Profugos

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Mierda, la mirada de Michael no me gustaba nada parecía como si supiese que nos hubiésemos unido en su contra, por un momento mi sangre se congelo pero me apresure en parecer lo más normal posible.

-Dios, parece que los años han puesto más sensible a alguien –Dije sonando un tanto cínica, Michel me miro con una sonrisa en sus labios-.

-Tienes razón, estoy sonando como una nenita.

-Además no te ofendas pero siempre que apareces en una misión es porque el círculo piensa que no se está haciendo bien el trabajo, ¿A eso has venido, a vigilarnos?

-Nina, siempre me encanto esa suspicacia que tienes –Dijo mientras tocaba mi mejilla con la palma de su mano, mire a Marcus que estaba a punto de quebrar la taza que tenía en sus manos, intentando ser disimulada aparte mi rostro de su cara-.

-Iré a casa de Audrey.

-¿Quién es Audrey? –Pregunto Michael, me di media vuelta le di una sonrisa fría y luego me fui de la cocina-.

Sentía mis piernas volar, pude haber tomado el carro para ir a casa de Audrey pero sentía que me ahogaba, necesitaba distraerme por lo que decidí ir corriendo. Veía como las casas se volvían manchones borrosos a mí alrededor, cuando llegue a la casa de Audrey tenía la boca seca y el corazón me dolía de lo fuerte que latía.

-¿Qué paso? –Me miro sorprendida al abrir la puerta Audrey, pase a su casa sin decirle nada y simplemente me desplome en el sillón-.

-Es Michael, ha llegado hoy por la mañana.

-Le avisare a los chicos.

-Tienes que decirle que no pueden volver aun, Michael ha llegado sospechoso –Mire por la ventana para ver si me había seguido, lo conocía lo suficiente como para no escandalizarme por eso- aun no es seguro para ellos.

-¿Qué buscas?

-Michael es escurridizo, ahora tengo que ser el doble de cuidadosa y tú también.

-¿Qué quieres decir con eso?

-No podemos hablar sobre Jack, Dylan ni Ella, mucho menos de Balthazar.

-De acuerdo.

Dylan P.D.V:

Hoy era una mañana normal en donde me despertaba con los gritos de Ella y Jack discutiendo sobre alguna cosa, un plato roto y las maldiciones de Jack. Juntar a esos dos no era buena idea, pero teníamos que mantenernos bajo perfil hasta recibir el llamado de Nina. Escuche el portazo y luego vi como Ella se alejaba de la cabaña, sus cabellos rubios se movían con gracia debido al viento, vi como movía sus brazos mientras seguía discutiendo sola lo que me hizo sonreír.

-¿Qué ha sucedido ahora? –Dije bajando las escaleras mientras me abrochaba la blusa, Jack hizo una mueca de disgusto-.

-He entrado al baño mientras la rubia se bañaba, al parecer no puedo hacer mis necesidades mientras ella lo esté ocupando.

Negué con la cabeza, quedarme debatir con Jack no me haría llegar a ningún lado. Decidí ir a buscar a Ella, no quería que se alejara mucho de la cabaña pero al parecer alguien se había adelantado a mis planes, Balthazar estaba sentado al lado de ella mirando el lago, sentí acido recorriendo mi estómago. Siendo un verdadero masoquista me quede a una distancia prudente para no ser visto pero que me permitiera escuchar lo que conversaban.

-Aun no me lo agradeces.

-¿El qué?

-El haberte convertido en vampiro, de seguro tu vida es mucho más interesante ahora.

-Si a interesante te refieres a que todos los días tengo que evitar que alguien me mate o evitar convertirme yo en una asesina...creo que tenemos un concepto diferente de interesante.

-¿Sabes lo que me gusta de ser vampiro?

-No, pero sospecho que me lo dirás de la misma forma.

-Es que te sientes como si pudieras hacer cualquier cosa, las cosas bellas son más bellas –Vi como ponía un mechón de cabello de Ella detrás de su oreja, Ella se removió un tanto incomoda- Todo está aumentado, ya sabes, vives más intensamente, el amor con más fuerza. La rabia se convierte en ira, cuando estás triste, estás en la desesperación. Es por eso que muchos de nosotros recurrimos a dejar nuestras emociones fuera. Sólo se vuelve... demasiado abrumador.

-Mira, no sé qué clase de psicología tratas de hacer conmigo –Escuche como le decía enfadada mientras se paraba de la silla, aunque no tuviera la mejor visión de ella podía verla con una mano en la cadera y la otra moviéndose para darle más énfasis a su punto y no pude evitar sonreír- pero créeme no hay nada bueno en ser vampiro.

-Si me dejaras mostrarte como es el poder...

-Ella... -En ese momento decidí intervenir, no quería que Balthazar hiciera con ella lo que hizo conmigo al transformarme en ese monstruo que solo deseaba sangre-.

No hay muchos recuerdos de esa época, la mayoría están enterrados en mi subconsciente ya que la culpa me carcomía. No era yo, no tenía el control de mis acciones y realmente no me importaban, Balthazar me había incitado a apagar mis emociones por lo que el asesinar me era fácil, la verdadera tortura comenzó cuando tuve que luchar contra todos mis demonios para recuperar mi sentido común, fue horrible y no estoy seguro de que pueda pasar por eso de nuevo.

-¿Me dejarías hablar un momento con Balthazar? –Ella me miro intranquila, estaba al tanto que mi voz sonaba forzadamente calmada, de modo que trate de relajar mi postura y de darle una sonrisa-.

-De acuerdo... -Dijo no muy segura, se acercó hasta donde estaba y me tomo del brazo para que la mirase. Lentamente baje la mirada de los ojos de Balthazar hasta esos ojos azules que me miraban ansiosos- no hagas nada.

-Tranquila –Le di un pequeño beso en la frente y de reojo vi como el ceño de Balthazar se fruncía en molestia dejándome a mi satisfecho, Ella nos dio una última mirada a los dos y se encamino a la casa-.

-Conmovedor, ahora dime... ¿De qué querías hablar?

-Aléjate de Ella, lo digo en serio Balthazar.

-Hay algo que no entiendo... -Dijo caminando alrededor mío, le seguí con la mirada- ¿No eras tu novio de la amiga? Porque me parece que te estas tomando atribuciones que no corresponden con Ella.

-No dejare que la corrompas.

-Dejémosle a ella la decisión, ¿No te parece?

-Escúchame bien Balthazar –Dije tomándolo con rabia por la chaqueta y mirándolo a los ojos, su sonrisa satisfactoria era lo que más me enojaba, sabía que quería que perdiera el control- te veo cerca de Ella, mando a tomar por culo todo nuestro trato y te mato aquí mismo.

-Mira Dylan –Dijo Balthazar soltándose de mi agarre y alisándose la ropa- te voy a decir una noticia buena y una mala. La buena es que de momento no me interesa Ella... y la mala es que cambio mucho de opinión.

Nina P.D.V:

Mi cabeza estaba por todos lados, Audrey me hablaba de alguna cosa pero no le prestaba atención solo miraba por los pasillos las diferentes caras pero sin fijarme realmente en ellas hasta que una mancha negra colándose en una sala me llamo la atención, sin importarme de dejar a Audrey en medio pasillo hablando sola la seguí.

En la mesa del profesor con una apariencia relajada estaba Jack de brazos cruzados, cuando me vio entrar espantada a la sala tuvo el descaro de sonreírme, me apresure a cerrar la puerta con pestillo para que nadie lo viese.

-¡Que mierda haces aquí!

-Te echaba de menos.

Loca por el enemigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora