Loca por el enemigo.

La noticia de Alec

No me acuerdo exactamente como fue la sucesión de acontecimientos, la mayoría se mantiene borroso en mi mente. Pero lo que recuerdo claramente es que el Anciano el miembro del círculo más antiguo y respetado, me había informado que ellos se harían cargo de Michael y que se me concedía un permiso honorario para volver a mis funciones cuando quisiera al igual que a Marcus y Alec.

Lo chicos habían vuelto de la cabaña y todo parecía normal, hasta Balthazar parecía haberse relajado con eso de obtener mi sangre (Gracias a Ella en realidad) para cuando me dieron de alta en el hospital todos se encontraban en casa para conmemorarlo, incluido Jack a quien no había visto desde aquella noche.

-Hola –Me saludo cuando estaba sacando una agua de la nevera, voltee lentamente a verlo y descubrí que todos los sentimientos de esa noche continuaban ahí... pero no sabía si para el resultaba lo mismo-.

-¿Qué tal?

-Te ves mejor –Se acercó un poco hacia mi dejándome atrapada contra el refrigerador y sus impresionantes ojos azules- fui a verte al hospital pero seguías inconsciente, después no pude ir de nuevo por que el circulo no se movía de tu lado, no me habías dicho que eras tan importante.

-Te dije que era buena en mi trabajo.

-Y aun así sigo acá –Se acercó a mis labios lentamente-.

-Quizás necesitaba algo de ti –Me acerque como con un imán a sus labios-.

-¡Nina, ven a la sala por favor! –Me llamo Alec, pegue un leve salto y me separe de Jack, estaba caminando hacia la sala cuando Jack me tomo del brazo y me atrajo hacia él, tomo mi cabeza entre sus manos y me beso con fuerza-.

Aun atontada por el beso de Jack me encontré con todos reunidos y riéndose por algo que Marcus había dicho, me quede apartada viéndolos unos instantes y sentí una felicidad como nunca antes había sentido, por primera vez me sentí agradecida por mi vida, quería que las cosas se mantuvieran de esta forma para siempre pero sabía perfectamente que pedir eso de mi parte era ser demasiado incrédula.

Alec me vio parada ahí viéndolos con cara de idiota y me llamo con la mano, me senté en un sillón al lado de Dylan, Sarah también estaba acá y se veía radiante poco a poco una bola se comenzó a formar en mi garganta... no podía ser... ¿Es que Alec...?

-Familia, amigos... hace un tiempo que quería compartir con ustedes esta noticia pero no parecía nunca haber un espacio correcto y finalmente esta noche podré anunciarles lo que tanto esperaba.

-Vamos hombre, dilo luego que nos tienes a todos tensos –Lo apuro Marcus, Alec tomo un profundo respiro y nos miró a todos, cuando sus ojos se posaron en los míos me sonrió-.

-¡Voy a ser padre!

Los primero en reaccionar fueron los chicos, Ella y Dylan fueron los primeros en levantarse a abrazarlos a ambos, Marcus me miro impresionado pero luego se acercó a él y muy emocionado le dio un abrazo y beso a Sarah en la frente. Alec me miro esperando mi reacción que básicamente había sido quedarme con los ojos como plato y tiesa en el sillón, cuando la primera lagrima cayo y mancho mi jeans las demás no tardaron en seguirle, me levante rápidamente y lo abrace con fuerza sin parar de llorar.

-¿Seré tía? –Me reí nerviosa, Alec asintió y me quito las lágrimas que no paraban de caer, y me emocione aún más cuando vi como sus ojos se llenaban de lágrimas- lo protegeré con mi vida.

-Por eso te hemos elegido como la madrina –Lo abrace aún más fuerte y luego me volví hacia Sarah-.

-Bienvenida a la familia –Y la abrace, siempre me pregunte como sería tener una familia normal y creo que por fin eso se estaba cumpliendo para mí-.

ELLA P.D.V:

Feliz de que Nina hubiese vuelto a casa y que las cosas se hubiesen normalizado entre todos nosotros, salí al porche por un poco de aire y pensar todas las cosas que habían pasado en el último tiempo en mi vida, sentia que una vida hábia pasado desde que fui esa chica que lo único que le preocupaba  era que mi ropa combinara perfectamente.

Definitivamente las cosas habían cambiado, todavía no sabía si era para mejor pero no me molestaba en quedarme para averiguarlo.

-Te ves muy linda cuando estas concentrada –La voz de Balthazar me hizo salir de mis pensamientos para verlo como me sonreía desde la otra calle, espere que un auto pasara y cruce a reunirme con el-.

-¿Qué haces aquí? –Le di una pequeña mirada a la casa de Nina para ver si alguien más sabia de la presencia de Balthazar, él se dio cuenta de mis intenciones-.

-No te preocupes por ellos, vengo en paz.

-No has respondido mi pregunta.

-Directa como siempre –Dio un paso hacia mí y me acaricio la mejilla izquierda- voy a extrañar eso. 

-¿De qué hablas?-Dije dando un paso hacia atrás, el me sonrió negando con la cabeza. Era casi como si le gustara que lo rechazara-.

-Me iré un tiempo, necesito tomar algo de distancia de este pueblo y de las personas de acá.

-¿Hablas enserio? –Eso significaba que por fin estaríamos tranquilos, sin nadie persiguiéndonos, sin amenazas, paz por fin-.

-Digamos que es un regalo de mí para ti y tus amigos. Ella quiero que sepas que yo no hago estos tipos de regalos, pero por ti hare el esfuerzo de mantenerme lejos –Me tomo de la mano y deposito un celular desechable en mi mano- tiene mi numero en los contactos, si me necesitas puedes llamarme cuando sea, es mejor que lo guardes porque sé que me necesitaras en algún momento, ya sea por que necesitas ayuda o porque me extrañas, cual sea la razón vendré enseguida.

-Pareces muy seguro de que te llamare.

-Lo estoy, solo espero que sea por la segunda razón, no quiero que nada te pase Ella.

-Eso es algo muy considerado, incluso para alguien como tú.

-Supongo que somos algo parecido a la bella y la bestia.

-Solo que tú sigues siendo la bestia.

-Es por que aun no me has besado para ver como me transformo en principe.

-¿Piensas que caeré con algo tan cursi como eso? 

-Ni por un segundo -Dijo riendo-.

-¡Ella! –Dylan me llamaba desde la puerta- ¿Qué haces afuera?

-Yo... -Mire hacia Balthazar pero no había nadie al frente mío, había desaparecido como por obra de arte, guarde sigilosamente el celular en el bolsillo de mi chaqueta y camine hacia la casa- creí ver a alguien.