Loca por el enemigo.

Haciendo un trato con el diablo.

Que mierda era esto, ¿la convención de los chupasangres? Dylan estaba visiblemente tenso, su postura defensiva y su mano sobre la mía demostraba que no dejaría que nada me pasara, yo tenía mi vista fija en la sanguijuela que nos veía con una sonrisa en su rostro.

-¿Cuánto ha pasado desde nuestro último encuentro? –Dijo sonriéndole-.

-El suficiente para haber cambiado, deje de ser aquel vampiro que conocías –Dijo sin quitarle la vista de encima-.

-¡Que días aquellos, cuando arrasábamos aldeas por completo! –Le dijo y luego se dirigió hacia mí- no sé si lo sabes, pero a Dylan todo el mundo lo conoce como el destripador, saca tus propias conclusiones…

-Entonces debo asumir que el de los ataques son ustedes –Dije apartándome de Dylan- tratando de rememorar los viejos tiempos.

- No, Bianca no he tomado sangre de humano desde hace más de 100 años –Dijo mirándome Dylan-.

-¿Por qué habría de creerte?

-Porque es la verdad –Dijo Jack mientras salía de las sombras de un árbol-.

-¿Qué esto, una reunión de viejos amigos? –Dije molesta-.

-Tiene carácter –Dijo Balthazar apuntándome con una sonrisa- me agrada, pues lamento decirte querida que Jack nunca fue de mi agrado.

-Gusto en verte Balthy, ¿Cómo te trata la inmortalidad? –Dijo con ironía Jack-.

-Ya ves porque –Dijo Balthazar-.

-Me importa una mierda –Dije riéndome por primera vez en la noche- lo que quiero es que saquen su culo de acá y dejen a Helston en paz. Si no lo hacen en menos de una semana yo misma me encargare de que se larguen, pero no será de una manera bonita.

-Yo le creo, ha matado a dos de mis mejores hombres –Dijo Balthazar mirándome con atención- y he escuchado que ha terminado con un clan de más de 20 vampiros hace unos días.

-Te dije que esa chica traía algo entre manos –Dijo Jack mirándome con una sonrisa-.

-Pero no vengo a hablar de eso, es algo mucho más importante –Dijo Balthazar, se sentó en la banca en donde segundos antes estábamos yo y Dylan- tengo una propuesta que hacerte.

- ¿A mí? –Dije con cautela-.

-Sí, ¿Quieres este pueblo libre de  vampiros?... puedo hacer eso por ti.

- ¿A cambio de qué? –Dije mirándolo con los brazos cruzados-.

- De algo tan simple como que vengas conmigo –Dijo sonriéndome-.

- NO –Antes de que lo mandara a tomar por culo, Dylan había respondido por mí-.

- ¡Que mierda! –Exclame molesta-.

-Tranquila que no te quiero a ti, sino tu sangre.

-¿Eso debería calmarme?

-Déjame ponértelo de la siguiente manera, vienes conmigo y dejare tranquilo a quienes quieres.

-Déjame ponértelo de esta manera yo, o te largas esta misma noche de este jodido pueblo…o mañana amanecerás en la plaza central pero sin tu cabeza.

-Creo que no entiendes –Dijo sonriéndome- vienes conmigo, o hare tu vida un infierno.

- Pues ya estado en el infierno miles de veces –Dije avanzando de manera desafiante hacia el- y no es tan malo como todos creen.

-No quieras tragarte tus palabras –Dije mirándome fijamente- porque ni la brujita que tienes como amiga, ni Marcus y mucho menos Alec te podrán ayudar después.