canto bien— ¿te la canto?

Lo pensó unos minutos y luego dijo— si no la cantas se me va a quedar pegada todo el día.

Me acerqué a Cam para ayudarla a hacer el desayuno y comencé a cantar—
Tonto el que no entienda
Cuanta una leyenda
Que una hembra gitana
Conjuro a la luna hasta el amanecer
Llorando pedía al llegar el día
Desposar a un calei.
Tendrás a tu hombre
Piel morena
Desde el cielo hablo
La luna llena
Pero a cambio quiero
El hijo primero
Que le engendres a él
Que quien sufre y llora
Para no entrar sola
Poco le iba a querer
Luna quieres ser madre
Y no encuentras querer
Que te haga mujer
Dime luna de plata
¿Qué pretendes hacer
Con un niño de piel?
Ahh (bis)
— y continúe cantando, luego bajaron Sebastián, Gabo y Manuel.

—¿puedes parar de cantar y darnos de comer?— pregunto Gabo algo molesto.

Me detuve— ¿alguno más quiere quedarse sin desayuno?— ninguno respondió— a bueno, vuelve a decir algo así y no comes en todo el viaje— le sonreí y el solo acertó.
Continúe cantando y hasta aplaudieron.

Luego bajaron Francisco, Susan y los otros para terminar de desayunar.

¡Capítulo 20! ¡YEI! Hay libros que tienen menos capítulos, claro sus capítulos son de mil a dos mil palabras *coff, coff* no importa, estoy orgullosa. Es complicado corregir los errores de ortografía de mi querida Alex, pero todo sea por los hermosos lectores. Sé que hay capítulos cortos pero, ¿qué se le va a hacer?. Se les quiere.

Atentamente Sam :)