El demonio de cabello azulado se secó las gotas de sudor que resbalaban por su frente mientras esperaba a que el ascensor llegara al piso indicado. No estaba cansado, simplemente estaba nervioso.
¿Que le diría? ¿Seguiría con au frialdad de siempre? Ciel no tenía nada por lo que disculparse a diferencia de él. El peliazul se merecía una disculpa. Sebastian hablaba de él como si fuera un objeto. Se autoproclamaba su dueño y le impedía estar con alguien mas. Absurdo. Ciel lo amaba, y Sebastian era lo mas importante que tenía, pero no por eso no podía tener una vida propia. Solo había intentado hacer un amigo y las cosas se habían salido de control. Esta bien, quizás Ciel no era el mejor eligiendo amigos, pero al menos lo intentaba.Apenas las puertas del ascensor se abrieron corrió hasta la entrada de la suite. Se detuvo frente a ls puerta y recordó que no tenía llaves.
Titubeo antes de hacerlo, pero golpeo dos veces la puerta con el puño cerrado. -¿Sebastian? -Lo llamó, principalmente para que el pelinegro supiera que era él quien se encontraba del otro lado, pero nada.
Ciel se llevo las manos detras de la espalda, ligeramente nervioso. Volvió a golpear, pero no revivió respuesta. Las manos comenzaban a temblarle, y comenzó a maquinarse demasiadas ideas es su mente.
Volvió a golpear, pero esta vez con impaciencia y mas fuerza. -¿Sebastian? Soy Ciel. -Él no se había dado cuenta, pero lo había gritado. Nadie le respondía del otro lado.
Con las manos sudorosas, tomó el pomo de la puerta y lo jaló, comprobando que estaba cerrada. Llevó ls mano a la entrada de la cerradura y se escuchó un clack, el mecanismo dio una vuelta y la puerta se abrió.
Entró prácticamente corriendo. -¿Sebastian? ¡Sebastian! -Pero el demonio de ojos rojos no se encontraba allí.
Se suponía que deberia estar en la habitación esperándolo, pero solo el peliazul se encontraba allí ahora.
Tambaleándose y desconcertado, se dejó caer en el sofa. ¿que significaba todo aquello? ¿Por que Sebastian no estaba ahi? Sacudió la cabeza. No tenía una buena respuesta para sus dudas, o quizás simplemente era que no quería admitir su mayor temor.
Quizas sebastian se había cansado y se había ido, para siempre
Sintió sus ojos inundarse a gran velocidad. Estaba solo, y con el paso del tiempo, había descubierta que detestaba estar solo. Dirigió su vista a la puerta. Quizas Sebastian se arrepentiría y volvería por él. O quizas solo había salido a hacer una estupidez. Si, seguro era eso. Y Ciel estaba tan confiado que sintió que si miraba fijamente la puerta, él aparecería.
-No va a venir... -Aquella voz familiar lo sobresaltó, encontrándose con Drew entrnado por la puerta que daba acceso al balcón.
Quería decirle que estaba equivocado. Sebastian volveria por él. Pero simplemente no se atrevió a abrir la boca.
Agacho la cabeza y apretó los puños, sintiéndose destrozado. Con su estupida idea de crearle celos había estropeado todo.
De su ojo izquierdo comenzaron a resbalarse las lágrimas, mientras que las del ojo derecho eran retenidas por el parche.
Los brazos de Drew volvieron a acogerlo, y esta vez no se resistió, apoyó su peso en el cuerpo del castaño y continuó derramando lagrimas.
Drew desató el nudo del parche del menor y este cayó al suelo. -No deberías estar llorando... -Llevó su mano al mentón del demonio y giró su rostro con delicadeza para poder apreciar sus ojos, brillantes y humedos a causa de las lagrimas.
Negó con la cabeza a modo de desaprobación para despues comenzar a impedir el descenso de las gotas del ojo derecho con su dedo pulgar, examinando el pentágono violeta que lo adornaba. -Que desperdicio... Tu ojo izquierdo es tan bonito... -Aquello molestó un poco a Ciel, pero no se sentía con fuerzas suficientes como para impedírselo. Simplemente dejo caer su cabeza y la recostó sobre el hombro del castaño.Ashley y Amy se miraron simultáneamente. ¿Realmente había alguien que podía al fin explicarles todo lo que eran? ¿De donde provenían sus poderes?
-¿Como lo sabes? -Las ganas de saberlo todo de veian reflejadas en ls mirada de ambas a pesar de los intentos de Amy por parecer desconfiada.
Christian rio. -Porque soy igual a ustedes. -Los ojos del demonio brillaron en la oscuridad del callejón con intensidad, y las gemelas volvieron y mirarse entre ambas, como si estuvieran comunicando sus ideas solo con la mirada.A pesar de apenas haber salido de un de un café, fue el primer lugar que ambas propusieron para charlar. Christian intentó convencerlas de que lo llevarán a su casa, pero aquello no dio resultado.
Se sentaron en una mesa lo mas apartada posible, y los tres solo pidieron un café, principalmente para no llamar la atención.
Christian decidió romper el silencio. -¿Creen en demonios? ¿En angeles? ¿En shinigamis? -Ambas padecieron impacientarse con aquellas preguntas.
-¿Que tiene que ver?
-Ashley... Tiene mucho que ver...
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Kuroshitsuji: Eternity [Yaoi]
FanfictionTercera y probablemente ultima temporada, precedida por Kuroshitsuji: ¿Que paso despues? II. Ciel y Sebastian... ¿En el siglo XXI?