Estupideces estupidosas.

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Alex's POV

Todos nos reunimos en donde se hacían las fogatas.
Llevamos un rato bastante incomodo con todos los chicos reunidos, Mariano miraba con asco a Felipe, Gabo intentaba entablar una conversación sobre todos los momentos que había pasado con Sam, Felipe le preguntaba (interrogaba fuertemente) cosas a Samoth, Scott miraba mal a Víctor que estaba sentado muy cerca a Cam y al final todo se hundía en un horrible e incómodo silencio... vi la necesidad de hablar.

—Así que... todos somos groot.

—Alexa, ¿Qué idioteces dices?— dijo Felipe.

—No vengas a decir que son idioteces, tú lloraste en esa parte de la película.

—¿Qué esperabas? ¡Groot salvo a todos! Tengo derecho a llorar, yo si tengo un corazón.

—Ambos ya ¡Paren de decir estupideces! ¡son estupideces!... ¡Dichas por estupidos!— dijo Rose furiosa.

En ese momento sentí más calor del que había sentido en años y me percate de que aún tenia puesto el gorro negro que cubría todo mi cabello. ¿Nos habíamos duchado? Ese no era el término exacto, una limpieza, por decirlo así.
Me quite el gorro de un tirón, lo cual logró hacer que todas las chicas se lo quitaran también.

—¡¡¡ALEXA DE LA SANTA CUMBRE DEL HIMALAYA!!!— grito Felipe— tu cabello es ¡¿Azul?!

—Si... ¿Y?, el de ella ahora es en parte morado— señale a Sam— y el de ella siempre fue rosa—. Señale a Cat quien no paraba de mirar a mi hermano coqueta.

—Pero tu, tu eras una niña de bien... bueno, no lo eras... pero tu cabello era de bien.

—Felipe, bájale a el hermano sobreprotector.

— bueno, yo me voy— dijo Sam.

—¿qué? ¿Por qué?— preguntó Felipe.

— porque esta situación es muy incómoda.

—¡quédate por favor!— imploró Felipe.

— ¡déjala irse!— gritó Mariano.

— voy a llamar a Isabel.

—¿y para qué?— pregunté.

— ella va a solucionar esto.

SAM'S POV

Llame a Isabel y ella vino en cuanto pudo. Se llevó lejos a Gabo, y a Mariano, su perrito faldero. Yo me llevé a Felipe. Deje a Alex encargó del resto.

—¡Felipe!— grité claramente molesta.

—¿si lindura?— dijo despreocupado.

— no puedes seguir haciendo eso, no estamos juntos aún.

—¿aún?— preguntó pícaro.

—¡Dios! Esa no era la palabra.

—¿Segura?— dijo acercándose lentamente. Parecía un león en plena caza.— Porque, yo podría cambiar eso.

Sentí que toque pared. La fría pared de ladrillos me tenía acorralada en los brazos de Felipe, y el aire se me cortaba por el nerviosismo.

—yo...este...debería—. Se acercó aún más, podía sentir su respiración mezclándose con la mía, y sus labios rozaban los míos.

—¡Sam ayuda!— escuche la voz de Alex llamándome, Felipe se alejó y soltó un pequeño gruñido. Yo solté el aire y salí como espía por la pared, escapando de sus brazos.

— bien, debo irme, no puedo permitir que tu hermana queme el hotel.

Me fui de la parte trasera de la cabaña en la que estábamos y me dirigí al jardín donde deje a Alex.

—¿¡qué pasa aquí!?— pregunté gritando.

— Alex me quemo el pelo— lloriqueó Taylor.

—¿¡qué hiciste que!?

— yo... Fue un accidente, lo juró. Nos aburrimos mientras no estabas y Mai tenía una lupa en su bolso.

—espera, ¿qué?— la interrumpí.—¿por qué Mai tenía una lupa en su bolso?

— yo no sé, pregúntale a ella. El punto es que me puse a ver hormiguitas, y luego me di cuenta que el sol las estaba quemando. Así que empecé a quemar plantitas y florecitas.

—¿puedes dejar de hablar con diminutivos Reina de la Destrucción?

— si, bueno, yo no iba viendo que quemaba por el suelo, y Taylor estaba recostada... Y bueno ya sabes lo que ocurrió.

—¿y nadie más se dio cuenta de lo ocurrido para hacerse responsable?

— yo estaba comiendo galletas con Cam— dijo Yuyu.

— yo leía un libro— Cat respondió.— y Jane está dormida.

— yo estaba hablando por celular— dijo Rose.

—¿y la dueña de la lupa no tiene algo que decir?— pregunté.

—bueno...yo...eh, creo que debo irme, mi madre me llamo esta mañana y no le conteste.

— pero si tú no vives con tus padres— dijo Yuyu.

—¡adiós!— dijo Mai para irse corriendo. Luego llegó Felipe a mis espaldas.

—¿qué pasó?— preguntó él.

— la pregunta mejor es ¿qué pasó entre ustedes dos allá que Sam llegó tan sonrojada?— preguntó Alex.

— pues ahora Sam sale conmigo.

—¿qué?— preguntaron todas.

—¿qué?— pregunté yo.

— si, y segundo no me cambies el tema.

—no, tú no me cambies el tema a mí—. Le dije— ¿de dónde sacaste eso?

— de allá preciosa— dijo señalando la cabaña.

— busf..blah...— me trabe y no pude responder.

—¡mi hermanito virgen tiene novia!— gritó Alex.

—¿eres virgen?— vi cómo se sonrojaba— igual no importa. No soy su novia, accedí salir contigo, pero nada muy serio. Felipe te conozco pero no lo suficiente.

—¡bah!— dijo ¿entusiasmado?— ya veras como caes.

Vanessa en multimedia.
Atentamente Alex y Sam!

"El Mundo es un Pañuelo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora