Kuroshitsuji: Eternity [Yaoi]

20) Shinigami

-Entonces... ¿Todo sobre ti era mentira?- Le cuestionó el demonio a Drew, quien se acomodó un poco los lentes

-Claro que si, pequeño...- El shinigami dio unos pasos hacia él, y Ciel retrocedió. -Incluso copie lo de mis padres de un juego de citas virtuales.

-.....¿Un juego de que?- Creo que la frase "juego de citas virtuales" extrañó mas a Ciel que el simple hecho de que Drew fuera un shinigami.

-¡D-De nada! ¡Olvidalo!- Contestó el castaño ligeramente avergonzado.

-...¿Tienes citas virtuales?

-¡Claro que no!

-....Eres mas patetico de lo que creia...

-¡¿Podemos volver a la parte en la que tu estas asustado y yo te explico por qué estaba en la escuela?!

-Ehhh.... No, porque no puedo creer que me beso alguien que seguro solo ha besado a una pantalla...

-¡No digas estupideces! ¡Yo no beso a la pantalla!

-Ehhh.... No te creo mucho... ¿Eres tan anti-social como para solo salir con personajes de internet?

-Ohhh... Miren quien viene a hablarme a MI de anti-socializacion, el demonio con mas amigos de todo el mundo.

-Al menos yo tengo pareja

-Tiene miles de años mas que tu, solo es un pedofilo con complejo de shotacon. 

-¡No hables así de Sebastian!- Si alguien iba a decir esas cosas de Sebastian, solo podía ser el peliazul, nadie mas.

-¿De quien? ¿Del que solo te quiere como un objeto de coleccion?- Aquello molesto quizas demasiado al peliazul.

-¡Callate! ¡No es así!

-Claro que lo es.... Y tu mejor que nadie lo sabe....

-¿No querías volver a tu estupida explicacion de que sucede?- Se cruzó de brazos y Drew suspiró, hablar con este niño era mas dificil de lo que parecía. 

-Entré a la escuela con el mismo objetivo que el tuyo.- Ciel se detuvo a pensar un poco aquella respuesta, todo empezaba a tener sentido, de alguna forma.

-Eso significa que.... ¿Tu tienes a Ashley?- El castaño comenzo a aplaudir de forma lenta para darle un tono sarcástico a su gesto, para despues reir.

-Los demonios y los shinigamis.... Estamos teniendo problemas, y lo sabes, ¿verdad?- Y claro que lo sabía. Los cargos mas altos de los shinigamis solian discutir cada semana mas seguido con los cargos mas altos de los demonios, se temia que las discuciones fueran demasiado lejos. -Entonces... ¿Que mejor idea que tener a la verdadera Reina Demonio nosotros?- El demonio volvió a tomarse unos segundos para meditar la situacion.

-¿Entonces me dejarás irme de aquí?- De forma lenta comenzo a dar algunos pasos hacia la puerta de la casa, pero el shinigami se interpuso en su camino con un movimiento rapido.

-Lo lamento... Pero eres el unico demonio que conoce nuestro plan... Así que no puedo permitir que vayas y le cuentes al resto de los tuyos lo que estamos haciendo...- "....Sebastian, ¿donde demonios estas?"

-Aquí, joven amo.- Drew volteo al instante para encontrarse con el pelinegro frente a la puerta. -Cubriendo tus ojos con lentillas... Nunca hubiera notado que eras un dios de la muerte...

-Bueno, esa era la idea...- El castaño puso los ojos en blanco, haciendo enfadar aun mas al demonio mayor, quien se sonó los nudillos y miró de reojo a su niño bastante molesto, pero intentando decirle que se fuera apenas tuviera la oportunidad. Ciel pareció entender y asintió con la cabeza.

-Bueno, alguien que se este metiendo con mi Ciel, merece simplemente ser eliminado de nuestro camino.

-Lo dices como si fuera muy facil...

-Eso es porque lo será... Es imposible que me derrote alguien que juega juegos de citas virtuales...

-¡Callate! ¡Yo no juego a esas porquerías!

-Claro que lo haces, acabo de escucharlo...

-¡No los juego, pedofilo shotacon!

-Llámame como quieras, no dejas de ser aun mas patético...- Y al notar la discucion que Sebastian estaba intentando crear con Drew, el peliazul salió corriendo, pero como la puerta principal estaba cerrada, tendría que buscar otra salida. Aun así, no se había olvidado de lo mas importante, Ashley debía estar ahí.

No tardó en encontrar una puerta diferente a las otras, de tamaño mas pequeño, mas escondida y sin ningun tipo de detalle. La abrió encontrándose con unas escaleras que daban a un especie de sótano. -El sotano, no puede sar mas cliche....

Bajó las escaleras, y por suerte pudo encontrar el interruptor gracias a la luz que venía del pasillo fuera del sotano. Bastaron solo unos pasos para encontrarse con quien estaba buscando. Se la hubiera imaginado atada con esposas y pidiendole ayuda, pero en su lugar, se encontraba dentro de una especie caja de vidrio. Estaba sentada en el suelo y su vista estaba dirigida a su cabello, con el cual jugaba haciendo trenzas -Al fin volviste.... Y espero que se te vayan las ilusiones de que me de el síndrome de estocolmo...- Parecía tranquila y calmada, como si tuviera la situacion bajo control

-Soy yo...- Susurró el demonio. La chica levantó la cabeza y lo miró bastante sorprendida

-¿Que haces aquí?- Ciel se encaminó hacia la caja de vidrio en donde ella se encontraba y la examinó.

-Vengo a sacarte.- Ashley soltó una risa y continuó trenzando su cabello

-No se como esperas sacarme de aquí, principe azul.- El peliazul comenzó a rondar por el sotano buscando algo util, y termino decidiéndose por una roca con forma de calavera que había sobre una pequeña mesita, era bastante pesada, así que supuso que funcionaría.  A pesar de tener un tamaño tan patético, Ciel seguía siendo un demonio, y si bien no tenía tanta fuerza como Sebastian, tenia bastante. Calculó la fuerza suficiente y lanzó la roca.

El vidrio explotó y Ashley soltó un grito ante la sorpresa.

-Ya vamonos.- La pelinegra lo miró anonadada, pero luego sonrió. 

-Que habilidoso...- Se levantó del suelo y se sacudió los pedazos de vidrio. -Supongo que luego me merezco algunas respuestas...